Soler, en la historia
Es una manera como otra cualquiera de entrar en la historia. La movilidad, el ir de ac¨¢ para all¨¢, con las maletas siempre a punto. Eso es lo suyo. Sin hogar fijo, sin echar ra¨ªces. ?D¨®nde estoy? Miquel Soler igual¨® ayer una marca impresionante: ha jugado en Primera Divisi¨®n con seis equipos distintos. Ha sudado las camisetas del Espanyol, Barcelona, Atl¨¦tico de Madrid, Sevilla, Real Madrid y Zaragoza. Hoy blanquiazul, ma?ana azulgrana. O rojiblanco. O blanco. La memoria y las hemerotecas recuerdan que all¨¢ por los a?os cincuenta un futbolista llamado Michel consigui¨® la misma proeza. Probablemente ya no le d¨¦ tiempo a Soler a dinamitar el registro que ambos comparten. Y es posible que ayer, cuando pisaba el c¨¦sped de La Romareda, no se diera cuenta de que la historia del f¨²tbol espa?ol le ha guardado un hueco. Adornado con seis camisetas. Trece a?os en la ¨¦lite y 314 partidos disputados le contemplan. Soler es el rey del traslado, maleta en ristre, licenciado, o casi, en geograf¨ªa hispana. El Zaragoza, adem¨¢s, gan¨® 5-0, que es como hay que celebrar estas cosas.Deb¨² y expulsi¨®n de Soldevila. Debutaba Soldevila, un futbolista de la cantera del Espanyol, y al chaval no se le olvidar¨¢ el evento. Y no precisamente por la alegr¨ªa del estreno. Sustituy¨® a un compa?ero en la segunda parte, y cuando se quiso dar cuenta estaba de nuevo en el vestuario. De donde, por lo que se ve, nunca debi¨® salir. Brito Arceo le mand¨® all¨ª, expulsado, con la cabeza gacha. Fue el suyo el deb¨² m¨¢s triste que se recuerda. O, al menos, el m¨¢s borroso, en el que apenas se vio el rojo de una tarjeta.
Urzaiz dio las gracias y marc¨®. Volvi¨® Urzaiz a Sarri¨¤, a la casa que le vio renacer como futbolista. En los proleg¨®menos del partido se le entreg¨® un trofeo que le reconoc¨ªa como el jugador m¨¢s combativo de la pasada temporada. Urzaiz, educado, dio las gracias y salud¨® al p¨²blico. Pero ah¨ª se qued¨® la deferencia con sus ex. Porque no dud¨® en conseguir el segundo tanto del Athletic. Tuvo el detalle, claro, de no celebrarlo, como est¨¢ de moda. Pero quienes al principio le jalearon hubieran cambiado tanto detallismo por un triunfo de los suyos.
El Calder¨®n, con Antic. La pol¨¦mica creada entre Antic y Clemente -ya se sabe, aqu¨¦l dud¨® de la legalidad del sorteo de Copa y ¨¦ste le llam¨® gordo y adicto a la espuma cervecera- ha puesto en guardia a la afici¨®n del Atl¨¦tico, que no ha dudado en defender a su t¨¦cnico. El Calder¨®n amaneci¨® hace unos d¨ªas adornado con pintadas a su favor. Y ayer asomaron varias pancartas en la grada. Una de ellas era toda una declaraci¨®n de amor: "Antic, yo s¨ª te quiero, te admiro y te respeto", rezaba aqu¨¦lla.
El maquillaje de Aizkorreta. Cualquier medio es bueno para estar a gusto sobre el c¨¦sped. El ejemplo m¨¢s claro lo dio ayer Aizkorreta, portero del Logro?¨¦s. Consideraba que los focos del Calder¨®n podr¨ªan, deslumbrarle. Y al mas puro estilo del f¨²tbol americano, se dio pintura negra debajo de los ojos, una buena manera de evitar los reflejos luminosos.
Bilardo, contra el siglo XX. Bilardo no es de este siglo. Dos semanas le han bastado para quejarse de las c¨¢maras, las fotograf¨ªas, los micr¨®fonos, la prensa, la tele, la radio, el mundo de la informaci¨®n, de la comunicaci¨®n. En definitiva, de todo aquello a lo que debe el ganarse lujosamente la vida con el f¨²tbol y sentarse en el banquillo de un equipo con la historia del Sevilla. El martes hizo lo imposible por taparle la boca a la libertad de expresi¨®n. Que muera el siglo XX. Y como el despotismo es muy atrevido, decidi¨® que no har¨ªa declaraciones a ning¨²n medio de comunicaci¨®n que no fuera de Sevilla. Xenofobia declarativa podr¨ªa llamarse el asunto. El Compostela le dijo que en su sala de prensa o todos o ninguno. Bilardo, por supuesto, dijo que ninguno.
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