Suntuosos y abandonados
Son suntuosos y soberbios. A veces, monumentales. Se alzan en el coraz¨®n de la ciudad, en la Gran V¨ªa, Alcal¨¢ o Fortuny. Unos muestran en sus fachadas los torsos de cari¨¢tides mudas sujetando balconadas. Otros presentan arcadas de medio punto cuya combadura aguanta toneladas de piedra noble. Los m¨¢s culminan en voladizos atrevidos o en estatuas que desaf¨ªan al cielo de Madrid. Todos proceden de ¨¦pocas de riqueza. Todos reflejan esplendores idos. Casi todos est¨¢n deshabitados.Se trata de un gran pu?ado de edificios singulares madrile?os que permanecen desde hace d¨¦cadas desocupados y silenciosos. Cuestan miles de millones de pesetas y su renta de situaci¨®n parece inmejorable. Pero pocos madrile?os saben por qu¨¦ raz¨®n languidecen as¨ª, tantos a?os vac¨ªos y solitarios. Recuperarlos es posible, pero bastante m¨¢s dif¨ªcil de lo que parece.
Los edificios fueron hoteles de post¨ªn, como el Avenida, en Gran V¨ªa, 36; o sedes de compa?¨ªas comerciales o de seguros, como el de la Mutua Mercantil, en la misma avenida diez n¨²meros m¨¢s abajo, que se extinguieron antes de perecer sus clientes. Este martes, precisamente, Madrid ser¨¢ escenario de la mayor subasta inmobiliaria de los ¨²ltimos tiempos, con edificios y pisos procedentes de quiebras de empresas de seguros. La Comisi¨®n Liquidadora de Entidades Aseguradoras los sacar¨¢ al mercado. M¨¢s de 6.000 millones de pesetas en juego.
En estos edificios, un buen d¨ªa acab¨® el negocio; quedaron vac¨ªos y comenzaron a vegetar mientras la ciudad crec¨ªa a su alrededor. Hoy a¨²n se yerguen silenciosamente en medio del traj¨ªn de la ciudad, rodeados por cines, restaurantes o zapater¨ªas. Pero parece que se hallaran envueltos por una aureola de misterio que s¨®lo en noches de lluvia algunos mendigos urbanos, en busca de amparo o de soledad, se atreven a quebrar.
Un recorrido de la mirada descubre con fatiga el- esfuerzo a realizar para recomponer, en este centenar largo de edificios madrile?os, todo su viejo orden hoy herido de muerte por el tiempo. Pertenecen a particulares o a inmobiliarias que se las ven y se las desean para venderlos, siquiera para alquilarlos. Su rehabilitaci¨®n resulta ser un caro y laber¨ªntico proceso. Una vez alcanzada la costosa salida del d¨¦dalo, no siempre aguarda el ¨¦xito.
Inmuebles multimillonarios
"Se alquila edificio, 6.000 metros cuadrados", reza un cartel gigantesco colgado sobre la fachada de Gran V¨ªa, 52. El inmueble fue rehabilitado con una inyecci¨®n superior . a los mil millones por una empresa de seguridad que, posteriormente a su reforma, quebr¨®. Tiene siete plantas, seis ascensores y fachadas a tres calles. Posee piscina, incluso una sala de asambleas, un verdadero, hemiciclo, con 375 esca?os y una megafon¨ªa mejor que la de la Asamblea de Madrid, informa su agente inmobiliario, el se?or Jim¨¦nez. Comprarlo cuesta unos 2.500 millones de pesetas. Alquilarlo, nueve millones al mes.En las 350 hect¨¢reas de casco hist¨®rico de Madrid, uno de los m¨¢s grandes de las capitales europeas, hay aproximadamente unos 10.000 edificios catalogados por el Ayuntamiento. As¨ª lo exigen la Ley del Patrimonio Hist¨®rico y la Ley del Suelo, explica el arquitecto Javier Guti¨¦rrez Marcos, de la Consejer¨ªa de Cultura de la Comunidad de Madrid. Del conjunto de inmuebles, unos dos centenares aproximadamente han sido declarados bienes de inter¨¦s cultural por su singularidad hist¨®rica o art¨ªstica. Trescientos edificios m¨¢s se encuentran en proceso de declaraci¨®n por parte de la Comunidad.
Estos 500 edificios se acogen a un r¨¦gimen de protecci¨®n desminado integral, que los convierte pr¨¢cticamente en intocables.
Vienen luego unos 2.500 inmuebles m¨¢s, sometidos a un tipo de protecci¨®n denominado estructural: guarece tanto su fachada como sus elementos internos, del tipo de patios, muros, ornamentaciones y otros. Hay, por ¨²ltimo, un tercer grupo, de unos 7.000 edificios, con protecci¨®n parcial referida a la fachada y a alg¨²n elemento interior. Cuando amenazan ruina, la protecci¨®n obliga a respetar su ambiente. Entre todas estas categor¨ªas se hallan encuadrados los edificios singulares, que durante d¨¦cadadas han dibujado el rostro de la ciudad.
Por su parte, el Ministerio de Cultura tutela aquellos edificios declarados bienes de inter¨¦s cultural que dependen del Patrimonio del Estado.
Tutela auton¨®mica
En cuanto a la Comunidad de Madrid, mantiene competencias plenas sobre todos los bienes que no dependan del Estado, como los edificios catalogados de propiedad particular. Tutela, adem¨¢s, los bienes de la Iglesia.Aunque los inmuebles no est¨¦n protegidos por hallarse fuera de la catalogaci¨®n que rige para el conjunto hist¨®rico -el Madrid de los Austrias y el de los Borbones, los Ensanches, Altos del Hip¨®dromo, Chamber¨ª, Salamanca, paseo de las Acacias-, la intervenci¨®n sobre estas edificaciones est¨¢ regulada.
Una plataforma mixta, la Comisi¨®n Local del Patrimonio, Hist¨®rico de la Comunidad de Madrid y la Comisi¨®n de Defensa del Patrimonio Hist¨®rico, del Ayuntamiento, se re¨²ne cada martes en la Gerencia Municipal de Urbanismo. All¨ª estudian una a una las licencias de intervenci¨®n solicitadas. Las preocupaciones no son por las fachadas, sino m¨¢s bien por los hombres y mujeres que podr¨ªan vivir en su interior. El destino de todos los grandes inmuebles est¨¢ en sus manos.
Su desolada presencia en el coraz¨®n latente de la ciudad hace abrigar la esperanza en que se contagien de su vitalidad y un d¨ªa cercano salgan del silencio y el abandono en el que muchos de ellos se ven hoy sepultados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.