Simplemente Manuel

"El problema de ra¨ªz de la pol¨ªtica en una sociedad moderna es el control de los comportamientos profesionales",escribi¨® en 1968 Martin Mayer. Al publicar su libro El mayor atraco a un banco, evoc¨®, en 1990, aquella frase. "Lo que convierte al esc¨¢ndalo de las cajas de ahorros en una pieza tan importante de la historia norteamericana no son los miles de millones de d¨®lares que cost¨®, sino la demostraci¨®n de cuan bajo cayeron los comportamientos profesionales en leyes,' auditor¨ªa, valoraciones, banca y pol¨ªtica".Ayer, a las 14.40 en punto, el juez Manuel Garc¨ªa-Castell¨®n firm¨® el alarde en el que da cuenta delos once trastos del juzgado 3 bis que hoy, 25 de enero, pasan a la juez titular del juzgado 3, Teresa Palacios. Uno de ellos es el caso Banesto: 244 tomos (90.000 folios)de investigaciones. Rodeaban al juez seis de los funcionarios de su largo viaje: Paloma, Teresa, Sagrario, Abilio, Jos¨¦ y Luis.

"De los 250 casos que entraron en el juzgado, quedan ocho diligencias previas y dos sumarios en estado avanzado. He hecho lo que modestamente creo que correspond¨ªa. No me toca a mi decidir si he acertado o no. En todo caso, s¨®lo puedo decir que mi comportamiento ha sido profesional", dijo ayer el juez.

Garc¨ªa-Castell¨®n vino de Valladolid. Cubri¨® la vacante de Baltasar Garz¨®n cuando ¨¦ste salt¨® a la pol¨ªtica. A su regreso, Garc¨ªa-Castell¨®n fue adscrito, el 20 de mayo de 1994, al juzgado 3 para dar salida a los casos acumulados. El 25 de mayo, por unanimidad, incluyendo al titular del 3, Miguel Moreiras, los jueces de instrucci¨®n probaron su nombramiento.

A partir del 14 de noviembre e 1994, el d¨ªa que el fiscal Florentino Orti present¨® la querella contra Mario Conde y los ex adminisradores de Banesto, la vida de Garc¨ªa-Castell¨®n ya nunca ser¨ªa igual. El 15 de diciembre, Garc¨ªa-Castell¨®n envi¨® a la prisi¨®n de Alcal¨¢ Meco a Arturo Roman¨ª. Ocho d¨ªas despu¨¦s hizo lo mismo con Conde.

Ya desde el comienzo de la instrucci¨®n el juez y el fiscal vieron que Conde hab¨ªa creado un grupo oculto en Espa?a con ramificaciones en Suiza. En febrero de 1995, Garc¨ªa-Castell¨®n solicit¨® una comisi¨®n rogatoria para interrogar en Lausana (Suiza) a los adminis-tradores Paolo Gallone y Renato Galletti. Ambos gestionaban las sociedades Kaneko Holding, Asni Investments y Jamuna. El abogado Dominique Poncet recurrio primero ante el Tribunal Cantonal de Vaud y luego ante el Tribunal Federal por orden del abogado Mariano G¨®mez de Liaflo y Francisco Javier Sitges, de acuerdo con Mario Conde. Hab¨ªa que impedir la investigaci¨®n. Y cuando, finalmente, Gallone revel¨® que Conde, G¨®mez de Lia?o y Sitges eran sus clientes, el 6 de febrero de 1996, dos recursos paralizaron la entrega del material, que lleg¨® en octubre de 1996. Pero Conde y sus socios ganaron ano y medio.

En este per¨ªodo tuvo lugar uno de los mayores chantajes de la reciente historia. Conde y el abogado Jes¨²s Santaella utilizaron el material robado del Cesid por el coronel Juan Alberto Perote. El ex banquero chantaje¨® al Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez. Los documentos sobre la guerra sucia contra ETA pod¨ªan ser sepultados. A cambio hab¨ªa que complacer a Conde. Quer¨ªa 14.000 millones. Y, adem¨¢s, que Garc¨ªa-Castell¨®n fuera eliminado profesionalmente: ?Fuera del caso Banesto! La l¨ªnea filos¨®fica fue trazada por Santaella en el peri¨®dico El Mundo, portavoz activo del chantaje, el 25 de abril de 1995.

El juez, con el apoyo de Orti, sac¨® adelante el sumario. Y, pr¨¢cticamente, est¨¢ terminado. Quedan dos piezas separadas: las del financiero Jacques Hachuel y la que afecta a G¨®mez de Liario y a Sitges. El fiscal Luis L¨®pez Sanz y la juez Palacios instruir¨¢n las diligencias pendientes.

El juez fue calumniado despiadadamente por los periodistas que labraron su prestigio encumbrando a Conde. Ayer, en la rutina de hombre normal, salud¨® a sus colaboradores: "Tenemos que comer todos juntos, yo invito", prometi¨®, y se march¨®. Ahora es simplemente Manuel Garc¨ªa-Castell¨®n, titular del juzgado 6.