14 a?os de retrasos y argucias
El previsto juicio a Ruiz-Mateos pondr¨¢ fin a un largo proceso en el que ha habido de todo: expropiaci¨®n de Rumasa, fuga a Londres, extradici¨®n desde Alemania, reprivatizaci¨®n del grupo, excarcelaci¨®n, elecci¨®n como eurodiputado, acusaciones por insultos y agresiones no exentas de pantomimas (Ruiz-Mateos ha usado varios disfraces), frases para el recuerdo ("que te pego leche", dijo Ruiz-Mateos enfrent¨¢ndose a Miguel Boyer, el ministro de Econom¨ªa que decidi¨® la expropiaci¨®n), robo de documentos atribuido al empresario, creaci¨®n de la nueva Rumasa, compra del Rayo Vallecano... Hasta su encarcelamiento de ayer. En fin, un largo rosario de hechos que se encadenan durante casi 14 a?os (la expropiaci¨®n fue el 23 F de 1983) y en el que tienen mucho que ver las argucias legales realizadas por el empresario, que ser¨¢ juzgado por dos delitos de falsedad, aunque en la extradici¨®n tambi¨¦n se inclu¨ªa el de estafa. ?ste no fue incluido en las instrucciones de la fiscal Carmen Tagle. Con el paso del tiempo el sumario instruido por el juez Luis Lerga ha adelgazado notablemente.
Inicialmente Lerga imput¨® a Ruiz-Mateos una revalorizaci¨®n ficticia de 350.000 millones en su patrimonio para simular buena salud en sus empresas, un fraude a Hacienda de 17.549 millones, a la Seguridad Social de 10.774 millones, falsificaci¨®n de documentos (apertura ficticia de cuentas bancarias y trasvase entre bancos para ocultar p¨¦rdidas) y evasi¨®n de divisas (23.000 millones, seg¨²n el Banco de Espa?a).
Con su fuga, Ruiz-Mateos logr¨® la primera y mayor reducci¨®n en el listado de responsabilidades penales exigibles. Detenido en Alemania en 1984, fue extraditado a Espa?a con la limitaci¨®n expresa de que s¨®lo podr¨ªa ser juzgado por dos delitos de falsedad y uno de estafa. Ruiz-Mateos se libr¨® as¨ª de un procesamiento por delito de injurias al Rey, por evasi¨®n de divisas y de un delito fiscal.
El juicio se fij¨® para el 31 de marzo de 1989, pero se suspendi¨® primero por la renuncia del acusado a su abogado -operaci¨®n que repiti¨® en 1994-, y, posteriormente, al pasar su sumario al Supremo tras su elecci¨®n como eurodiputado. Al perder su acta, en 1994 el sumario volvi¨® a la Audiencia.
En los ¨²ltimos meses se deniega el llamamiento a algunos testigos y se concretan las calificaciones por el fiscal: dos delitos de falsedad en documento. Desapareci¨®, en el camino, la estafa. El juicio se fij¨® para el 25 de noviembre y en el auto, para evitar una nueva argucia, se dec¨ªa: "En previsi¨®n de renuncias intempestivas del procesado a su letrado [ ... ] dir¨ªjase comunicaci¨®n al Colegio de Abogados para que se nombre uno de oficio, con car¨¢cter cautelar".
El ¨²ltimo episodio fue la petici¨®n del fiscal de archivar el caso al no figurar en el nuevo C¨®digo Penal el delito de falsedad ideol¨®gica. La Sala le quit¨® la raz¨®n y decidi¨® fijar el juicio el 9 de enero.
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