Los que no dudan de nada
La globalizaci¨®n es la principal caracter¨ªstica del capitalismo actual. Todo cambia vertiginosamente. Las grandes empresas y las econom¨ªas occidentales se mundializan a velocidad acelerada; en 1995, 40.000 multinacionales que produc¨ªan a trav¨¦s de sus filiales en el extranjero el 8% del producto bruto mundial han cambiado su lugar de producci¨®n; estas sociedades daban trabajo a m¨¢s de 30 millones de asalariados fuera de sus naciones de origen y participaban con dos tercios del flujo del comercio internacional.Seg¨²n un informe titulado La inversi¨®n internacional en el 2001, publicado en Francia, Am¨¦rica del Norte y Europa han sido los principales beneficiarios de esta internacionalizaci¨®n, controlando m¨¢s del 78% de las inversiones, pero la tendencia est¨¢ variando y los pa¨ªses del sureste asi¨¢tico devienen en el destino privilegiado de los inversores. Nunca como ahora se han multiplicado las desigualdades.
Ante esta revoluci¨®n, todo el mundo se interroga sobre el futuro del capitalismo y critica sus aspectos m¨¢s lacerantes y la inutilidad de la ciencia econ¨®mica cl¨¢sica para resolverlos. ?Todo el mundo? No. Los ¨²nicos que no est¨¢n perplejos ante los cambios son los sectarios, de la derecha o la izquierda, que tienen siempre f¨®rmulas que parecen recetarios aplicables a cualquier situaci¨®n.
Mi amigo Pedro Schwartz, en su columna de ayer, botaba "desesperaci¨®n entre los cr¨ªticos del capitalismo entre los que me inclu¨ªa. En la ¨²ltima reuni¨®n en Davos (escenario de La monta?a m¨¢gica, de Mann) del Foro Econ¨®mico Mundial -una de las cumbres m¨¢s significativas del capitalismo-, que todos los a?os se re¨²ne en Davos (la de este a?o comienza el 30 de enero), hubo declaraciones muy significativas de gente poco sospechosa de desesperaci¨®n:
-"La mundializaci¨®n ha entrado en fase muy cr¨ªtica. Se puede temer que tenga un impacto muy nefasto sobre la actividad econ¨®mica y la estabilidad pol¨ªtica de muchos pa¨ªses", profesor Klaus Schwab, fundador del Foro.
-"Hay que crear confianza entre los asalariados y organizar la cooperaci¨®n entre las empresas a fin de que las colectividades locales, las ciudades y las regiones se beneficien de la mundializaci¨®n. Si no, asistiremos al resurgimiento de movimientos sociales como los que no hemos visto desde la II Guerra Mundial", Rosabeth Moss Kanter, antigua directora de la Harvard Business Review.
-"Si las empresas no responden a los desaf¨ªos de la pobreza y del paro, las tensiones se acrecentar¨¢n entre los poseedores y los despose¨ªdos y habr¨¢ un aumento considerable de la violencia", Percy Bernevick, patr¨®n de la Asea Brown Boveri.
Si el estr¨¦pito no hubiera triunfado estos d¨ªas con la pol¨¦mica de la falsa amnist¨ªa fiscal, hubi¨¦semos o¨ªdo los ecos de la reuni¨®n de la Internacional Socialista, el otro lado ideol¨®gico del capitalismo, en Roma: la sacralizaci¨®n del mercado produce una inquietud, ya que lleva a preguntarse qu¨¦ es lo que ceder¨ªa -el mercado o la democracia- si alguna vez se produce una contradicci¨®n entre el poder del mercado, respaldado por el fundamentalismo liberal, y el modelo institucional democr¨¢tico.
Hablando de esta organizaci¨®n, es oportuno recordar las tolerantes palabras de aquel gran hombre que fue su presidente, Willy Brandt: "Nuestra ¨¦poca contempor¨¢nea, como ninguna otra ¨¦poca anterior, entra?a mucha! posibilidades, tanto para bien como para mal. Nada se hace solo, y pocas cosas duran para siempre. Por eso, recordad vuestra fuerza y que cada ¨¦poca requiere su propia respuesta".
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