Un personaje peculiar
Carles Moy¨¢ posee se?as de identidad que lo convierten en un jugador muy carism¨¢tico
Carles Moy¨¢ es un personaje peculiar. El hecho de que haya alcanzado la final del Open de Australia y de que la pr¨®xima madrugada tenga la posibilidad de ganar su primer t¨ªtulo del Grand Slam no hace m¨¢s que confirmarlo. Aunque en el circuito profesional se mueven unos mil jugadores de forma habitual, son muy pocos los que han conseguido saltar este list¨®n, Actualmente, entre los 10 primeros jugadores del mundo hay dos -Enqvist y Ferreira- que nunca lo han logrado. Para ser finalista o ganador del Grand Slam hay que ser un gran jugador y, adem¨¢s, ser muy fuerte mentalmente. Moy¨¢ a?ade a estas dos caracter¨ªsticas algunas se?as de identidad que lo distinguen y lo convierten en un personaje tremendamente carism¨¢tico.Imagen irreverente. Con su 1,90 metros de alto y 80 kilos de peso, su cabello casta?o largo, un pa?uelo en la cabeza y su actitud en la pista, sobre todo cuando se enfrenta a los mejores jugadores del mundo, Moy¨¢ ofrece una imagen de chico irreverente que le ha convertido ya en un sexsymbol.
Un juego completo. Sin embargo, lo que m¨¢s lo distingue es que no tiene lagunas en su juego. Domina todos los golpes y, como consecuencia, es capaz de cambiar de t¨¢ctica cuando lo necesita. Si debe jugar desde el fondo de la pista, posee una derecha impresionante, con la que logra una aceleraci¨®n desbordante en muchas ocasiones, y un rev¨¦s menos agresivo pero suficiente para evitar que se convierta en un agujero negro. Si debe presionar en la red, tiene un smash s¨®lido y una volea con la que puede alargar, cruzar o matar la bola. Su 1,90 de altura le permite contar con un buen saque. Por otra parte, siempre sabe lo que debe hacer en la pista. "Es dif¨ªcil sorprenderle t¨¢cticamente", cuenta Jofre Porta, su primer entrenador. "Cuando preparas los partidos con ¨¦l, cuesta hacerle aportaciones porque lo tiene todo previsto". Voluntarioso. Hay un hecho que demuestra que es as¨ª. Cuando el a?o pasado jug¨® el torneo de Roland Garros no hablaba ni una palabra de ingl¨¦s. Pero tres meses m¨¢s tarde, en el Open de Estados Unidos, acudi¨® a las conferencias de prensa ya sin traductor y su ingl¨¦s le permit¨ªa al menos defenderse. Esa voluntad por mejorar y luchar, y su fortaleza f¨ªsica y mental, se hacen evidentes en todos sus encuentros, gane o pierda.
Buena persona. Tanto dentro como fuera de la pista, Moy¨¢ es un ejemplo de comportamiento. No es un tenista que se queje constantemente de las circunstancias o que discuta bolas. "Me da lo mismo que cierren o no el techo de la pista", coment¨® en Melbourne, tras su partido contra Mantilla. "Jugar¨ªa igualmente aunque fuera sobre hielo". Es noble. En las reuniones entre jugadores, Moy¨¢ es de los m¨¢s queridos. Y le une una gran amistad especialmente con Albert Costa, con quien pas¨® unos d¨ªas de las pasadas Navidades en Palma de Mallorca.otra de sus caracter¨ªsticas, propia del car¨¢cter mallorqu¨ªn. Su tranquilidad resulta a veces exasperante. Pero ¨¦sa es una virtud impresionante, porque le permite no perder la calma cuando los encuentros se le ponen dif¨ªciles. "Soy tranquilo", afirma ¨¦l, "pero tengo nervios como todo el mundo. La diferencia es que yo no lo exteriorizo". Eso es algo que hac¨ªa a la perfecci¨®n Bjorn Borg: nunca dejaba entrever su estado de ¨¢nimo al rival.
El carisma. La combinaci¨®n de todos los aspectos anteriores es posiblemente lo que lo convierte en un personaje carism¨¢tico. "Para m¨ª lo fundamental es su aspecto y su juego. Creo que podr¨ªamos encontrar algunos paralelismos entre ¨¦l y el Agassi de la primera etapa. Pero Moy¨¢ tiene una personalidad muy propia. Aunque eso no es suficiente. Su proyecci¨®n futura depender¨¢ absolutamente de sus resultados", afirma Laura Alsina, responsable de relaciones p¨²blicas de Nike.
Un zurdo que usa la derecha. Una de las curiosidades que plantea Moy¨¢ es que es una persona zurda pero juega con la derecha. Cuando come, cuando escribe, cuando firma aut¨®grafos, lo hace con la mano izquierda.
cambio, cuando juega al tenis coge la raqueta con la derecha. "Nunca nos dimos cuenta de que era zurdo porque ¨¦l cog¨ªa ya la raqueta con la derecha. Pero fue algo natural", explic¨® Jofre Porta, su primer entrenador en Mallorca.
Futuro. Todos los especialistas le auguran un gran futuro. Pero depende fundamentalmente de ¨¦l: de c¨®mo sea capaz de asumir lo que est¨¢ viviendo ahora, de c¨®mo trabaje en los pr¨®ximos meses, de si va a cambiar o no su actitud. Ten¨ªsticamente tiene calidad no s¨®lo para estar entre los 10 primeros del mundo, sino m¨¢s arriba.
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