Las grasas son vitales para el desarrollo fetal

El buen desarrollo del embarazo y el estado saludable del reci¨¦n nacido dependen de la cantidad de grasas esenciales recibidas de la madre, seg¨²n se puso de manifiesto en una conferencia internacional sobre ¨¢cidos grasos y nutrici¨®n celebrada recientemente en Barcelona. Esa dependencia se revela mucho m¨¢s crucial en lo que hace a la formaci¨®n de la retina y el cerebro del feto, dos partes del organismo con un alto contenido de grasas. Un d¨¦ficit de ¨¢cidos poliinsaturados en ¨¦l ¨²ltimo trimestre de la gestaci¨®n puede entorpecer el desarrollo de la capacidad visual e intelectual del futuro ni?o."Siempre hemos sostenido que las prote¨ªnas eran vitales para construir cuerpos; ahora debemos subrayar que necesitamos grasas esenciales para construir cerebros", dijo Ricardo Uauy, miembro del Grupo Asesor en Nutrici¨®n de las Naciones Unidas-OMS.El redescubrimiento del valor de las grasas, consideradas hasta hace poco el enemigo numero uno de la buena dieta, viene matizado por una discriminaci¨®n entre tipos de l¨ªpidos: saturados, monoinsaturados y poliinsaturados.

A los primeros corresponden las grasas de origen animal; a los segundos, aceites como el de oliva, y a los terceros, las grasas de pescado. A estas ¨²ltimas, en especial a la familia de ¨¢cidos omega-3.

Las recomendaciones proponen reducir en lo posible los saturados y aumentar los poliinsaturados y monoinsaturados. En la pr¨¢ctica, eso se traduce en bajar la ingesta de carne, huevos, l¨¢cteos y aceites de semillas -uva, ma¨ªz y girasol-, y aumentar la de pescado azul fresco (salm¨®n, sardina, anchoa) en tomo a 0,75 kilos por mes as¨ª como el consumo de aceite de oliva.

Leche materna

Los ¨¢cidos grasos esenciales cumplen funciones relevantes especialmente en los fetos, los reci¨¦n nacidos y las madres embarazadas. Como el desarrollo de la retina y el cerebro tiene lugar en el tercer trimestre de la gestaci¨®n, es en ese periodo cuando la demanda de dichas grasas se dispara. "Si el ni?o nace antes de esa fecha, se encontrar¨¢ en condiciones desfavorables y de ah¨ª la importancia de suministrarle esos ¨¢cidos grasos, sobre todo a trav¨¦s de la leche materna", apunt¨® Manuela Mart¨ªnez, especialista en l¨ªpidos del hospital Materno-Infantil Valle d'Hebron, de Barcelona. Si no se subsana el d¨¦ficit. de ¨¢cidos omega-3, el ni?o puede ver peligrar su desarrollo visual y neuronal.. En este sentido, han tenido un gran impacto los estudios que relacionan los ¨¢cidos poliinsaturados y el coeficiente intelectual, observando que ni?os bien nutridos de esas grasas mostraban mejores par¨¢metros intelectuales.A la luz de estos datos se realza una vez m¨¢s el papel de la leche materna; es por medio de ella que los beb¨¦s obtienen los ¨¢cidos grasos indispensables. "Las f¨®rmulas infantiles no suministran los ¨¢cidos esenciales" ', coincidieron los especialistas reunidos en Barcelona; de ah¨ª la importancia de la lactancia natural. De no ser ello posible, el informe de la FAO- OMS de 1994 sobre Grasas y aceites en la nutrici¨®n humana recomienda extremar los medios para introducir esos componentes en la leche artificial, un requisito que muy pocas marcas cumplen actualmente.

Tan importante como la nutrici¨®n del lactante es la de la madre. Estudios epidemiol¨®gicos han demostrado que el aceite de pescado prolonga la gestaci¨®n, reduce la incidencia de prematuros y aumenta el peso medio al nacer. ?Una vuelta al aceite de h¨ªgado de bacalao de nuestros abuelos? S¨ª y no. "El aceite de h¨ªgado de bacalao se" administraba para prevenir el raquitismo, por su alto contenido vitam¨ªnico; ahora lo recomendado es el aceite del m¨²sculo del pescado", precis¨® el experto de la ONU.