Bolivia privatiza sus grandes empresas para capitalizar los fondos de pensiones
La adjudicaci¨®n a dos gestoras espa?olas de los dos fondos de pensiones bolivianos, que funcionar¨¢n a partir de abril, culmina una de las mayores y m¨¢s profundas transformaciones estructurales del Estado boliviano desde 1985. Los fondos de pensiones, cuya administraci¨®n fue adjudicada a Invesco Argentaria y Provisi¨®n-BBV el pasado enero, se han capitalizado en parte con la privatizaci¨®n de cinco grandes empresas.
Los nuevos fondos reemplazar¨¢n al sistema "de reparto", vigente casi 50 a?os. Adem¨¢s de la privatizaci¨®n de empresas, los fondos cuentan con aportaciones de los afiliados al sistema, en cuentas individuales.El sistema pretende distribuir los beneficios de la privatizaci¨®n parcial de las' empresas p¨²blicas a todos los ciudadanos, desde que cumplan 65- a?os, mediante un bono anual de solidaridad, Bonosol- de unos 250 d¨®lares (unas 35.500 pesetas). El monto puede no parecer significativo, pero s¨ª lo es para campesinos cuya renta anual no suele pasar. en algunas zonas del pa¨ªs de los 100 d¨®lares al a?o, menos de 15.000 pesetas.
La otra fuente de recursos ser¨¢n las aportaciones de los afiliados a la seguridad social, en cuenta, individual. La rentabilidad de las inversiones que consigan las gestoras espa?olas se repartir¨¢ de forma proporcional a la aportaci¨®n de cada uno.
Hasta 1985, Bolivia tuvo una econom¨ªa centralizada. El Estado controlaba el 70% del sector productivo y era el primer empleador. La mayor. parte de las 150, empresas estatales arrojaba p¨¦rdidas. Muchas fueron liquidadas y otras 70 privatizadas.
Las seis mayores fueron privatizadas de forma parcial, mediante ampliaciones del 50% de su capital para dar entrada al sector privado extranjero. El 50% de las acciones que pertenec¨ªan al Estado boliviano han sido transferidas gratuitamente a los "ciudadanos elegibles", es decir, a todos los bolivianos con 21 a?os cumplidos al 31 de diciembre de 1995.
Esta participaci¨®n permanecer¨¢ en el fondo de capitalizaci¨®n colectiva, ahora con un monto de 1.670 millones de d¨®lares (unos 237.140 millones de pesetas). Sus beneficios llegar¨¢n a manos de cada boliviano a med¨ªda que, vayan cumpliendo los 65 a?os. Este l¨ªmite de edad ha sido muy criticado por el hecho de que la esperanza de vida apenas llega a los 60, seg¨²n los ¨ªndices de desarrollo humano de organismos internacionales.
Los cambios en el pa¨ªs, incluida la transformaci¨®n del sistema de pensiones, impulsados por el Gobierno de Gonzalo S¨¢nchez de Lozada, han sido sistem¨¢ticamente rechazados por los trabajadores, con huelgas y manifestaciones callejeras. Los sindicatos temen que las reformas les perjudiquen o terminen por enajenar el patrimonio boliviano.
De hecho, las pr¨®ximas semanas La Paz ser¨¢ escenario de nuevas manifestaciones de protesta y otras medidas de presi¨®n que preparan los dirigentes de la Central Obrera Boliviana para rechazar la ley de reforma de pensiones y exigir aumentos de salarios. El secretario de conflictos de la central, Vitaliano Mamani, ha declarado que una comisi¨®n analizar¨¢ las reformas y proponndr¨¢ alternativas, porque "no queremos oponernos por oponernos".
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