El globo se desinfla

Su rastro no aparec¨ªa por ning¨²n lado ni en las recargadas agendas de los intermediarios, ni en los ordenadores personales de los entrenadores m¨¢s sofisticados. Pero llegaron a Inglaterra el pasado verano, se colaron de puntillas en la final de la Eurocopa y se convirtieron en cotizadas piezas de mercado. Los futbolistas checos asomaron la nariz en el mejor momento posible, cuando los grandes clubes europeos se dispon¨ªan a desabrochar sus billeteros con m¨¢s entusiasmo que nunca. Algunos de ellos se vieron de pronto enriquecidos y dentro de escuadras del mayor post¨ªn, circunstancias inimaginables semanas atr¨¢s. Seis meses despu¨¦s de su estruendoso aterrizaje en la ¨¦lite, los checos vuelven a no hacer ning¨²n ruido. Salvo Nedved (Lazio), la emigraci¨®n checa ha resultado poco rentable. Su prestigio se ha ca¨ªdo al suelo a la misma velocidad que subi¨® al cielo este verano. El boom pas¨® a mejor vida.KOUBA. Guardameta, de 27 a?os. En la Eurocopa rellen¨® algunas p¨¢ginas con tintes de gesta (detuvo un penalti a Pedros que sac¨® a Francia de las semifinales y desesper¨® a paradas en la final al alem¨¢n Klinsmann). S¨ª apunt¨® debilidad en los balones a¨¦reos, pero no como para cerrarse puertas: pujaron por ¨¦l Barcelona, Glasgow Rangers, Besitkas, Wolverhampton y finalmente el Deportivo, que se hizo con sus, servicios a cambio de 250 millones de pesetas. Un gasto innecesario, seg¨²n indican los datos de su temporada: ha jugado s¨®lo dos partidos de Liga (180 minutos), siempre porque cuestiones de fuerza mayor se lo impideron a Songo'o, el titular, y no ha ganado ninguno: un empate, una derrota y dos goles en contra. Incluso en la selecci¨®n ha perdido el puesto. El titular ahora es Srnicek (Newcastle).

BEJBL. Centrocampista, de 24 a?os. En Inglaterra asombr¨® por su facilidad para recuperar la pelota, su celeridad para montar contragolpes y su llegada. No tardaron en llegar las ofertas: Atl¨¦tico, Bolonia, Real Sociedad y Fiorentina. Recal¨® en el Atl¨¦tico por cuatro temporadas por 400 millones de pesetas. Juega (17 partidos), pero no convence. Aunque brill¨® en sus dos ¨²ltimas actuaciones, su rendimiento a¨²n no justifica la suplencia de Vizca¨ªno.

NEDVED. Centrocampista (24 a?os). Su nombre se incluy¨® en muchas de las alineaciones ideales que se hicieron durante la Eurocopa. Se present¨® como un excelente medio de contenci¨®n que se desengancha bien en ataque. Fueron argumentos suficientes para irrumpir de forma luminosa en el calcio italiano. El Lazio le contrat¨® y, por ahora, aunque en la tabla no pasa de la 12? plaza, no se arrepiente: juega y rinde. El Tenerife lo sabe bien. En los octavos de final de la Copa de la UEFA, marc¨® el gol de la ida en Roma (1 -0) y otro en la vuelta en la isla (5-3). Es la excepci¨®n al fiasco checo.

BERGER. Medio punta (23 a?os). Su talento era conocido antes de la Eurocopa. Lo hab¨ªa demostrado ya en el Borussia Dortmund como interior izquierda. El evento internacional confirm¨® su habilidad y su intuici¨®n en los metros de la verdad. Y le abri¨® las puertas de la multimillonaria Premier League. El Liverpool le contrat¨® y lo recibi¨® con fuegos artificiales. Su temporada est¨¢ marcada por los altibajos: le cost¨® hacerse con un hueco, tuvo un mes de noviembre esperanzador, pero finalmente acab¨® perdiendo el puesto: el ingl¨¦s Collymore se lo ha arrebatado.

POBORSKY. El chico de la melena rubia fue la gran revelaci¨®n de la Eurocopa. Velocidad endiablada y peligro permanente. Dibuj¨® un gol de cuchara letal para Portugal, en cuartos, que tardar¨¢ en olvidarse : Y provoc¨® el penalti que hizo so?ar a la Rep¨²blica Checa con ganar la final ante Alemania. El Manchester United lo blind¨® con un suculento contrato por cuatro temporadas. Empez¨® de titular, pero sus carreras cada vez se ven menos por Old Trafford. Es suplente indiscutible.

Los restantes componentes de aquella selecci¨®n que hizo saltar por los aires los pron¨®sticos de la Eurocopa (Latal, Nemec, Kadlec, Kuka, Suchoparek, Hornak ... ) no se subieron al tren del dinero. Siguen donde estaban y despiertan la misma indiferencia. Y as¨ª permanecer¨¢n, se temen, porque la moda checa tiene toda la pinta de haber pasado a mejor vida.