El embajador de Suiza en EEUU declara la "guerra" a la campa?a jud¨ªa contra los bancos
La tregua entre Suiza y las organizaciones que reclaman los fondos confiscados a los jud¨ªos en la II Guerra Mundial -tras el acuerdo de la pasada semana para crear un fondo de ayuda a las v¨ªctimas del holocausto- salt¨® ayer por los aires con la publicaci¨®n en el seminario Sonntags Zeitung de un documento secreto del embajador de Berna en Washington, Carlo Jagmetti en el que llama a declarar la "guerra, tanto en el frente nacional como en el internacional" a las asociaciones jud¨ªas y al senador estadounidense Alfonse D'Amato, "adversarios en los que no se puede confiar".
El documento confidencial, fechado el pasado 19 de diciembre, fue enviado a la comisi¨®n creada en Suiza para investigar la situaci¨®n de los fondos de las v¨ªctimas del nazismo que permanecen depositados en bancos suizos desde el fin de la guerra. "Es una guerra que Suiza debe librar y ganar en los frentes nacional e internacional", argumenta el embajador en Washington en uno de los extractos de su informe publicados ayer por el semanario de Z¨²rich.Al mismo tiempo, Jagmetti recomienda ofrecer una compensaci¨®n, "ya que los c¨ªrculos jud¨ªos y el senador D'Amato deben recibir una satisfacci¨®n lo antes posible" para que "vuelva la normalidad [en las relaciones entre Suiza y la comunidad jud¨ªa internacional] en todos los niveles", y utiliza la palabra "trato" como la m¨¢s adecuada para zanjar el conflicto. Ni la comisi¨®n investigadora ni las autoridades suizas se manifestaron ayer sobre la autenticidad de dicho documento.
Para el secretario general de la Federaci¨®n Suiza de Comunidades Israel¨ªes, Martin Rosenfeld, estos comentarios son "sorprendentes y profundamente insultantes".
El director de Sonntags Zeitung publicaba tambi¨¦n ayer un comentario en el que consideraba que el documento del embajador en Washington "socava la credibilidad de las declaraciones de buena voluntad". "S¨®lo sirve para echar m¨¢s le?a al fuego creado por quienes creen que Suiza no actu¨® con honradez en el caso de los fondos jud¨ªos advert¨ªa.
Los casos del oro nazi y de los fondos jud¨ªos confiscados est¨¢n sacudiendo violentamente la conciencia de los ciudadanos suizos y amenazan con desencadenar una crisis pol¨ªtica. El comit¨¦ central del Partido Socialista, miembro del Gobierno de coalici¨®n helv¨¦tico, vot¨® mayoritariamente el s¨¢bado pedir la expulsi¨®n del ex presidente de la Confederaci¨®n Helv¨¦tica y actual ministro de Econom¨ªa, Jean-Pascal Delamuraz, quien coincidiendo con el final de su mandato como jefe del Estado, a finales del pasado a?o, calific¨® de "chantaje" y "extorsi¨®n" la campa?a de las asociaciones jud¨ªas contra Suiza. Por su parte, Delamuraz ha estimado "inaceptable" la decisi¨®n de una gran mayor¨ªa de sus compa?eros de partido, calific¨¢ndola de "oportunismo" de la clase pol¨ªtica en el seno del socialismo suizo.
Una carta enviada unos d¨ªas m¨¢s tarde por Delamuraz al Congreso Jud¨ªo Mundial, en la que justificaba que sus declaraciones se hab¨ªan debido a una in formaci¨®n deficiente, y el anuncio por las autoridades de Berna el pasado d¨ªa 23 de enero, de crear un fondo para socorrer a las v¨ªctimas del holocasto y para luchar contra el racismo y el antisemitismo, hab¨ªan devuelto t¨ªmidamente las aguas al cauce de las negociaciones.
[En Portugal, por otro lado, el presidente de la Rep¨²blica, Jorge Sampaio, ha pedido al primer ministro, Antonio Guterres, que le informe sobre el oro nazi supuestamente despositado en Lisboa a trav¨¦s del Banco Nacional Suizo, informa la agencia Efe. El senador Alfonse D'Amato asegur¨® el pasado d¨ªa 12 en Nueva York que entre 1943 y 1944 entraron en Espa?a y Portugal 280 camiones con m¨¢s de 100 toneladas de oro procedentes de Suiza.]
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