"Tengo fe en la generaci¨®n de m¨²sicos que se subieron a los escenarios en los setenta"
El flautista y saxofonista Javier Paxari?o (Granada, 1953) estren¨® anoche, en el Galileo Galilei madrile?o, su cuarto trabajo en solitario, Periheli¨®n (Nuba-Karonte). "El t¨ªtulo se refiere al punto en que la Tierra est¨¢ m¨¢s cerca del Sol", explica, "lo que me sirve para hablar de ?frica y el Mediterr¨¢neo, unas culturas donde las emociones est¨¢n a flor de piel. Yo vengo de una familia gallega, pero mi principal caracter¨ªstica como m¨²sico es la visceralidad".Javier Paxari?o abomina, como es habitual, de las etiquetas, pero se encuentra c¨®modo en el emergente circuito de las llamadas nuevas m¨²sicas: "Es preferible esa denominaci¨®n a lo de new age. Lo ¨²nico que he aprovechado de la nueva era es su poetizaci¨®n de la m¨²sica; la localizaci¨®n de un argumento extramusical me sirve para centrar la composici¨®n y el desarrollo de cada disco. No me gusta lo que hay de secta en la new age; que conste que respeto el impulso religioso que motiv¨® a gente como Coltrane, Carlos Santana o Pharoah Sanders".
Pen¨ªnsulares o balc¨¢nicos
Aunque en Periheli¨®n abundan los instrumentos ¨¦tnicos, tampoco vale lo de world music: "Hay ecos de los folclores peninsulares o balc¨¢nicos, pero ¨¦sta es una m¨²sica que se podr¨ªa tocar con piano y saxo sin que sufriera".Finalmente, Paxari?o se define como un m¨²sico de los a?os setenta. "No se trata de volver a nada, yo siempre he sido admirador de los artistas que son capaces de crear un lenguaje propio y siguen avanzando hacia lo desconocido. Pero s¨ª reivindico la eclosi¨®n de libertad y de acratismo que comenz¨® hacia 1968 y sigui¨® hasta bien entrados los setenta", asegura. "Hablo de una ¨¦poca donde primaba el riesgo, la imaginaci¨®n, la espontaneidad. Ahora mismo, en el jazz reina el manierismo, el dominio de unos clis¨¦s que impiden la expresi¨®n de un posible mundo interior. Como dice Jorge Pardo, yo tengo fe en la generaci¨®n de m¨²sicos que se subieron a los escenarios en los setenta".
Como ejemplos de almas gemelas, Paxari?o menciona a John Surman y Jan Garbarek, "la escuela del sello alem¨¢n ECM pero tambi¨¦n otros jazzmen europeos tipo Michel Portal. O el portugu¨¦s R¨¢o Kyao, aunque se quede demasiado apegado al folclor para mi gusto". Al mismo tiempo, investiga en otras culturas: " Escucho a un saxofonista hind¨² que toca ragas o a los m¨²sicos de la difunta Oum Kalsoum, sin olvidar a los clarinetistas griegos o turcos. El jazz es un universo tan rico y tan evolucionado que llega a marcarte de forma decisiva; busco saxofonistas que est¨¦n libres de esa influencia, que suenen a pueblo, a pasacalles, a verbena".
Paxari?o se congratula de que el mercado espa?ol se est¨¦ abriendo en estos momentos y de manera importante a otras sonoridades: " Es importante que un gaitero, Carlos N¨²?ez, lleve vendidas m¨¢s de 50.000 copias. No hacemos m¨²sicas raras, como piensan algunos: en mis discos hay ritmo y melod¨ªa; quiero decir que te agarran a la primera, pero hay suficiente materia para que puedas seguir luego buscando otros matices", asegura convencido
Y no, no le importa en absoluto presentar Periheli¨®n en unos d¨ªas tan fr¨ªos: "La Navidad es el reciclaje cristiano de antiguos ritos paganos que ten¨ªan al Sol como protagonista. Y toco con m¨²sicos que vienen incluso de Grecia o Brasil, que tienen suficiente energ¨ªa solar en sus huesos para calentar cualquier escenario".
Babelia
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