Dureza coherente

CASI COINCIDIENDO con el tercer aniversario de la intervenci¨®n del banco, los magistrados de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional han reforzado notable mente la coherencia de las acusaciones contra Mario Conde y el resto de los acusados en el caso Banesto. En el auto de pronunciamiento sobre los recursos de apelaci¨®n, han decidido acusar a Conde por otros tres delitos de estafa (operaciones Oil Dor, Centro Comercial Concha Espina y Locales Comerciales) y a Arturo Roman¨ª por dos m¨¢s (Isolux y Promociones Hoteleras). Adem¨¢s solicitan, corrigiendo al juez instructor, la conclusi¨®n de las diligencias contra Jacques Hachuel para determinar si corresponde o no abrir juicio oral contra el financiero por un delito de apropiaci¨®n indebida. El auto pide instruir diligencias contra Mariano G¨®mez de Lia?o y Francisco Javier Sitges, implicados por la confesi¨®n del fiduciario Paolo Gallone en la comisi¨®n rogatoria suiza.Los magistrados han debido, pues, hacer los deberes y zambullirse en ciertas profundidades del sumario que ni el juez ni el fiscal hab¨ªan tocado. Ambos, por ejemplo, rechazaron la inculpaci¨®n de Hachuel, y s¨®lo se le tom¨® declaraci¨®n como imputado por orden de la misma sala y se archivaron las diligencias atendiendo a su exclusiva declaraci¨®n. El asunto de Mariano G¨®mez de Lia?o y de Francisco Javier Sitges qued¨® en el aire hasta la llegada del material de Suiza, que estuvo disponible despu¨¦s de finalizada la instrucci¨®n. Est¨¢s circunstancias han llevado a la sala a corregir y dotar de mayor coherencia lo hecho hasta el presente, lo cual redundar¨¢ en una m¨¢s eficiente acusaci¨®n del fiscal en el juicio oral. Debe subrayarse otro elemento de la decisi¨®n de los magistrados. Una sala, la segunda, del mismo rango que la encargada de juzgar a Conde, y sus socios en su d¨ªa -la primera-, ha vuelto a subrayar la existencia de fuertes indicios en las acusaciones de estafa contra los querellados. No es la primera vez que lo hace. Con ocasi¨®n de conceder la libertad de Conde y Roman¨ª, el 30 de enero de 1995, la sala subray¨® la existencia de delitos de apropiaci¨®n indebida "de especial gravedad atendido el valor de lo apropiado" y de estafa.

Si bien las diligencias contra G¨®mez de Lia?o y Sitges se instruir¨¢n mediante una pieza separada, como es el caso de Hachuel, ser¨¢ dif¨ªcil fijar una fecha de juicio oral para unos acusados sin esperar a los asuntos pendientes. No tendr¨ªa sentido, si progresa la investigaci¨®n en curso, que Conde, Roman¨ª y otros sean juzgados independientemente de Mariano G¨®mez de Lia?o, Sitges y Hachuel, ya que las operaciones en las que ¨¦stos pueden estar implicados son las mismas por las que se acusa a los ex administradores de Banesto.

Est¨¢ muy extendida la tesis, probablemente bien intencionada, de que estas diligencias pueden retrasar la fijaci¨®n de fecha para el juicio oral. Algunos de los asuntos que la sala ordena hubiesen podido resolverse s¨ª se hubiera actuado con m¨¢s coherencia y menos precipitaci¨®n. Adem¨¢s, la valiosa aportaci¨®n de la comisi¨®n rogatoria suiza lleg¨® a Espa?a recientemente. Finalmente, la Sala de lo Penal, secci¨®n primera, tiene el calendario repleto hasta julio de 1997. Hay que hacer las cosas bien, porque de lo contrario se paga en el juicio oral. Quien bien anda, seguramente mejor acaba.