Resurge una guerrilla en el ocaso

El Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA), uno de cuyos comandos asalt¨® la noche del martes pasado la Embajada de Jap¨®n en Lima, es un grupo armado de car¨¢cter urbano y tendencia marxista-guevarista que apareci¨® en 1984, cuatro a?os despu¨¦s de la organizaci¨®n terrorista mao¨ªsta Sendero Luminoso, de la que es enemigo jurado. Toma su nombre de un jefe ind¨ªgena, Jos¨¦ Manuel Condorcanqui, que se hac¨ªa llamar Tupac Amaru II, alzado en armas contra el dominio espa?ol en 1780 y que fue ejecutado un a?o despu¨¦s.El objetivo del MRTA, un movimiento revolucionario en declive que inici¨® sus actividades bajo la presidencia de Alan Garc¨ªa, es abrir un frente revolucionario unificado que cubra Per¨², Bolivia, Chile, Colombia y Ecuador. En esto se opone radicalmente a las tesis de Sendero Luminoso, que preconiza una revoluci¨®n de corte nacional y campesino.

El MRTA, muy activo en los a?os ochenta, comenz¨® su declive a partir de mayo de 1992, tras la captura, por segunda vez, con condena a cadena perpetua, de su l¨ªder y fundador V¨ªctor Polay Campos, comandante Ronaldo. Su sucesor, N¨¦stor Cerpa Cartolini, un antiguo dirigente sindical, contin¨²a el combate en el centro del pa¨ªs, entre las regiones selv¨¢ticas y el sur andino, lo que le permite entrar con relativa libertad en Chile y Bolivia, donde cuenta con apoyos de grupos clandestinos locales, como el Movimiento de Izquierda Revolucionario chileno.

En el momento de su fundaci¨®n fue estructurado en dos ramas: un brazo armado dirigido por el triunvirato Polay Campos, Cartolini y el ide¨®logo Miguel Rinc¨®n Rinc¨®n, y una organizaci¨®n legal encabezada por Walter Palacios y Cecilia Oviedo, que se encuentran en la actualidad en Europa.

Sus primeras operaciones de guerrilla urbana se orientaron hacia acciones contra intereses de Estados Unidos, empezando con un asalto a su embajada en Lima. En noviembre de 1987, un comando de dicha organizaci¨®n tom¨® en la capital peruana las oficinas de la agencia de noticias francesa AFP y de la norteamericana UPI, as¨ª como tres emisoras de radio peruanas.

Posteriormente, el MRTA extendi¨® tambi¨¦n sus actividades a la regi¨®n de la selva peruana, desde donde, al igual que Sendero Luminoso, ha actuado en coordinaci¨®n con las bandas de narcotraficantes.

El 9 de enero de 1990, un comando del MRTA asesin¨® a balazos en Lima al general Enrique L¨®pez Alb¨²jar, que hab¨ªa sido ministro de Defensa, una semana despu¨¦s de que pasara a situaci¨®n de retiro

En 1989, el MRTA hab¨ªa secuestrado en pleno centro de Lima al magnate de la televisi¨®n H¨¦ctor Delgado P¨¢rker, un consejero del entonces presidente Alan Garc¨ªa. En la operaci¨®n muri¨® el ch¨®fer. Delgado fue liberado varios meses despues, tras el pago de un triple rescate: dinero, alimentos que se repartieron en los barrios pobres y, la promesa de una visita al comandante Rolando, todav¨ªa en prisi¨®n.

Pero su operaci¨®n m¨¢s espectacular hasta el momento fue la realizada en julio de 1990 cuando logr¨® la fuga de su fundador y otros 50 presos que huyeron de la c¨¢rcel lime?a de Canto Grande tras excavar un t¨²nel de 200 metros. El comandante Rolando fue nuevamente detenido en Lima en 1992, y un a?o despu¨¦s fue condenado a cadena perpetua por un tribunal militar, junto con su lugarteniente Peter C¨¢rdenas. Ambos fueron trasladados a una prisi¨®n especial de m¨¢xima seguridad situada en la base naval del puerto de El Callao, donde se encontraba precisamente su enemigo, el l¨ªder de Sendero Luminoso Abimael Guzm¨¢n.

A partir de entonces numerosos militantes del MRTA abandonaron la organizaci¨®n para acogerse a una ley de arrepentimiento, y, a lo largo de 1993, el presidente peruano, Alberto Fujimori, declar¨® en multitud de ocasiones que este movimiento terrorista estaba acabado.

El MRTA ha venido realizando numerosos secuestros de empresarios para financiar sus actividades.