El precio del agua en las ciudades espa?olas oscila entre las 15 pesetas y las 244 el metro c¨²bico

Melilla, Huesca y Teruel son las ciudades espa?olas donde el agua cuesta menos. Las Palmas de Gran Canarias, Palma de Mallorca y Barcelona son las m¨¢s caras. Seg¨²n los ¨²ltimos resultados de un estudio sobre la calidad y el precio del agua de distribuci¨®n realizado por la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU) en 28 ciudades espa?olas, la diferencia en el precio del agua de una ciudad a otra es tremenda: hasta 20 veces m¨¢s. "Falta una homogeneizaci¨®n en la tarificaci¨®n del agua. Hay que aclarar y simplificar la variabilidad de conceptos", declar¨® ayer el portavoz de la OCU, Jos¨¦ Mar¨ªa M¨²gica. En Melilla una familia paga 15 pesetas por metro c¨²bico de agua, mientras que en Las Palmas de Gran Canarias abonar¨ªa 244.Seg¨²n la OCU, adem¨¢s del suministro de las aguas y alcantarillado los dos servicios que todo municipio debe prestar-, existen otros conceptos que aparecen y desaparecen de una ciudad a otra: depuraci¨®n, contador, recargos y tasas varias. "Hace falta un control claro y transparente del destino del dinero que se cobra en concepto de tasas", asegur¨® M¨²gica. El portavoz de la OCU pidi¨® un recibo ¨²nico, en el que se tengan en cuenta los mismos c¨¢nones. "La, facturaci¨®n tiene que ser por los servicios que realmente se dan y, si se establece un c¨¢non de infraesructura hidr¨¢ulica, que sea claro", a?adi¨®.

M¨²gica insisti¨® en la sustituci¨®n de los contadores comunitarios por individuales "para acabar con los morosos" y en suprimir el concepto de consumo m¨ªnimo. "En algunas ciudades, como Santander, los l¨ªmites son tan elevados que incitan a aumentar el consumo de agua".

El agua gestionada por los ayuntamientos resulta m¨¢s barata -una media de 81 pesetas por metro c¨²bico- que la suministrada por empresas municipales, mixtas o privadas: m¨¢s de 100 pesetas.

M¨²gica aclar¨® que la OCU no est¨¢ en contra de la diferencia de precios", ya que depende de muchos conceptos en cada ciudad, pero se?al¨® que "no se puede justificar desde una pol¨ªtica global y solidaria".