La reacci¨®n del PNV

La destemplada y agria reacci¨®n -que no respuesta- del PNV, por boca del se?or Anasagasti, a la razonada y razonable demanda de protecci¨®n de los derechos y libertades ciudadanas en Euskadi, realizada por una veintena de destacadas personalidades vascas, no hace sino dar la raz¨®n a quienes contemplan con preocupaci¨®n la falta de decisi¨®n pol¨ªtica del Gobierno de Ardanza para enfrentarse a los problemas de la' sociedad vasca. La demostraci¨®n de impotencia que reflejan sus palabras s¨®lo es comparable al pat¨¦tico intento de desviar la atenci¨®n del grav¨ªsimo problema de orden p¨²blico que existe en el Pa¨ªs Vasco protagonizado por su correligionario Xabier Arzalluz, al hacer la surrealista denuncia de infiltraci¨®n del Cesid en la Ertzaintza (posiblemente, por eso la polic¨ªa tard¨®, al parecer, cinco o seis horas en acudir a la librer¨ªa Lagun de San Sebasti¨¢n).No s¨¦ si con su actitud el PNV conseguir¨¢ hacerse con los votos de HB, pero el precio puede ser tan alto como dejarse en el camino la adhesi¨®n y confianza de los ciudadanos vascos en su Gobierno y sus instituciones. A estas alturas ser¨ªa penoso tener que dar la raz¨®n a quienes consideran ¨²nicamente a la Ertzaintza como "el brazo armado del PNV", seg¨²n he podido escuchar en una de las m¨²ltiples tertulias radiof¨®n¨ªcas que nos acosan. Las ofensivas alusiones del se?or Anasagasti a los intelectuales, en l¨ªnea con la rancia tradici¨®n espa?ola de los Mill¨¢n Astray y compa?¨ªa, no merecen mayor comentario: se califican por s¨ª solas. En cuanto al euskera, comparto plenamente la preocupaci¨®n del se?or Anasagasti y le animo a aprenderlo. No puede ser tan dif¨ªcil, y, adem¨¢s, de no hacerlo, corre el riesgo de no poder trabajar en la Administraci¨®n p¨²blica o semi-p¨²blica vasca si alg¨²n d¨ªa llegara a necesitarlo, vi¨¦ndose obligado a seguir viviendo y trabajando en Madrid, como hasta ahora.-