Se editan los dos primeros tomos de las obras completas de Luis Rosales
, Con la ayuda financiera de Caja de Madrid, el celo de un editor no especializado en poes¨ªa -Alejandro Sierra, de editorial Trotta- y el entusiasmo de un pu?ado de amigos, entre ellos Antonio Lago Carballo, su albacea literario, y F¨¦lix Grande, se presentaron ayer los dos primeros vol¨²menes de los cinco de que va a constar la edici¨®n de las obras completas del poeta Luis Rosales."Un poema nunca est¨¢ acabado, ocurre a veces que el poeta se acaba cansando", dec¨ªa Luis Rosales, como record¨® F¨¦lix Grande; y porque un poema nunca est¨¢ acabado, los poemas de Rosales est¨¢n llenos de correcciones, de mejoras, de enmiendas, as¨ª que editar la obra completa del premio Cervantes de 1982, del miembro destacado de la generaci¨®n del 36, no ha sido f¨¢cil; pero ah¨ª est¨¢ ya, en las librer¨ªas, en un solo volumen, el primero de los cinco que vendr¨¢n. Y para asistir a la presentaci¨®n de ese primer volumen y del segundo (un largo ensayo sobre Cervantes y la libertad), y para anunciar los siguientes (tres de aqu¨ª a un a?o: ensayos literarios en prosa sobre el barroco y sus contempor¨¢neos, y un libro in¨¦dito, el quinto tomo, dedicado a la obra po¨¦tica del conde de Salinas); para conmemorar, pues, la puesta en marcha de las obras completas de Rosales hablaron ayer Antonio Lago y F¨¦lix Grande.
Y las palabras de estos dos amigos y lectores entusiastas sirvieron para sacar a Rosales del "purgatorio", del "ninguneo, dicho a la mexicana", en el que est¨¢ metido, en opini¨®n de Grande, Luis Rosales, "uno de los poetas m¨¢s llenos de amor y, por tanto, m¨¢s subversivos del siglo XX espa?ol"; un poeta que, en su c¨®mputo, est¨¢ entre "los cinco o seis poetas m¨¢s importantes de este siglo: Unamuno, Juan Ram¨®n, Machado, Lorca, Cernuda, Alberti y Miguel Hern¨¢ndez", enumer¨® Grande: "Lo dem¨¢s es etc¨¦tera".
Acostarse con la poes¨ªa
F¨¦lix Grande, que lo conoci¨® en 1960, cuando Rosales era mayor, acudi¨® ayer a hablar de su amigo "como si fuese un familiar, y de alguna manera lo soy", y a hablar de Rosales y, sobre todo, de la poes¨ªa, su amante: "Con la poes¨ªa", record¨® Grande que dec¨ªa Rosales, "no se coquetea; con la poes¨ªa uno se acuesta". Y Rosales se acost¨® con ella, resumi¨® Grande, "toda la vida". "El poema tiene que tener una raz¨®n org¨¢nica", record¨® Grande que dec¨ªa Rosales, "no se debe limitar a tener aqu¨ª y all¨¢ un verso brillante; un poema debe ser un todo org¨¢nico".
Luis Rosales ten¨ªa un concepto casi sagrado de la poes¨ªa ("y de la vida, y de la amistad, y de la verdad", a?adi¨® su amigo); ¨¦l consideraba que la poes¨ªa no era suya, "ni de nadie: la poes¨ªa no es de ning¨²n poeta, un poeta no se sirve de las palabras, el poeta es el que se convierte en sirviente de las palabras". Y es lo que hizo Luis Rosales toda la vida: reconocerse servidor de las palabras, ser poeta, sin m¨¢s.
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