La ruta del Che Guevara
El Gobierno boliviano organiza un circuito tur¨ªstico por los lugares en que actu¨® el rim¨ªtico guerrillero
La llamada ruta del Che, un circuito tur¨ªstico que el Gobierno de Bolivia inaugurar¨¢ este a?o, busca organizar y coordinar una espont¨¢nea y creciente romer¨ªa internacional a Vallegrande y La Higuera, donde existe la convicci¨®n de que ronda el ¨¢nima o esp¨ªritu del guerrillero para hacer el bien a quienes creen ya en San Ernesto de la Higuera, para unos, o Santo Che, para otros.Casi 30 a?os despu¨¦s de la ejecuci¨®n, en la escuela de La Higuera, del argentino-cubano Ernesto Che Guevara, comandante de la guerrilla en Bolivia en 1967, la Secretar¨ªa de Turismo prepara este circuito historico y de aventuras en la regi¨®n que fue campo de operaciones del foco insurgente.
"Hay mucha gente que anualmente hace una romer¨ªa por estos lugares y hay mucho inter¨¦s de chilenos, peruanos y argentinos, que recorren el lugar sin mayor orientaci¨®n, tanto por la ruta que sigui¨® el Che como en busca de otras atracciones", explica la responsable de la unidad de apoyo municipal en la Subsecretar¨ªa de Promoci¨®n Tur¨ªstica, M¨®nica Chac¨®n.
El circuito incluir¨¢ sitios arqueol¨®gicos, reservas ecol¨®gicas y pesca deportiva como opciones a la ruta del Che, que partir¨¢ desde Camiri, a unos 100 kil¨®metros al este de la frontera con Paraguay, donde hace 30 a?os comenz¨® la guerrilla en casa de los hermanos Coco e Inti Peredo y que luego fue sede del proceso contra el franc¨¦s R¨¦gis Debray, en el cuartel de la IV Divisi¨®n del Ej¨¦rcito.
La excursi¨®n incluye ?ancahuazu, donde la guerrilla se organiz¨® y en cuyos alrededores se registraron los primeros combates, y Vado del Yeso, en la confluencia de los r¨ªos Mascuri y ?ancahuazu, escenario de cruentos enfrentamientos en los que perdieron la vida la guerrillera Tania y otros 10 colaboradores del Che. Aunque la ruta no menciona una visita a la quebrada del Yuro, donde el Che fue capturado vivo el 8 de octubre de 1967, s¨ª se?ala la visita a La Higuera, en cuya humilde escuela fue ejecutado un d¨ªa despu¨¦s. A 15 kil¨®metros est¨¢ la quebrada del Bat¨¢n, donde murieron tres combatientes.
Casi en la culminaci¨®n de la visita se encuentra el pueblo colonial de Vallegrande, en cuyo hospital fue exhibido el cad¨¢ver del Che antes de su misteriosa desaparici¨®n, no aclarada hasta ahora.
Vallegrande, donde est¨¢ la tumba de Tania, fue escenario el pasado a?o de excavaciones alentadas por el Gobierno boliviano en busca de los restos del Che y 23 de sus compa?eros. Ya se hallaron los restos de cinco guerrilleros, dos de ellos identificados como el boliviano Jaime Chapaco Arana y el cubano Carlos Tuma Coello.
El circuito terminar¨¢ en un lugar de inter¨¦s arqueol¨®gico prehisp¨¢nico donde est¨¢ el fuerte incaico de Samaipata, destinado a cultos religioso y adonde tambi¨¦n lleg¨® el Che.
El ministro de Trabajo, Hugo San Mart¨ªn, afirma que la comisi¨®n de b¨²squeda de los restos del Che que ¨¦l presidi¨® ha terminado a¨²n su traba, a pesar de los desalentados resultados conseguidos hasta ahora. Desde que se suspendieron se excavaciones, a mediados 1 pasado a?o. se re¨²nen datos con la cooperaci¨®n de historiadores latinoamericanos, con numerosos testimonios obtenidos, para determinar d¨®nde puede estar lo que quede del cad¨¢ver. San Mart¨ªn reitera que el Gobierno no se ha resignado al fracaso y quiere devolver los restos a sus familiares, pero tambi¨¦n establecer un hecho hist¨®rico no totalmente aclarado.
En Vallegrande y otros pueblos visitados por el Che, que siguen en su situaci¨®n de abandono y pobreza como hace 30 a?os, hay una secreta alegr¨ªa ante la infructuosa b¨²squeda. Parece que es m¨¢s reconfortantetener cerca a San Ernesto de la Higuera, un santo popular que, dicen, ha hecho milagros a favor de sus devotos.
Muchos conservan recortes de peri¨®dico o viejos carteles con la imagen del Che Guevara, enmarcados y con velas encendidas. En la iglesia de Vallegrande se celebran misas pagadas por devotos, an¨®nimos o no, por el alma del Che, al menos una o dos veces a la semana a lo largo de todo el a?o, seg¨²n el sacerdote franc¨¦s Ren¨¦ Heinis.
No hay que descartar que este circuito de turismo aventura se convierta con el tiempo en una ruta de peregrinaje de gente que quiere creer y dar devoci¨®n a algo o a alguien, aunque no compartan necesariamente la ideolog¨ªa del m¨ªtico guerrillero.
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