D'Alema se presenta como la ant¨ªtesis de Craxi para dirigir la izquierda italiana
La comparaci¨®n con el ex l¨ªder socialista exiliado en T¨²nez la hab¨ªan hecho los peri¨®dicos, y Massimo d'Alema ten¨ªa que marcar las distancias el d¨ªa de su consagraci¨®n, como l¨ªder y candidato a primer ministro de la izquierda italiana. "Incluso prescindiendo de aspectos morales, somos lo contrario de Bettino Craxi. El dividi¨® a la izquierda y se ali¨® con la Democracia Cristiana. Nosotros hemos unido a la izquierda y nos hemos aliado para gobernar con las fuerzas cat¨®licas m¨¢s avanzadas" dijo D'Alema anoche, ante el congreso que cierra la evoluci¨®n desde el hist¨®rico Partido Comunista Italiano hasta la socialdemocracia.
Los delegados reunidos en un centro congresual del sur de Roma le respondieron con un denso aplauso que presagiaba el voto casi un¨¢nime que D'Alema obtendr¨¢, sin duda, hoy, cuando sea, reelegido secretario del Partido Democr¨¢tico de la Iquierda (PDS). El congreso completar¨¢ la aprobaci¨®n de los estatutos que, hacia el pr¨®ximo mes de junio, permitir¨¢n que esta formaci¨®n surgida en 1991 de la corriente mayoritaria del Partido Comunista Italiano confluya con elementos del disuelto Partido Socialista Italiano (PSI) y otros sectores minoritarios de izquierda en' un nuevo partido confederal integrado en la Internacional Socialista, cuyo nombre y s¨ªmbolos est¨¢n a¨²n por determinar."En todos los pa¨ªses de Europa gobernados por un sistema democr¨¢tico bipolar, hay un gran partido de izquierdas que tiene entre el 30% y el 35% de los votos. La fragmentaci¨®n es una debilidad del sistema pol¨ªtico italiano", dijo D'Alema, para expresar el objetivo de esta transici¨®n final del PDS. "Italia es el ¨²nico pa¨ªs europeo en el que, como en los pa¨ªses del Este, la funci¨®n de direcci¨®n del partido ha estado separada de la funci¨®n de gobierno. Creo que eso tiene que ver con un ejercicio no responsable del poder caracter¨ªstico de la partito cracia", a?adi¨®, para justificar que, concluida la transici¨®n, el secretario del partido deber¨¢ ser el candidato natural a presidir el Gobierno. En la actualidad, el PDS es, con algo m¨¢s del 21% de los votos, el primer partido de Italia. Pero el Gobierno de centro izquierda lo preside Romano Prodi, l¨ªder de la coalici¨®n Olivo, que no pertenece a ning¨²n partido.
Malos humores
El discurso de D'Alema cerr¨® tres d¨ªas de intervenciones que han puesto de manifiesto que en el PDS persisten malos humores por la falta de debate interno y puntos de vista diferentes sobre las pol¨ªticas concretas a seguir. Pero las divergencias no estallan, porque hay una convicci¨®n generalizada del car¨¢cter ineludible de la transformaci¨®n promovida por D'Alema.El punto m¨¢s pol¨¦mico ha sido la reforma del Estado social, que el vicepresidente del Gobierno, Walter Veltroni, consider¨® prioritaria, lo que le vali¨® ser tildado de "falso innovador" por Sergio Cofferati, secretario del principal sindicato de la izquierda, en un discurso que puso en pie a la militancia. D'Alema comenz¨® por mostarse ayer comprensivo con Cofferati, "que", dijo, "expresa un verdadero sufrimiento social". Pero termin¨® criticando la "cerraz¨®n" y la "sordera" del sindicalista.
La nueva izquierda que propone D'Alema es "m¨¢s dubitativa" que la tradicional, aunque segura de que su difusi¨®n internacional va pareja a la globalizaci¨®n de la econom¨ªa y de que resistir¨¢ el lastre de la ca¨ªda del comunismo y de la crisis simult¨¢nea del Estado social. Es una izquierda que est¨¢ de vuelta de "una cierta idea del igualitarismo", de "una cultura industrialista y machista", y que va m¨¢s all¨¢ de un modelo socialdem¨®crata superado, aunque utilice las estructuras de los partidos que lo promov¨ªan para volver a aglutinar a los progresistas.
Una reforma del Estado italiano que garantice la estabilidad en el contexto de una democracia bipolar y la adhesi¨®n desde el primer momento a la Uni¨®n Monetaria Europea fueron los dos objetivos b¨¢sicos recalcados por D'Alema.
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