Triunf¨® Rafael Ortega

Dos concepciones diferentes de ejecutar la tauromaquia contribuyeron al rotundo triunfo de Rafael Ortega. Hizo gala de sus conocimientos y enriqueci¨® el toreo con su arte y su valor.Al que abri¨® plaza, el tlaxcalteca lo salud¨® de hinojos al hilo de tablas con una larga cambiada y continu¨® en los medios con r¨ªtmicas ver¨®nicas. Tras un quite por chicuelinas se luci¨® en banderillas. Aunque el adversario termin¨® tardo y d¨¦bil, le hizo una meritoria faena. Sobresalieron dos series de templados derechazos y a la hora de la verdad gallardamente ense?¨® el pecho.

Al alegre cuarto, un colorao llamado Azafr¨¢n, tambi¨¦n lo recibi¨® con una larga cambiada, para continuar con seis ver¨®nicas carg¨¢ndole la suerte ortodoxamente. Llev¨® al fijo ejemplar al caballo con estupendos lances llamados hacia las afueras y volvi¨® a lucirse con los palitroques Con la franela sus series de redondos y de naturales brillaron por su perfecci¨®n. Embeles¨® al respetable con su emotiva faena y, al caer el astado, los asistentes le gritaron "?Torero, torero!".

Al segundo Humberto Flores lo salud¨® con cadenciosas ver¨®nicas y en el quite se adorn¨® con unos vistosos lances de su creaci¨®n llamados florentinas (fregolinas giratorias). Con decisi¨®n traste¨® al burel, que ten¨ªa claridad por el derecho, realizando tandas de templados y hondos pases por ese lado. Imprimi¨® a su que hacer est¨¦tica y emoci¨®n, pero perdi¨® el trofeo por sus desaciertos con la toledana.

Con el ¨¢spero y d¨¦bil quinto, el jaliciense actu¨® desenvuelto y animoso. Como lo descompuesto del bicho no se prestaba para una labor creativa, el diestro de Ocotl¨¢n se dedic¨® a aliviarlo y lo hizo acertadamente.

Ricardo Negro Monta?o se desconcert¨®. El claro tercero se estrell¨® contra un burladero y cambi¨® de estilo. A pesar de su valor y entusiasmo, el diestro capitalino no pudo con el juego del morlaco, pues ¨¦ste punteaba y tiraba derrotes.

No entendi¨® el buen recorrido del sexto y se vio falto de oficio.