Nace un museo virtual de ciencia y tecnolog¨ªa
Las colecciones del museo nacional, todav¨ªa sin sede, se vuelcan en Internet junto a otras
Microscopios, telescopios, agujas de imantar, planetarios, astrolabios, amper¨ªmetros, estufas de Gay Lussac, tubos de Newton, todos ellos instrumentos b¨¢sicos de la ciencia de los ¨²ltimos cuatro siglos, esperan en silencio, en su mayor¨ªa perfectamente restaurados o conservados, en una fr¨ªa e inh¨®spita nave ferroviaria de la estaci¨®n madrile?a de Delicias, la oportunidad de salir al escenario y mostrarse al p¨²blico. Junto a estos instrumentos de materiales nobles y precioso acabado, muchos de ellos con firmas ilustres, hay m¨¢quinas de vapor, pianolas, tractores, autom¨®viles, linotipias, f¨¢bricas enteras y tambi¨¦n la centralita que estuvo instalada en El Pardo.Todas estas 9.000 piezas tienen valor hist¨®rico, art¨ªstico o did¨¢ctico y forman los actuales fondos del Museo Nacional de Ciencia y Tecnolog¨ªa, creado en 1980, con una historia corta pero llena de avatares, y todav¨ªa, aunque parezca incre¨ªble, a la espera de un lugar donde poder existir de cara al p¨²blico. Ahora, para estos pedazos de historia se empiezan a encender las luces de un escenario virtual, a trav¨¦s de Internet, en un proyecto pionero titulado Museo Hispano de Ciencia y Tecnolog¨ªa, que agrupa tambi¨¦n fondos de inter¨¦s cient¨ªfico y tecnol¨®gico residentes f¨ªsicamente en otros museos espa?oles.
A pesar de la importante carencia de una sede, el museo, que depende del Ministerio de Educaci¨®n y Cultura, se muestra muy activo en los dem¨¢s aspectos, en un campo en el que apenas exist¨ªa nada. Est¨¢ formando especialistas en museolog¨ªa de ciencia y tecnolog¨ªa, escas¨ªsimos en Espa?a, tiene un taller de restauraci¨®n, asesora respecto a otras colecciones, acoge a investigadores de todo el mundo, recibe donaciones y compra de forma regular fondos en subastas en el extranjero. Tambi¨¦n va a montar pr¨®ximamente una exposici¨®n temporal, tras un par¨®n de varios a?os por motivos poco claros. Todo ello por los mismos cauces que cualquier otro museo nacional aunque pueda, con raz¨®n, considerarse el patito feo de todos ellos.
Accesible
Su directora desde hace cinco anos, Amparo Sebasti¨¢n, decidi¨® hace ya tiempo que no ganaba nada con lamentarse de la falta de sede y empez¨® a buscar medios para cumplir la labor b¨¢sica de un museo: hacer accesible sus fondos a los interesados y al p¨²blico en general. (El problema de la sede parece, por otra parte, que se ha acercado en los ¨²ltimos meses a una soluci¨®n tras haber rechazado el ministerio en los ¨²ltimos a?os los ofrecimientos de numerosos gobiernos auton¨®micos.)As¨ª se gest¨® el Museo Hispano de Ciencia y Tecnolog¨ªa, un proyecto para mostrar la historia real de la ciencia y la tecnolog¨ªa, la de los instrumentos y aparatos, en un soporte electr¨®nico. El proyecto obtuvo fondos del Plan Nacional de Investigaci¨®n y, con la colaboraci¨®n de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid, se ha plasmado por ahora en un disco compacto (cd rom), que se volcar¨¢ en febrero en Internet, donde ya existe una p¨¢gina con cierta informaci¨®n. "Se trata de dar a conocer las piezas y estar conectados con el exterior, y tambi¨¦n recibir consultas y visitas virtuales", explica Sebasti¨¢n. "Reunimos fondos seleccionados de muchos otros museos, los que tienen colecciones de instrumentos cient¨ªficos significativos". Pr¨®ximamente se a?adir¨¢n algunos de los 600 instrumentos de la colecci¨®n de la Facultad de Ciencias F¨ªsicas de la Complutense, en cuya catalogaci¨®n y restauraci¨®n est¨¢ trabajando ahora el Museo de Ciencia y Tecnolog¨ªa.
Y a partir de este primer paso est¨¢ abierto el futuro para seguir a?adiendo piezas a la colecci¨®n virtual incluidas, por ejemplo, las espa?olas en museos extranjeros y tambi¨¦n para abrir el banco de datos de estas colecciones a los investigadores a trav¨¦s de Internet. Todo depender¨¢ de que el proyecto siga recibiendo las ayudas necesarias para seguir adelante, explican sus promotores. Este es un camino que se est¨¢n planteando muchos otros museos que s¨ª tienen sede, pero existen problemas de distinta ¨ªndole -como los derechos de reproducci¨®n en el caso de los cuadros- que frenan su acceso a Internet. En Europa hay preocupaci¨®n porque los contenidos de los museos europeos no se est¨¢n presentando en Internet mientras que estan accesibles -aunque pocos y no muy importantes fondos de museos de Estados Unidos. La preocupaci¨®n se ha plasmado por ahora en una comisi¨®n de expertos encargada de allanar el camino para crear estas redes de difusi¨®n del patrimonio europeo.
El Museo Nacional de Ciencia y Tecnolog¨ªa, principal n¨²cleo del Museo Hispano, tiene fondos que abarcan desde el siglo XVI hasta 1960. No se limita a instrumentos y aparatos de fabricaci¨®n nacional porque, como se?ala Sebasti¨¢n "la ciencia en Espa?a se hizo en su mayor parte con instrumentos de fuera" y la principal caracter¨ªstica de la ciencia, por otra parte, es que nunca ha estado aislada. Con solo dos conservadores y sin sede, mira con envidia a los centros emblem¨¢ticos de su estilo, como los museos de M¨²nich, Londres y Chicago pero tambi¨¦n tiene fe en el futuro por el valor intr¨ªnseco de sus colecciones.
La colecci¨®n m¨¢s antigua y el germen del museo fue la que se origin¨® en la Real Academia de Matem¨¢ticas creada por Felipe II y termin¨® tras varios siglos de aportaciones de otras instituciones en el Instituto San Isidro de Madrid. La pieza m¨¢s antigua es una ballestilla, firmada por Walterius Arsenius, que data de 1563. Otra pieza notable es un astrolabio atribuido al mismo autor, uno de los tres existentes del mundo.La direcci¨®n en Internet del Museo Hispano de Ciencia y Tecnolog¨ªa es http://highland.dit.upm.es
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