Alfonso dispara los sue?os del Betis

Tres golazos. De volea, de disparo, seco y de cabeza. Con la versatilidad de un especialista. Fue su partido. El de Alfonso. Sin su inspiraci¨®n, dif¨ªcilmente el Betis habr¨ªa superado un escollo que se present¨® duro, tosco, molesto desde el primer minuto hasta el ¨²ltimo. Muchos goles son intercambiables, pero los que marca Alfonso son de autor. Y justo es que fuera ¨¦l quien llevara el delirio a las gradas en tiempo de prolongaci¨®n porque ninguno hizo lo que ¨¦l: ser obrero y artista, ofrecer calidad y sacrificio. El f¨²tbol total.El Betis fue ayer Alfonso y diez m¨¢s. El partido entero fue Alfonso y veintitantos m¨¢s. En los primeros compases, el Atl¨¦tico asust¨® en todas las l¨ªneas a un Betis descompuesto. No hab¨ªa fluidez y s¨ª muchas dudas entre las l¨ªneas verdiblancas.

El Atl¨¦tico aprovech¨® el detalle y con Simeone y Caminero con la batuta se puso a dirigir este desconcierto. Nada de extra?o tuvo que fueran los de Antic los que se adelantaran. De nuevo la cabeza de Esn¨¢ider, respondiendo inapelablemente a un medido centro desde la derecha de Geli.

Minutos desp¨²es fue expulsado Esn¨¢ider por Hernaniz Angulo, primer episodio de su festival de tarjetas. Hasta ese momento, el Betis estaba a merced de los madrile?os.

La expulsi¨®n peijudic¨® m¨¢s al Atl¨¦tico que benefici¨® al Betis. Desapareci¨® el dominio del visitante, sus amagos de poder¨ªo y brillantez. Y, por simple dejaci¨®n, el Betis fue entrando en el partido. Alfonso despej¨® todas las dudas y lo meti¨® del todo con el primer gol de la tarde. El partido hab¨ªa perdido en calidad. Se hab¨ªa convertido en un cuerpo a cuerpo.

Tras el descanso, las cosas segu¨ªan sin estar claras. El Betis le hab¨ªa contagiado la falta de fluidez al Atl¨¦tico. Roberto R¨ªos evit¨® que Juan Carlos adelantara a los visitantes. Y de un posible 1-2 se pas¨® al 2-1. Jarni por la izquierda, Pier al centro y Alfonso, que marc¨® no sin antes ofrecer un recital de c¨®mo se recepciona un bal¨®n, c¨®mo se controla y c¨®mo se le. dice a todos, incluidos los rivales, por d¨®nde se va a colar en la red.

El Atl¨¦tico fue cambiado de rostros y de rostro. Con Kiko sancionado, Esn¨¢ider expulsado y Pantic chupando banquillo, Antic decidi¨® sacar del equipo a Simeone y Caminero para dar entrada a Biagini y Paunovic. Apostaba por un equipo experimental. Una apuesta valiente que a la postre significar¨ªa tirar el partido a la basura. Paunovic estuvo a punto de empatar tras un duro disparo de falta que repeli¨® el larguero. El empate lleg¨® poco despu¨¦s de la forma m¨¢s tonta posible: una falta de entendimiento en la defensa b¨¦tica es aprovechado entre Paunovic y Biagini para marcar, con la complicidad de Vidakovic.

En esos minutos de incertidumbre, de coletazos, de tarjetas, de patadas, s¨®lo un hombre intentaba encontrar luz en la oscuridad, abrir espacios en el t¨²nel. Alfonso sub¨ªa y bajaba, porfiaba con la defensa, arengaba a sus compa?eros. El gol del 3-2 fue un justo premio. Alfonso suma ya 18 goles y est¨¢ en la senda de Suker y Ronaldo. Y su equipo, en las nubes.