Traslado a Viena

Una decena de damas y otra de caballeros de la alta sociedad madrile?a se vistieron anoche de tiros largos. Por alta sociedad se entiende gente de dinero o de buen gusto. O de ambas cosas a la vez, que no siempre se dan. El caso es que se atildaron con traje blanco escotado ellas y de chaqu¨¦ ce?ido ellos, con pajarita blanca y cuello quebrado, para participar en el baile de debutantes que por primera vez se celebr¨® en el Casino de Madrid, en la calle de Alcal¨¢, 15. De esta forma, se reinaguraba all¨ª la tradici¨®n que el embajador de Austria en Espa?a, Richard Botava, defini¨® como un traslado a Viena. El vals fue, como cada a?o, el veh¨ªculo empleado por los j¨®venes y sus parientes para deslizarse en su viaje repleto de m¨²sica hacia la ciudad de los Strauss.Bajo frescos flanqueados por angelotes en cuyos rompimientos colgaban dos espl¨¦ndidas l¨¢mparas de La Granja, con pesados lagrimones transparentes; entre cuadros de Romero de Torres y ?lvarez de Sotomayor; en tite el aroma de perfumes muy caros y al son de la polonesa de Johan Strauss, las parejas se adentraron en el Sal¨®n Real del Casino. Una orquesta de seis profesores de la compa?¨ªa Lufthansa, amenizaba la velada.

Herbert Lempka, ingeniero alem¨¢n d¨¦ la casa Siemens, y. su esposa Ruth, han sido los instructores de baile de los j¨®venes debutantes a los que, formados en parejas, el ingeniero bailar¨ªn present¨® al p¨²blico. Gestos de ilusi¨®n en ellas de gravedad ellos. Cogidos de las manos, enguantadas de largo las de las damas y de corto, tambi¨¦n blanco, las de los chicos, se arrancaron con el vals del emperador que la orquesta acometi¨® con energ¨ªa.

Una vez hechas las presentaciones, par¨® la m¨²sica, y Carmen Grandal, presidenta de la secci¨®n espa?ola de la organizaci¨®n ben¨¦fica V¨ªa Mar¨ªa, se dirigi¨®, a los asistentes, hasta 130 familiares m¨¢s los debutantes, y explic¨® las razones de tal fasto. La meta ser¨¢ la creaci¨®n del colegio Acam¨¢n para ni?os con problemas en Tenerife. A tal fin ir¨¢n destinadas las 17.000 pesetas que costaba el cubierto.

El entusiasmo de la pareja Lempka, el apoyo del embajador austr¨ªaco y de su esposa, as¨ª como la ilusi¨®n del presidente del Casino, Manuel Garc¨ªa Miranda, tambi¨¦n diplom¨¢tico, han hecho posible esta edici¨®n del baile de debutantes iniciado hace 12 a?os en el hotel Ritz si bien luego otros 10 en el hotel Palace y desde anoche comenzaba tradici¨®n en plena calle de Alcal¨¢.

En este preludio de la primavera, pese a la desacralizaci¨®n conseguida por las madrile?as en casi todos los escenarios sociales, el blanco de los trajes, la gravedad de los atuendos masculinos, las flores y el ambiente del Casino de Madrid, ten¨ªan anoche una p¨¢tina de rito de iniciaci¨®n a algo que pese a parecer ya ido, a¨²n flotaba en las mentes de los que bailaban y los que aplaud¨ªan.