Moy¨¢ se inscribe en la historia

Con s¨®lo 20 a?os, Carles Moy¨¢ inscribi¨® ayer su nombre en la historia del tenis. A¨²n sigue sin ganar un torneo del Grand Slam, pero su nombre aparecer¨¢ ya en todas las publicaciones mundiales cuando se explique el palmar¨¦s del Open de Australia. Moy¨¢ se clasific¨® ayer para la final del torneo de Melbourne y disputar¨¢ su primera Final del Grand Slam frente al n¨²mero uno, Pete Sampras, o el austr¨ªaco Thomas Muster. Se gan¨® la plaza rompiendo todos los pron¨®sticos y eliminando al norteamericano Michael Chang, segundo jugador mundial, en tres mangas: 7-5, 6-2, 6-4 en 2 horas y 8 minutos. El mallorqu¨ªn, que ha dejado en su camino al campe¨®n (Becker) y al finalista de 1996 (Chang), se convierte en el primer espa?ol que accede a esta final desde 1969, cuando Andr¨¦s Gimeno la perdi¨® ante Rod Laver. Ning¨²n espa?ol ha ganado jam¨¢s este t¨ªtulo.Moy¨¢ sorprendi¨® a todo el mundo. Quienes han colaborado en su formaci¨®n ten¨ªstica siempre han dicho que es un fuera de serie. Pero incluso ellos no acaban de creerse que haya dado un salto tan impresionante en tan poco tiempo. "Sab¨ªa que llegar¨ªa, pero no pensaba que fuera tan r¨¢pido", confiesa el ex capit¨¢n espa?ol de Copa Davis Juan Bautista Avenda?o, que trabaj¨® con ¨¦l en el CAR de Sant Cugat junto con Jos¨¦ Perlas, su entrenador actual. S¨®lo hace dos a?os que Moy¨¢ est¨¢ en el circuito profesional.

Sin embargo, el camino que ha recorrido en este abierto australiano sit¨²a al mallorqu¨ªn en el primer plano del tenis mundial. Pase lo que pase en la final, Moy¨¤ ha dejado de ser uno m¨¢s. Aun pierda, el pr¨®ximo lunes aparecer¨¢ entre los 10 primeros jugadores del mundo de la ATP. Y desde ayer forma parte del restringido grupo de finalistas en el Grand Slam: en Espa?a s¨®lo lo han sido Manuel Santana, Andr¨¦s Gimeno, Manuel Orantes, Joan Gisbert, Sergi Bruguera, Alberto Berasategui, Lili ?lvarez, Arantxa S¨¢nchez y Conchita Mart¨ªnez.

Hasta d¨®nde puede llegar es ahora un interrogante. Sampras o Muster situar¨¢n su techo en la final. Tanto si gana como si pierde, la inc¨®gnita se habr¨¢ desvelado. Pero es curioso que el mejor resultado de su carrera y del tenis espa?ol masculino desde 1994 llegue precisamente en una superficie que no es la habitual para Moy¨¤ ni para sus compa?eros, tan identificados a¨²n con la tierra batida.

?sa, sin embargo, no fue la imagen que qued¨® impresa en la retina de los espectadores y ni siquiera del mismo Chang, que hace unas semanas derrot¨® a Sampras en una exhibici¨®n en Australia. Chang se qued¨® con otra copla Encontr¨® en Moy¨¤ a un jugador insuperable en el Rebound Ace (material sint¨¦tico) australiano con una aceleraci¨®n en la derecha que era incapaz de controlar y una diversidad de golpes incre¨ªble, capaz de las genialidades m¨¢s imposibles, muy efectivo en la volea y le superaba en 20 kil¨®metros por hora. Es cierto que el estadounidense cometi¨® muchos m¨¢s errores de los habituales en ¨¦l. Pero no lo es menos que fue consecuencia de que acab¨® desquiciado y sin capacidad de reacci¨®n.

"Todos sab¨ªamos que Moy¨¤ estaba jugando un buen torneo", confes¨® Chang tras perder. "Pero nadie esperaba que se metiera en la final. Ha jugado un gran partido y tal vez yo hubiera debido ser m¨¢s agresivo". Quiz¨¢ e esa una de las claves. Mientras Chang dudaba, Moy¨¤ decid¨ªa. Cuando Chang, ya a la desesperada en la manga final, quiso arriesgar, el mallorqu¨ªn ya hab¨ªa ganado el partido. La serenidad y la frialdad que demostr¨® en los momentos m¨¢s dif¨ªciles del partido son otros factores que valorar¨¢n, sobre todo, sus rivales. Ni ante Becker, en la primera ronda, ni ayer ante Chang, se encogi¨® su brazo. Asume bien la presi¨®n. Incluso se dir¨ªa que le motiva. Lo demostr¨® en las dos primeras mangas, cuando se sobrepuso tras perder sendas ventajas, y en el tercer y decisivo set, cuando Chang le rob¨® el saque para colocarse con 3-1 y servicio.

En el juego siguiente, el quinto, fue donde realmente Moy¨¤ gan¨® el partido. Chang dispuso de cinco bolas para el 4-1. Pero Moy¨¤ las salv¨® con calma. El americano cedi¨® el game con una doble falta y volvi¨® a perder su saque en el s¨¦ptimo juego (4-3), dejando el camino libre al espa?ol.

"Sea quien sea mi ¨²ltimo rival, no voy a salir derrotado a la pista", asegur¨® ayer Moy¨¤. "Aqu¨ª hab¨ªa 128 jugadores y s¨®lo quedaremos dos. Hoy he jugado de manera incre¨ªble, incluso estoy sorprendido. Sab¨ªa que deb¨ªa arriesgar y as¨ª lo he hecho. Y en la final puede ocurrir cualquier cosa".

Moy¨¤ se ha convertido ahora en el abanderado de la nueva generaci¨®n del tenis espa?ol. Le est¨¢ pidiendo el testigo a Sergi Bruguera, ganador en Roland Garros en 1993 y 1994, y el domingo se sabr¨¢ si lo toma o lo deja a¨²n ah¨ª, en el aire, para que alguien lo coja. Moy¨¤ es ahora el primer candidato. Pero Albert Costa, F¨¦lix Mantilla, ?lex Corretja, Alberto Berasategui y el mismo Bruguera han demostrado que son capaces de ganar alg¨²n d¨ªa un Grand Slam.