Estado de alerta tras el atentado con bomba que caus¨® 20 heridos en el coraz¨®n de Pek¨ªn
ENVIADO ESPECIALEl Gobierno chino puso ayer en estado de alerta a la polic¨ªa en Pek¨ªn tras el atentado ocurrido el viernes al caer la tarde en un c¨¦ntrico barrio de la capital a poca distancia del complejo residencial de la direcci¨®n comunista. Una veintena de heridos caus¨® la explosi¨®n de una bomba de fabricaci¨®n casera en el interior de un autob¨²s urbano, seg¨²n confirm¨® anoche el principal informativo de la televisi¨®n estatal. Otras fuentes no oficiales aseguraron antes que cinco personas hab¨ªan muerto. Otro artefacto estall¨® el mi¨¦rcoles sin ocasionar v¨ªctimas.
Nadie se ha atribuido la responsabilidad de estos ataques, pero todo apunta a que sean obra de separatistas radicales de Xinjiang o de T¨ªbet. Las autoridades han ofrecido recompensas a quienes faciliten informaci¨®n sobre los autores.El golpe terrorista del viernes es una dura bofetada al Gobierno, que minimiz¨®, silenci¨¢ndola, la explosi¨®n de tres bombas en Urumqi, la capital de la remota regi¨®n noroccidental de Xinjiang, el pasado 25 de febrero, pocas horas despu¨¦s del funeral de Estado de Deng Xiaoping. Nueve personas murieron y m¨¢s de setenta resultaron heridas.
Las autoridades locales respondieron deteniendo a un n¨²mero indeterminado de sospechosos. El sello de esa acci¨®n llev¨® la marca de extremistas radicales de la minor¨ªa uigur, musulmanes sun¨ªes mayoritarios en esa regi¨®n, que se sienten perseguidos policialmente y discriminados por los chinos han. Alrededor de veinte millones de musulmanes viven en China, principalmente en Xinjiang, de los cuales unos siete pertenecen a la minor¨ªa no integrista de los uigures, un pueblo n¨®mada de origen turco. A principios de febrero se desataron disturbios en la ciudad de Yining, en la frontera de Xinjiang con la rep¨²blica asi¨¢tica de Kazajst¨¢n, que causaron una decena de muertos.
Los habitantes de Pek¨ªn no supieron del atentado del viernes hasta 24 horas despu¨¦s. La televisi¨®n ofreci¨® im¨¢genes de dos de los heridos; uno de ellos no pudo hablar; el otro, con el rostro quemado y las manos vendadas, dijo que se encontraba en la parte trasera del autob¨²s, perteneciente a la l¨ªnea 22, y que sinti¨® una enorme explosi¨®n como de cohetes artificiales cuando se abrieron las puertas. El suceso se produjo al caer la tarde, en el barrio de Xidan, en el oeste de la ciudad, cerca del mercado, un lugar muy frecuentado por residentes y turistas extranjeros. La polic¨ªa cerr¨® poco despu¨¦s toda la zona, pero ayer volvi¨® a ser abierta.
?rea exclusiva
A poca distancia del lugar se halla Zhongnanhai, la exclusiva y fuertemente protegida ¨¢rea donde residen los dirigentes y sus familias. Deng Xiaoping no se alojaba all¨ª. Prefiri¨® hacerlo en una casa fuera de ese vasto y cuidado complejo, que es contiguo a la Ciudad Prohibida, donde viv¨ªa la familia imperial. Frente a ella se halla la inmensa plaza de Tiananmen, y a la derecha, el Gran Palacio del Pueblo, eje de las actividades institucionales y del partido comunista, y donde desde hace ocho d¨ªas se desarrolla la sesi¨®n anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP).
El alcalde de Pek¨ªn revel¨® anoche que otra bomba casera de menor intensidad explot¨® el pasado mi¨¦rcoles dentro de un autom¨®vil en un barrio m¨¢s alejado de la ciudad sin causar v¨ªctimas. El alcalde, que lleva menos de dos semanas en el cargo, calific¨® los ataques como "incidentes pol¨ªticos" con los que se pretende aterrorizar a la poblaci¨®n. La mayor¨ªa de los heridos por la bomba del viernes han sido ya dados de alta del hospital.
Precisamente un d¨ªa antes del atentado del viernes, el vicepresidente de la ANP, Wang Habin, anunci¨® una serie de proyectos de ley sobre medidas para acentuar la represi¨®n contra el terrorismo separatista. Adem¨¢s, se castigar¨¢ con mayor dureza a quienes "incitan el odio inter¨¦tnico" y a los que aprovechando los problemas nacionales y religiosos instan al separatismo o minan la unidad del Estado". Un documento interno del partido, difundido tras la muerte de Deng, alud¨ªa al separatismo como uno de los elementos potencialmente m¨¢s desestabilizadores para el pa¨ªs a corto y medio plazo, seg¨²n revelaba la prensa de Hong Kong.
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