"?Dile a Berisha que no entrar¨¢ en Valona!"
Dos r¨¢fagas de Kal¨¢shnikov detienen en seco el coche con matr¨ªcula de Macedonia al final del largo puente de Mifol. Media docena de hombres armados, cubierto el rostro con pasamonta?as pese al calor del mediod¨ªa, se acercan corriendo y hacen salir a punta de fusil al enviado de EL PA?S. Son j¨®venes, y los ¨²nicos due?os por el momento de un puente estrat¨¦gico que da acceso a la vecina ciudad insurrecta de Valona, en el sur de Albania. Muy nerviosos despu¨¦s de un interrogatorio rel¨¢mpago y de discutir a gritos entre ellos la conveniencia o no de franquear el paso de esta frontera al periodista, el, aparente cabecilla decide que no, que fuera. Todo ha durado menos de cinco minutos. "?Dile a Berisha que los chicos de Valona no le dejaran entrar aqu¨ª!, !Qu¨¦ le jodan!".Los casi quince kil¨®metros anteriores al puente de Mifol son tierra de nadie. Sin circulaci¨®n, semidespoblados. Es una zona que el Ej¨¦rcito alban¨¦s -cuyas tropas de asedio a Valona permanecen estacionadas a las afueras de la ciudad de Fier- dice controlar, pero en la que no hay rastro de uniformes militares o policiales. En Levan , el ¨²ltimo pueblo antes del puente, a unos cinco kil¨®metros, sus habitantes entregaron el mi¨¦rcoles el armamento -"dos camiones con miles de armas autom¨¢ticas y munici¨®n", seg¨²n el servicio secreto- con el que se hab¨ªan hecho fuertes.
Levan parece un decorado cinematogr¨¢fico en desuso. En sus campos trabajan algunas mujeres y a lo largo de la carretera sestean hombres j¨®venes. En la cantina, su asustada propietaria responde con evasivas a las preguntas sobre la situaci¨®n. "Las armas que hemos entregado", dice, "las encontramos en las cunetas, alguien las dej¨® all¨ª. Nosotros las cogimos para defendernos, porque tenemos mucho miedo". La polic¨ªa de Fier acudi¨® en convoy a recogerlas a una hora pactada.
La realidad comprobada ayer por este enviado es que el control efectivo del Gobierno de Tirana en el suroeste del pa¨ªs acaba en Fier, una ciudad de unos 70.000 habitantes, patrullada por un enjambre de polic¨ªas uniformados y supuestos agentes de paisano armados con fusiles autom¨¢ticos, que aparenta normalidad.
Llegar a Fier desde Tirana, menos de 130 kil¨®metros a trav¨¦s de la denominada carretera nacional que discurre paralela al Adri¨¢tico, es ahora una odisea. La cinta ocasionalmente asf¨¢ltica, fianqueada por animales de carga y campesinos que tiran de su vaca o su cabra, est¨¢ salpicada de controles de seguridad, bloques de hormig¨®n y mont¨ªculos de arena para detener a los veh¨ªculos. En las localidades m¨¢s importantes, del trayecto, Kavaje, Lushrije -cuyo Ayuntamiento abrasado testimonia que aqu¨ª comenz¨® hace casi dos meses la revuelta piramidal- cientos de hombres de todas las edades haraganean por las aceras en peque?os grupos.S¨®lo el trasiego de camiones militares y ambulancias alerta en Fier de que algo diferente se cuece por all¨ª. Pocos kil¨®metros al sur, a la salida de una curva, lo diferente toma cuerpo en forma de media docena de carros de combate y otros tantos blindados situados en un gran ensanche de la carretera. Es el cuartel general del asedio a la m¨¢s importante de las ciudades albanesas rebeldes, Valona. En poco m¨¢s de cien metros y en instalaciones camufladas a ambos lados de la ruta se concentran centenares de polic¨ªas azul marino, soldados verde oliva y discretamente grises miembros de los servicios secretos o polic¨ªa pol¨ªtica, que son los que mandan.
El jefe del dispositivo, imponente para las dimensiones y capacidad del Ej¨¦rcito alban¨¦s es un hombre sonriente pegado a un tel¨¦fono m¨®vil que podr¨ªa pasar por el encargado de una obra. Explica que m¨¢s all¨¢ de este punto no pasa nadie que no viva en la zona. "Antes de dar permiso nos aseguramos de que no entran ni salen armas o municiones. Tenemos s¨®lo el control de la zona hasta el puente de Mifol, a 16 kil¨®metros de aqu¨ª", afirma el reponsable de este cuartel general. "La gente puede circular libremente entre Fier y Valona, pero usted no, porque no podemos garantizar su seguridad", explica disculp¨¢ndose.
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