En palacio

EL PRESIDENTE de la Generalitat, Jordi Pujol, acaba de obtener el m¨¢ximo reconocimiento europeo que quepa imaginar en un pol¨ªtico con responsabilidades circunscritas a una comunidad aut¨®noma espa?ola. Los dos m¨¢ximos responsables de Francia y Alemania, pa¨ªses en cuyas manos se halla el futuro de la Uni¨®n Europea, le han recibido y mantenido con ¨¦l conversaciones sobre la construcci¨®n europea como si de un primer ministro se tratara.El presidente franc¨¦s, Jacques Chirac, ayer, y el canciller alem¨¢n, Helmut Kohl, el pasado 9 de octubre, han escenificado as¨ª en el teatro europeo la realidad del poder pol¨ªtico en Espa?a, que se explica ¨²nicamente por el apoyo de Jordi Pujol, el pol¨ªtico espa?ol en ejercicio de trayectoria m¨¢s europe¨ªsta, a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, probablemente el pol¨ªtico espa?ol de europe¨ªsmo m¨¢s reciente.

-Pujol viene trabaj¨¢ndose las relaciones exteriores con inteligencia desde su llegada al Palau de Sant Jordi; en ocasiones, con no pocos recelos y obst¨¢culos por parte del Gobierno de turno. Ha tenido el m¨¦rito, compartido en muchos aspectos con el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, de situar a Catalu?a y a su capital, Barcelona en el mapa internacional.

El ¨¦xito del encuentro con Chirac se apoya, en primer lugar, en el contenido de la conversaci¨®n -de tanta densidad como la mantenida con Kohl-,en la que el presidente franc¨¦s quiso conocer de boca de uno de los protagonistas cu¨¢les son los aut¨¦nticos prop¨®sitos espa?oles respecto a la Uni¨®n Monetaria y a la reforma de las instituciones europeas. Pero en segundo lugar, porque se trata de la vecina Francia, el pa¨ªs con tradici¨®n m¨¢s centralista de Europa, y de un presidente neogaullista, al que el jacobinismo se le supone, y de quien no cabe presumir muchas simpat¨ªas hacia experimentos tan osados como ¨¦l Estado de las autonom¨ªas espa?ol.

Tras varios intentos, con 16 a?os de poder a cuestas y cuando sus adversarios quieren verle ya en declive, la tardanza de Pujol en entrar en el El¨ªseo se debe a las dificultades que presentaba para la mentalidad francesa una entrevista de alto nivel tan desnivelada, entre el monarca republicano que es su presidente y el virrey de una autonom¨ªa espa?ola. Pero las urnas, el 3 de marzo pasado, y la paciencia tozuda de Pujol le han abierto las pesadas puertas de la Rep¨²blica Francesa.