La madre Teresa dej¨® el hospital tras superar la tercera operaci¨®n card¨ªaca
Los m¨¦dicos que le han atendido resaltan su fortaleza
La madre Teresa, de 86 a?os, abandon¨® en la ma?ana de ayer el hospital M. B. Birla de Calcuta, tres semanas despu¨¦s de haber superado con ¨¦xito la tercera operaci¨®n de coraz¨®n en los ¨²ltimos cinco a?os, y de un ataque card¨ªaco que la tuvo al borde de la muerte. "Parece mentira la fuerza que tiene", declar¨® la doctora mexicana Patricia Aubanel que lleg¨® de Estado Unidos para participar en el tratamiento de la religiosa y la acompa?¨® tras ser dada de alta junto a varias monjas de las Misioneras de la Caridad.
El anuncio de que la religiosa iba a ser dada de alta puso fin a las especulaciones sobre el estado real de la madre Teresa que fue ingresada el d¨ªa 22 de noviembre en la cl¨ªnica Woodlands con un ataque al coraz¨®n Pocos d¨ªas despu¨¦s, el 29, la religiosa fue trasladada al Centro de Investigaciones Card¨ªacas M. B. Birla, donde fue sometida a una angioplastia.En la intervenci¨®n, que dur¨® dos horas, la doctora Aubanel con la ayuda del cardi¨®logo indio Tarun Praharaj quit¨® los obst¨¢culos de las arterias coronarias que, dificultaban el riego sangu¨ªneo en el coraz¨®n "Sin la operaci¨®n la Madre no podr¨ªa haber vivido", afirm¨® Aubanel, jefe del equipo de siete m¨¦dicos que trat¨® a la madre Teresa.
Al d¨ªa siguiente, la religiosa presentaba un aspecto excelente, pero 48 horas despu¨¦s tuvo la primera reca¨ªda postoperatoria. Los m¨¦dicos tuvieron queesperar 11 d¨ªas a que se recuperara y ganase fuerza hasta poder someterla a una nueva intervenci¨®n para regularle la arritmia que, seg¨²n, Aubanel pod¨ªa provocarle una embolia cerebral. Adem¨¢s de la arritmia, una insuficiencia renal y una. bronconeumon¨ªa causaron varias reca¨ªdas en la enferma, hasta convertir su estado en preocupante.
En declaraciones al diario The Times of India, el doctor A. B. Bardhan, m¨¦dico personal de la madre Teresa, afirm¨® que ella expres¨® su deseo de no ser sometida a m¨¢s pruebas m¨¦dicas y de que la dejaran morir como a los pobres que ayudaba. Pero a medida que se fue recuperando, empez¨® a pedir a los m¨¦dicos que la dejaran marchar, y en m¨¢s de una ocasi¨®n envi¨® notas a las monjas de su orden para que tuvieran todo preparado porque abandonaba el hospital. En los ¨²ltimos d¨ªas la religiosa insisti¨® en que quer¨ªa estar en su casa para las navidades.
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