"HB detesta al PNV porque ha sido incapaz de sustituirlo"
Nadie en los despachos, nadie en los pasillos. El Ministerio del Interior ten¨ªa ayer por la ma?ana m¨¢s bien el aspecto de un balneario.Pregunta. Usted dec¨ªa en octubre que felicitar¨ªa al PNV si con su acercamiento a HB obten¨ªa la puesta en libertad de Jos¨¦ Antonio Ortega Lara. Tres meses despu¨¦s, Ortega Lara sigue secuestrado y el PNV reprocha a HB no tener voluntad alguna de di¨¢logo.
Respuesta. Creo que no hay ning¨²n cambio en los dirigentes de HB. Y lo que s¨ª se est¨¢ produciendo es que el conjunto de los partidos democr¨¢ticos vascos est¨¢n dejando de mirar hacia HB como punto de referencia.
P. ?D¨®nde debe estar el punto de referencia?
R. La etapa de vista a la izquierda, de buscar legitimaci¨®n social en base a la aceptaci¨®n de un mundo radical, est¨¢ quedando pulverizada, aunque lo que la sustituye, hoy por hoy, es un cierto nerviosismo de todos. Porque las fuerzas democr¨¢ticas estamos buscando mayores puntos de encuentro entre nosotros.
P. Xabier Arzalluz dijo tras su ¨²ltima conversaci¨®n con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar que le ve¨ªa inmerso en una meditaci¨®n sobre la estrategia frente a ETA. ?Ha dado lugar a alg¨²n cambio esa meditaci¨®n?
R. No hay ning¨²n cambio...
P. Entonces, Arzalluz lo dijo para contentar a su auditorio...
R. Dentro de la aceptaci¨®n de que todos debemos acercarnos con m¨¢s madurez a un problema como ¨¦ste, quien est¨¢ en una aut¨¦ntica encrucijada ante el futuro es el PNV. Hay una reflexi¨®n muy profunda en su seno porque en cada uno de sus dirigentes coexisten sentimientos diferentes. Eso ya marca una etapa pol¨ªtica novedosa. Por eso, HB todos los d¨ªas trata de tentar al PNV. Porque hoy el PNV es m¨¢s protagonista que HB. Tras veinte a?os de democracia, los de HB detestan a los dirigentes nacionalistas porque no han sido capaces de sustituirlos en el liderazgo de la sociedad. Por eso les ningunean, por eso reclaman siempre un di¨¢logo con el Estado. Y el PNV no se resigna a ese sentimiento de los de HB, porque no detesta a la base social de HB, y eso le lleva a tratar a HB mejor de lo que se merece y a aguantar sus ataques.
P. ?Es acertado pedir serenidad, como si fuera sin¨®nimo de pasividad, cuando la serenidad puede ser compatible con el inconformismo?
R. La respuesta implacable debe venir de mano del Estado de Derecho. ?se es uno de los grandes temas...
P. Porque el Estado de Derecho contin¨²a sin conseguir que paguen sus cuentas en los tribunales quienes impulsan y amparan el terrorismo e incluso quienes a¨²n gritan impunemente "ETA, m¨¢talos".
R. El Estado de Derecho tiene un trecho democr¨¢tico que falta por recorrer.
P. ?A qui¨¦n le corresponde recorrerlo, principalmente: a los legisladores, los jueces, los polic¨ªas...?
R. Falta, esencialmente, una actitud. Una actitud que puede ser compartida por la polic¨ªa por los jueces, por los legislado res. Lo importante es que, sin ning¨²n tipo de tardanza, esa reflexi¨®n sobre la falta de resultados del Estado de Derecho en determinadas circunstancias sea analizada conjuntamente por los poderes que algo tienen que decir. Yo podr¨¦ tener mi opini¨®n sobre qui¨¦n ha fallado m¨¢s en cada caso concreto...
P. Un caso concreto: ?acepta con naturalidad que haya sido legalizada una manifestaci¨®n de HB en Llodio, donde tiene empresas la familia de Cosme Delclaux, despu¨¦s de la forma en que deriv¨® la que se produjo cerca de su domicilio en Getxo?
R. Tengo el compromiso de que todas las discrepancias que tengamos con la Consejer¨ªa de Interior del Gobierno vasco se las traslademos directamente, no en p¨²blico.
P. Antes invocaba usted la conveniencia de una reflexi¨®n sobre el tramo que queda de recorrer en la aplicaci¨®n del Estado de Derecho. ?No ha pasado ya suficiente tiempo para que la reflexi¨®n fructifique en conclusiones y medidas?
R. Hemos tenido muchas prioridades a las que hacer frente. Primero, hab¨ªa que aterrizar. Era necesario un periodo de conocimiento rec¨ªproco: con la Consejer¨ªa de Interior, con los jueces de la Audiencia Nacional...
P. Y cumplido ese tr¨¢mite...
R. Tenemos el compromiso de impulsar el cumplimiento y el funcionamiento de las leyes. Pero impulsar no equivale a mandar m¨¢s guardias civiles al Pa¨ªs Vasco por el hecho de que all¨ª no se cumplan bien algunas cosas. Ser¨ªa un disparate monumental. Lo que debemos impulsar, y ese impulso requer¨ªa previamente una cierta confianza entre los poderes implicados, es que se recorra el trecho democr¨¢tico que falta para que la ley se cumpla mejor. Una reflexi¨®n que no debemos plantear como si la sociedad vasca estuviera siendo derrotada, sino desde la perspectiva correcta: estamos ante una degeneraci¨®n del terrorismo, ante s¨ªntomas propios de una etapa terminal del fen¨®meno terrorista.
P. La condici¨®n indispensable para acabar con el terrorismo de forma dialogada es que los terroristas, y su entorno, tengan voluntad de acabar, incluso deseo de terminar. ?Lo tienen?
R. Yo creo que no lo tienen. Dentro de ETA, los que cada d¨ªa van a tener menos voluntad de acabar son los que hoy viven m¨¢s c¨®modamente.
P. Los que viven c¨®modamente ?qui¨¦nes son?
R. Todos los que dirigen el entramado pol¨ªtico de HB y KAS. Los de la Mesa Nacional de HB viven como aut¨¦nticos se?oritos.
P. Hace pocos d¨ªas usted replic¨® al dirigente de HB Floren Aoiz que no aceptaba consejos de un secuestrador. ?Era una met¨¢fora o es una de las personas a la que los comandos piden autorizaci¨®n antes de llevar a cabo un atentado?
R. Sin personificaci¨®n concreta, los dirigentes de KAS son unos secuestradores de Ortega Lara y Delclaux.
P. Y, con esa convicci¨®n, ?por qu¨¦ no promueven que el fiscal general del Estado inicie una investigaci¨®n o reclame que se les tome declaraci¨®n?
R. Est¨¢ toda la Mesa Nacional de HB pendiente de pasar por el Tribunal Supremo. Yo no tengo ninguna duda de que los dirigentes de KAS tienen mucho que ver con el secuestro de Ortega Lara y que son los que decidir¨¢n qu¨¦ hacer con ¨¦l. Pero trasformar esa certeza moral en certeza jur¨ªdica cuesta mucho, lleva tiempo.
P. ?Tienen constancia reciente de que Ortega Lara y Delclaux se encuentran en buen estado, dentro de la tortura que supone estar secuestrados?
R. Trabajamos desde la hip¨®tesis de que se encuentran vivos.
P. ?Por qu¨¦ cortaron ustedes la misi¨®n de mensajero que estuvo desempe?ando con el Gobierno socialista el premio Nobel P¨¦rez Esquivel? ?Porque quieren alguien de confianza de este Gobierno o porque no quieren ninguna mediaci¨®n de ese tipo?
R. Porque hay que practicar la misma pol¨ªtica antiterrorista que se anuncia. Los terroristas tambi¨¦n tienen que ver credibilidad en el Gobierno, tienen que creer lo que dice. Si decimos, con raz¨®n, que no percibimos en HB voluntad de acabar con el terrorismo, no hay que hablar con HB.
P. Eso lo dejan en manos del PNV
R. No, no. Yo creo que el PNV bastante tiene con resolver bien la encrucijada en que se encuentra, que es muy importante; todos nos jugamos mucho en ella. Yo deseo que la dilucide sin escisi¨®n y alineado con las dem¨¢s fuerzas democr¨¢ticas.
P. ?Es que ve alg¨²n riesgo de escisi¨®n?
R. No creo que se produzca. Pero, cuando hay un debate profundo, siempre hay riesgo. Y ¨¦ste es un debate m¨¢s profundo que el que tuvo el PNV con motivo de la ley de Territorios Hist¨®ricos. Afecta mucho m¨¢s al futuro del Pa¨ªs Vasco y a la voluntad o no del nacionalismo vasco de jugar el papel de la estabilidad en el futuro contexto.
P. ?Ve acertado el papel que est¨¢ jugando Arzalluz?
R. El conjunto del PNV, en estos ocho meses, ha tenido un comportamiento m¨¢s que responsable. Ha marcado diferencias en la pol¨ªtica penitenciaria y en alg¨²n otro asunto. Pero creo que ha valido la pena el esfuerzo de hacer un acuerdo con el PNV. Ha habido seriedad y lealtad por ambas partes.
P. ?La Iglesia vasca hace bien cuando se ofrece como posible mediadora en un pa¨ªs que cuenta con representantes elegidos democr¨¢ticamente?
R. Hay que comprender que, por su enorme implantaci¨®n territorial, tiene que responder a una feligres¨ªa mucho m¨¢s complicada que nuestras propias parroquias electorales. No tengo ninguna duda de que quiere la paz, de que su preocupaci¨®n no es ahora favorecer el nacionalismo, y que se mueve en esas coordenadas. Eso no significa que yo comparta todos y cada uno de sus movimientos.
P. ?Alguno de los deportados en Santo Domingo, por ejemplo Eugenio Etxebeste, han realizado alg¨²n gesto de estar dispuestos a pagar sus cuentas pendientes con la Justicia espa?ola?
R. No me consta... especialmente. Pero... a m¨ª me importa mucho m¨¢s lo que van a hacer el PNV, Eusko Alkartasuna, el PSOE..., que an¨¦cdotas que ocurren en el mundo de ETA. Es mucho m¨¢s importante lo que los partidos democr¨¢ticos podemos aportar para crear un escenario de paz que lo que puedan hacer algunos reductos de HB y de ETA. Todos debemos estar m¨¢s pendientes de lo pasa en la mayor¨ªa que de los detalles de lo que pasa en la minor¨ªa. S¨®lo fortaleciendo el escenario de la mayor¨ªa, d¨¢ndole prestigio y llegando a acuerdos s¨®lidos, podremos incorporar lo que podamos de la minor¨ªa.
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