EE UU y la OTAN
Mientras los jefes de Estado de la OTAN se preparan para admitir nuevos miembros en la cumbre a celebrar en julio, los que se oponen a una ampliaci¨®n de la Alianza se est¨¢n movilizando para impedir la ratificaci¨®n del Senado norteamericano. Si este siglo ha ense?ado alguna lecci¨®n ha sido la de que nuestra seguridad est¨¢ ligada de forma inseparable a la de Europa; y la OTAN, la instituci¨®n que expresa esta convicci¨®n, ha conseguido impedir durante 50 a?os que haya guerra en Europa. Ahora que el poder sovi¨¦tico ha retrocedido del centro del continente, la OTAN necesita adaptarse a las consecuencias de su ¨¦xito.Los que critican la ampliaci¨®n de la OTAN arguyen que la admisi¨®n de Polonia, la, Rep¨²blica Checa y Hungr¨ªa amenaza las expectativas de una evoluci¨®n democr¨¢tica de Rusia y, por tanto, aumenta el peligro en lugar de disiparlo. Yo opino todo lo contrario. El ministro de Defensa sovi¨¦tico, ?gor N. Rodionov, ha explicado recientemente su oposici¨®n a la ampliaci¨®n de la OTAN alegando que priva a Rusia de un espacio amortiguador en Europa central. Si la OTAN aceptara este argumento, perpetuar¨ªa la injusticia de la ¨®rbita sat¨¦lite sovi¨¦tica al condenar a las naciones reci¨¦n liberadas de Europa central a la impotencia institucionalizada. Y acumular¨ªa interminables dificultades futuras.
Basar la seguridad europea y atl¨¢ntica en una tierra de nadie entre Alemania y Rusia va en contra de la experiencia hist¨®rica, especialmente la del periodo de entreguerras. Producir¨ªa dos categor¨ªas de fronteras en Europa: las que est¨¢n amenazadas en potencia pero no son seguras, y las que est¨¢n seguras pero no amenazadas. Si la frontera oriental de Alemania se define como el l¨ªmite de la defensa com¨²n, Alemania se ver¨ªa obligada a poner en duda el papel de l¨ªder de Estados Unidos e intentar¨ªa influir en la cuesti¨®n de la seguridad de ese espacio amortiguador. Por tanto, la no ampliaci¨®n de la OTAN podr¨ªa suponer o la colisi¨®n o la connivencia entre Alemania y Rusia. En cualquier caso, la abdicaci¨®n de EE UU provocar¨ªa un terremoto pol¨ªtico que pondr¨ªa en peligro intereses norteamericanos vitales. Las consideraciones de este tipo son las que han transformado al gran presidente checo, V¨¢clav Havel, en un fuerte defensor de la ampliaci¨®n de la OTAN. Ardiente activista de los derechos humanos, aprecia sin duda las razones para alentar a una evoluci¨®n democr¨¢tica en Rusia. Pero evidentemente cree que incluso el resultado m¨¢s optimista -que est¨¢ muy lejos de ser segurocostar¨¢ m¨¢s tiempo de lo que resulta compatible sin peligro con el establecimiento de un vac¨ªo de. poder en Europa central. No conozco a ning¨²n l¨ªder de Europa central que no comparta esta opini¨®n.
La ampliaci¨®n de la OTAN supone, por encima de todo, un importante beneficio pol¨ªtico para Estados Unidos. El primer mandato de Clinton estuvo se?alado por la pol¨¦mica relativa de hasta qu¨¦ punto se "ampliar¨ªa" globalmente la democracia con el apoyo pol¨ªtico y la presi¨®n econ¨®mica. No obstante, ambas partes de ese debate deber¨ªan poder ponerse de acuerdo sobre la importancia de aumentar la democracia donde ya existe. En este segundo mandato, la Administraci¨®n de Clinton tiene la posibilidad de enlazar las naciones del Atl¨¢ntico y del hemisferio occidental revitalizando las instituciones ya existentes y creando otras nuevas.
Desgraciadamente, la Administraci¨®n de Clinton ha complicado la ampliaci¨®n de la OTAN con su ambivalencia. Cuando surgi¨® la cuesti¨®n por primera vez, el presidente Clinton contrast¨®, en un discurso pronunciado ante el Consejo de la OTAN el 10 de enero de 1994, la propuesta de ampliar la OTAN con lo que ¨¦l denomin¨® una "visi¨®n mejor": "?Por qu¨¦ deber¨ªamos trazar una nueva l¨ªnea a trav¨¦s de Europa un poquito m¨¢s al este? ?Por qu¨¦ deber¨ªamos hacer ahora algo que podr¨ªa hipotecar irremisiblemente el mejor futuro posible para Europa?". El presidente describi¨® el acuerdo ideal como la adhesi¨®n de una Rusia democr¨¢tica y de los Gobiernos democr¨¢ticos surgidos tras la desintegraci¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Ese planteamiento es compatible con la ampliaci¨®n de la OTAN tan s¨®lo si, al final, la Alianza admite a la propia Rusia.
La llegada al Departamento de Estado de Madeleine Albright, fuerte partidaria de la ampliaci¨®n de la OTAN, deber¨ªa permitir una postura p¨²blica m¨¢s coherente. La Administraci¨®n debe empezar a separar los fines de los medios y presentar una base compatible con sus objetivos. La perspectiva de que la ampliaci¨®n de la OTAN pueda incluir finalmente a Rusia confunde a todas las partes. Porque Rusia est¨¢ en, pero no es de Europa; bordea Asia, Asia central y Oriente Pr¨®ximo, y persigue unos objetivos a lo largo de esas fronteras que son dif¨ªciles de reconciliar con los de la OTAN. La calidad de miembro de Rusia diluir¨ªa la Alianza hasta el punto de la irrelevancia.
Esta ambivalencia ha producido una inconsistencia entre la declaraci¨®n de objetivos de la Administraci¨®n y la forma pausada en que intenta cumplirlos. Seg¨²n los planes actuales, la cumbre de la OTAN en la que se anunciar¨¢ la ampliaci¨®n ir¨¢ seguida de conversaciones t¨¦cnicas -que se calcula durar¨¢n dos a?os- referentes a cuestiones militares y t¨¦cnicas, as¨ª como a la estandarizaci¨®n de equipos militares, con cada uno de los aspirantes.
Este procedimiento tambi¨¦n confunde los fines con los medios. La trascendencia de la ampliaci¨®n de la OTAN reside en garantizar las fronteras de los nuevos miembros y no deber¨ªa esperar a la resoluci¨®n de, todos los detalles t¨¦cnicos.
A¨²n m¨¢s preocupante es la estrategia de intentar engatusar a los rusos mediante el di¨¢logo entre el secretario general de la OTAN y los dirigentes de Rusia. Se abre un amplio abanico de posibilidades: observadores rusos en los organismos inferiores de la OTAN, observadores rusos en el mismo cuartel general de la OTAN y la asistencia del ministro de Asuntos Exteriores ruso el ultimo d¨ªa de la reuni¨®n bianual de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN.
La panoplia de propuestas se aproxima peligrosamente a convertir a Rusia en miembro no integrado de la OTAN, pr¨¢cticamente igual que estuvo Francia antes de que volviera a unirse al mando de la Alianza. Esa intensificaci¨®n del papel de Rusia desv¨ªa a la instituci¨®n de su misi¨®n primaria de defensa e inicia el proceso de convertir a la OTAN en un vago foro paneuropeo m¨¢s parecido a las Naciones Unidas que a una alianza militar.
Cualquier estudioso serio de la historia admitir¨¢ la importancia de un sistema de seguridad europeo que permita a Rusia contribuir de forma responsable sin crear nuevos peligros. Pero una OTAN fuerte que consolide la seguridad en Europa central es un camino mejor para llegar a este objetivo -incluso para Rusiaque alinearse con Rusia en su preferencia de un espacio amortiguador amistoso, cuya b¨²squeda ha arrastrado a Rusia a siglos de aventuras autodestructivas. Ning¨²n an¨¢lisis racional puede respaldar la perspectiva de que Rusia, con m¨¢s de 20.000 armas nucleares, se enfrenta a la amenaza de una invasi¨®n de Occidente en un momento en el que las dos terceras partes de las fuerzas norteamericanas est¨¢n siendo retiradas de Europa.
Idear un papel responsable para Rusia no es un desafio militar, sino pol¨ªtico. Se podr¨ªa constituir un organismo pol¨ªtico dentro de la Organizaci¨®n para la Seguridad y la Cooperaci¨®n en Europa que se reuniera peri¨®dicamente para revisar la situaci¨®n internacional. La OTAN como instituci¨®n podr¨ªa discutir con Rusia cuestiones militares como el control de armas en Europa central siguiendo el modelo de negociaciones para la Reducci¨®n Mutua y Equilibrada de Fuerzas. Se podr¨ªa dar un papel pol¨ªtico m¨¢s relevante a la reuni¨®n de los jefes de Estado del G-7 y Rusia podr¨ªa ser invitada a participar.
Finalmente, la cumbre de la OTAN para la ampliaci¨®n podr¨ªa declarar que aplicar¨ªa las mismas restricciones en Europa central que las existentes en Alemania Oriental: ning¨²n despliegue de armas nucleares ni ning¨²n emplazamiento permanente de fuerzas extranjeras. Todos estos pasos ser¨ªan preferibles a forzar la realidad y la credulidad intentando convertir la ampliaci¨®n de la OTAN en algo apetitoso (y al mismo tiempo irrelevante) tentando a Rusia con la perspectiva de la pertenencia de facto a la Alianza Atl¨¢ntica.
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