Los presuntos

No s¨¦ si es cuesti¨®n de modificar algunas leyes o es cuesti¨®n de exigir una mayor seriedad a la hora de informar. Pero, se podr¨¢ empezar a hablar de que se respeta la imagen, la dignidad y el honor de las personas cuando en casos especialmente delicados como es la presunta implicaci¨®n de personas en asuntos delictivos:1. Los periodistas investiguen a fondo la informaci¨®n que les viene de otras fuentes, ya sean policiales o de terceras personas con mayor o menor credibilidad.

2. Los periodistas contrasten con rigor dicha informaci¨®n con la realidad.

3. Que en la informaci¨®n difundida por algunos medios de comunicaci¨®n se resuman al m¨¢ximo los datos, muchas veces innecesarios, de las personas presuntamente implicadas, ya que al ser presuntas significa que no hay nada definitivo contra ellas y, por tanto, siempre tiene que prevalecer la presunci¨®n de inocencia y, a la vez, el derecho a la protecci¨®n y al respeto de su imagen y su persona.

Mientras, algunos medios de comunicaci¨®n no sean m¨¢s rigurosos, m¨¢s objetivos y m¨¢s cautelosos a la hora de informar, se caer¨¢ en la irresponsabilidad de manchar la imagen de personas inocentes.

Dado tambi¨¦n lo indefensa que se encuentra una persona ante los medios de comunicaci¨®n y ante las autoridades a la hora de denunciarles por difamaci¨®n o por intromisi¨®n ileg¨ªtima en los derechos al honor y a la propia imagen, deber¨ªa de tomarse esto con total seriedad, bien por parte de los informadores o bien con una regulaci¨®n de las leyes m¨¢s justas.