El caso 'Arriort¨²a'
LA FISCAL?A de Darmstadt, en Alemania, presentar¨¢ una acusaci¨®n contra ¨¦l ingeniero espa?ol Jos¨¦ Ignacio L¨®pez Arriort¨²a, ex jefe de compras y de producci¨®n de Volkswagen, por supuesta apropiaci¨®n indebida y competencia desleal en sus relaciones con General Motors. La acusaci¨®n se produce tres a?os despu¨¦s de que Opel, filial alemana de General Motors, acusara al ingeniero espa?ol ante la justicia alemana de supuesto espionaje industrial. L¨®pez Arriort¨²a se habr¨ªa llevado documentos estrat¨¦gicamente relevantes sobre avances tecnol¨®gicos e industriales de General Motors en el momento de pasar de esa compa?¨ªa a Volkswagen.Una primera precisi¨®n a tener en cuenta es que la acusaci¨®n de la fiscal¨ªa no es un procesamiento formal, sino la respuesta de los acusadores p¨²blicos a la demanda efectuada por Opel en 1993. Los fiscales de Darmstadt se han tomado su tiempo para determinar los posibles fundamentos de la acusaci¨®n, al contrario que la justicia norteamericana, que admiti¨® tempranamente una acusaci¨®n de General Motors y abri¨® un proceso judicial en Detroit, en el que tambi¨¦n figura como acusado el presidente de Volkswagen, Ferdinand Pi?ch.
Sobre el fondo de la cuesti¨®n poco hay que decir, salvo la obviedad de que resulta muy dif¨ªcil, tambi¨¦n en t¨¦rminos jur¨ªdicos, marcar la frontera a partir de la cual termina la propiedad intelectual y empieza el espionaje industrial. Esta dificultad es tan evidente que, casi cuatro a?os despu¨¦s de formuladas las acusaciones contra Superl¨®pez, no existe evidencia clara de los hechos. La acusaci¨®n de los fiscales de Darinstadt, seg¨²n la cual no se aprecian indicios de delito en Volkswagen, parece improbable. No es veros¨ªmil que Arriort¨²a, contratado por la firma alemana, hubiera manejado la vasta informaci¨®n procedente de General Motors sin conocimiento de sus superiores. La exclusi¨®n de Volkswagen m¨¢s parece una consecuencia de las negociaciones extrajudiciales que desarrollan ambas empresas que la conclusi¨®n razonable de una investigaci¨®n tan minuciosa.
Si se sigue esta l¨ªnea, no es dif¨ªcil predibujar un final en el que Volkswagen cumpla las otras dos condiciones requeridas por General Motors (petici¨®n p¨²blica de perd¨®n y pago de indemnizaciones). Ser¨ªan retirados as¨ª los cargos presentados en Detroit y L¨®pez Arriort¨²a se convertir¨ªa en el chivo expiatorio ante la maquinaria judicial. Los pactos extrajudiciales son muy pr¨¢cticos para las empresas, pero suelen ser m¨¢s equitativos antes de que la maquinaria judicial se ponga en marcha.
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