Relatos extraordinarios de Mario Conde

En julio de 1990, Mario Conde orden¨® personalmente a su director general, Javier Abad, pagar con dinero procedente de la sociedad Banesto Industrial Investment (BII), Isla de Gran Caim¨¢n, una factura por valor de 600 millones de pesetas. Abad obedeci¨® a su jefe. Conde ha declarado no saber a nombre de qui¨¦n iba la factura. Solo conoci¨® por la prensa el nombre de la sociedad -Argentia Trust, Saint Vincent, Antillas-, seg¨²n ha dicho, cuatro a?os m¨¢s tarde, en 1994. Esa factura; dice el ex banquero fue pagada por exigencia de sus asesores de entonces, Antonio Naval¨®n y Diego Selva -que hoy declaran en el juicio como testigos- para atender compromisos relacionados con una presunta colocaci¨®n de acciones de la Corporaci¨®n Industrial en 1990. Entre los trabajos encomendados, dice Conde, estaba crear un clima pol¨ªtico adecuado a las exenciones fiscales solicitadas para crear la corporaci¨®n. Entre las gestiones cit¨® varias entrevistas con el dirigente socialista Jos¨¦ Mar¨ªa Benegas hasta llegar, finalmente, al presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, a fin de conseguir a trav¨¦s suyo lo que, presuntamente, el ministro Carlos Solchaga le negaba.

Conde, ordenante del pago, se enter¨®, pues, que la beneficiaria de 1600 millones fue Argentia Trust "por la prensa", en 1994. Naval¨®n, la persona que presuntamente dio el nombre. de la sociedad a la que deb¨ªa pagarse, ha declarado ante el juez Miguel Moreiras que "conoci¨® la existencia' de Argentia por la prensa".

Y Diego Selva, colaborador de Naval¨®n, declar¨® que promovi¨® las negociaciones de Conde con el banco European Banking Corp. (ERC), Zurich, para hacer una colocaci¨®n privada de acciones. Sab¨ªa, dijo, que se buscar¨ªa un trust, y que Conde ofreci¨® al EBC, cuyo vicepresidente era Wolfigang K. Menzel, "la canitidad de 600 millones de pesetas por colocar entre el 5% y el 10% de la Corporaci¨®n Industrial". Selva agreg¨®: "Esto es todo lo que yo s¨¦ sobre esta operaci¨®n. Posteriormente, he le¨ªdo en la prensa que el trust se llama Argentia Trust".

Los tres, pues, se enteraron por la prensa de la existencia de Argentia Trust. Sin embargo, Conde declar¨® lo contrario al juez Moreiras: "Yo pagu¨¦ los trabajos a qui¨¦n Naval¨®n y Selva me dijeron, que era Argentia Trust, aunque de esto me enter¨¦ despu¨¦s cuando me presentaron la factura". Entonces, ?se enter¨® como ahora pretende en 1994?

El ex banquero s¨®lo lo supo por prensa, cuatro a?os m¨¢s tarde. La factura lleg¨® por arte de magia a Banesto. Esto es lo que se pretende. Sin embargo, qu¨¦ mejor relato que el de la persona que pag¨® tras recibir la orden. He aqu¨ª los hechos narrados, bajo juramento, por el testigo Javier Abad: "Me llam¨® Conde y me dijo qu¨¦ iba a pasar una factura de 600 millones de pesetas a favor de Argentia con cargo a Banesto Industrial Investments, por temas relacionados con la corporaci¨®n, y que los pagara. Unos d¨ªas despu¨¦s recib¨ª la factura... Creo recordar que me la envi¨® Conde por correo interno... Juan Belloso [consejero ejecutivo del banco] me hab¨ªa dicho que me enviar¨ªan una factura para su pago, no esa factura en concreto, pues no me dio detalles concretos; esos detalles me los dio Conde.

Embrollo

Todo lo que ha aportado Conde es deliberadamente confuso. Como le ha dicho el presidente del Tribunal, Siro Garc¨ªa, no est¨¢ obligado a decir la verdad. Pero eso Conde ya lo sab¨ªa, cuenta habida de sus m¨²ltiples versiones, unas veces con ¨¦nfasis en las exenciones y otras en la colocaci¨®n de acciones.

Fue Conde el que, en una versi¨®n radicalmente distinta, ha de clarado que Banesto pag¨® los 600 millones porque hab¨ªa que vencer el clima pol¨ªtico creado por Solchaga. "Si no hubiera existido esa voluntad pol¨ªtica contraria a darnos las exenciones no hubi¨¦ramos tenido que contratar a nadie... Pagamos los 600 millones y conseguimos las exenciones. Eso es todo". Y tambi¨¦n fue Conde el que explic¨® a Moreiras por qu¨¦ 600 millones en lugar de los 1.200 pactados: "Entre otros motivos, porque las exenciones concedidas ,no lo fueron sorbre los 275.000 millones en que estaba valorada la corporaci¨®n, sino sobre 135.000 millones".

Siro Garc¨ªa ha Preguntado si Conde recibi¨® alg¨²n documento acreditativo antes de pagar. El ex banquero dijo varias que no. Pero en este espect¨¢culo que el acusado est¨¢ montando pueden aparecer papeles. Fabricarlos no es imposible. Todas las argumentaciones y contradicciones flagrantes encubren la salida de un dinero que a la luz de otras operaciones investigadas en la querella del' caso Banesto -retirada de 300 millones de la caja del banco nunca repuestos, para citar s¨®lo una muy peque?a, poco sofisticada- pudieron servir para cualquier cosa. Menos para una, los intereses del banco.