Moci¨®n de censura en Pelahust¨¢n
Desde el m¨¢s profundo respeto a las leyes de un Estado democr¨¢tico de derecho, escribo estas l¨ªneas para expresar mi indignaci¨®n por el uso que se hace de ellas en algunas ocasiones. Me estoy refiriendo a la moci¨®n de censura presentada por el Partido Popular en el Ayuntamieno de Pelahust¨¢n con el voto de un concejal tr¨¢nsfuga del PSOE.Creo que el juego democr¨¢tico debe de tener unos l¨ªmites que est¨¦n dentro de una ¨¦tica; ahora y en m¨¢s ocasiones ha demostrado el PP que carece de ella. Debe ser muy importante la alcald¨ªa de este peque?o pueblo (el m¨ªo), de apenas cuatrocientos habitantes, como. para "arrebat¨¢rsela" a su. leg¨ªtimo ganador, el PSOE. Pero los dirigentes del PP, que se llenan la boca en todos los medios de comunicaci¨®n de no aprovecharse de concejales tr¨¢nsfugas, hacen todo lo contrario' y buscan el m¨¢s m¨ªnimo resquicio para poner en pr¨¢ctica sus verdaderas intenciones.
Son expertos en crear crispaci¨®n, como se ha podido demostrar en ese peque?o pueblo, alterando la convivencia pac¨ªfica de sus vecinos, pues` hab¨ªa que ver el despliegue de fuerzas de la Guardia Civil antidisturbios de que se hizo gala la tarde-noche del d¨ªa 15 de febrero para poder vigilar a esas personas, que anteriormente fueron envenenadas por la sinraz¨®n de unos dirigentes provinciales del PP que nada han hecho por evitar que se deteriore esa convivencia; m¨¢s bien se puede entender que son los principales responsables de este desaguisado.
No creo que. merezca la pena lo que han hecho los dirigentes provinciales del PP, pero deben estar muy satisfechos de ello, demostrando que han actuado con sana, rencor y al todo vale con tal de ganar una alcald¨ªa m¨¢s y apunt¨¢rsela en las estad¨ªsticas, aunque sea en contra de la buena voluntad de un pueblo que vot¨® por primera vez a una alcaldesa con ganas de trabajar, y con mucha fuerza y sacrificio para hacerlo, tratando por igual y con amabilidad a todos.
Quiero dar fe del enorme aprecio de que hicieron gala los vecinos de Pelahust¨¢n (tanto la buena gente de derechas como d¨¦ izquierdas), de su alcaldesa, comprendiendo en estos momentos que aqu¨ª no cab¨ªan ideolog¨ªas, sino la buena gesti¨®n de ella y su equipo de gobierno, que empezaba a dar sus frutos-.
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