Triste balance
SI LO que han contado los parlamentarios vascos que el martes se entrevistaron con Txikierdi es todo lo que hay, la iniciativa de reunirse con ese dirigente de ETA en la c¨¢rcel ha sido un fracaso. Txikierdi rechaza el plan de acercamiento de presos elaborado por la Comisi¨®n de Derechos Humanos del Parlamento vasco, no se considera competente para pedir a la direcci¨®n de ETA una tregua que allane el camino para la b¨²squeda de una salida dialogada y no interceder¨¢ a favor de la liberaci¨®n del secuestrado Ortega Lara.El presidente de esa comisi¨®n, Jos¨¦ Antonio Rubalcaba, neg¨® ayer que la entrevista haya sido un fracaso y atribuy¨® esa impresi¨®n a las "falsas expectativas" abiertas respecto al alcance de la misma. Sin embargo, fueron los propios miembros de la delegaci¨®n parlamentaria y los dirigentes de sus partidos respectivos quienes, ante las reticencias de otros sectores, argumentaron que la visita dar¨ªa ocasi¨®n para plantear esas cuestiones (Ortega Lara y tregua) a un miembro destacado d¨¦ ETA. "Nada se pierde por intentarlo", fue el mensaje del propio Rubalcaba. En los ?ltimos d¨ªas se desliz¨® incluso la teor¨ªa, avalada por el consejero Atutxa, de que la entrevista pod¨ªa ser el gesto que ETA esperaba de la otra parte para soltar al funcionario secuestrado. Ese argumento fue decisivo para muchas personas contrarias al encuentro, pero dispuestas a mirar para otro lado si serv¨ªa para favorecer la liberaci¨®n de Ortega Lara.
Todo en este asunto est¨¢ resultando lamentable. No es cierto que se est¨¦ incumpliendo la legalidad con la actual pol¨ªtica penitenciaria. Sin embargo, esa afirmaci¨®n, de tanto repetirla -es uno de los puntos de la con vocatoria de HB a la huelga general-, se da ya por es tablecida en tertulias y declaraciones, incluso por parte de responsables pol¨ªticos. El principio de acercamiento sin reagrupamiento es compartido en t¨¦rminos genera les por todos los partidos , incluyendo el del Gobierno, limit¨¢ndose la divergencia al trato personalizado y los ritmos de aplicaci¨®n. Es probable que Mayor Oreja est¨¦ equivocado al considerar que mientras Ortega Lara est¨¦ secuestrado hay que ir a paso de tortuga. Pero eso mismo dijo Arzalluz cuando se produjo el secuestro y, por otra parte, no hay duda de que la competencia en materia penitenciaria es de la Administraci¨®n central. Resulta literalmente incomprensible que en esas condiciones partidos democr¨¢ticos hayan amenazado formalmente al Gobierno con denunciarle ante tribunales internacionales de derechos humanos por no seguir sus recomendaciones al respecto. Nada agradar¨ªa tanto a ETA como que tomara cuerpo esa denuncia. La idea de contraponer la legitimidad del Parlamento vasco a la del Gobierno de Espa?a puede parecer muy emocionante, pero resulta suicida para ¨¦l principio de distribuci¨®n de competencias propio del Estado auton¨®mico.
Rubalcaba ha dicho que exist¨ªa el antecedente de la visita de una comisi¨®n parlamentaria a Sueskun y otros seis etarras. Pero se trataba de presos que hab¨ªan expresado su deseo de abandonar la violencia, y eso es lo que ahora falta. Si hay acuerdo en que lo importante es convencer a ETA de que con la violencia no va a conseguir nada, es incoherente defender la teor¨ªa de que "hay que moverse, aunque ellos no se muevan". Porque no es cierto que "por intentarlo nada se pierde": cada vez que se produce una nueva cesi¨®n, ETA la considera plaza conquistada y eleva la exigencia, sin moverse un mil¨ªmetro de su posici¨®n. Establecido el derecho de Txikierdi a ser recibido por una comisi¨®n del Parlamento vasco, sin ning¨²n compromiso por su parte, la exigencia es ahora que eI Gobierno negocie con la comisi¨®n de los siete, designada por la direcci¨®n de ETA para hablar de Ortega Lara y pol¨ªtica penitenciaria.
Algunos partidos vascos han comprometido consensos democr¨¢ticos esenciales y sentado peligrosos precedentes en aras de favorecer el acercamiento al mundo de ETA y HB. Desde ese mundo se responde rechazando de plano cualquier soluci¨®n- que no sea la exigida por los que han seguido matando- y secuestrando. Ese es, por mucho que se pretenda adornarlo, el triste resultado de una iniciativa poco meditada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Jos¨¦ Antonio Rubalkaba
- Jos¨¦ Antonio Ortega Lara
- Juan Lorenzo Lasa Mitxelena "Txiquierdi"
- Opini¨®n
- Pol¨ªtica nacional
- EAJ-PNV
- Secuestros terroristas
- Presos ETA
- Presos
- Pol¨ªtica penitenciaria
- Presos terroristas
- Parlamentos auton¨®micos
- Prisiones
- Pa¨ªs Vasco
- Pol¨ªtica antiterrorista
- Comunidades aut¨®nomas
- Partidos pol¨ªticos
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Lucha antiterrorista
- Centros penitenciarios
- ETA
- Parlamento
- R¨¦gimen penitenciario
- Sucesos
- Grupos terroristas