Un quir¨®fano de Cruz Roja inaugurado por el ministro en noviembre permanece sin estrenar
Paradojas de la Administraci¨®n. Mientras hospitales como el Cl¨ªnico, el Ram¨®n y Cajal o el Severo Ochoa de Legan¨¦s han pasado todo el invierno al borde de la satu raci¨®n y con camas en los pasillos, el Ministerio de Sanidad inaugur¨® hace cuatro meses un moderno quir¨®fano en la capital por el que todav¨ªa no ha pasado ni un solo paciente. El propio ministro, Jos¨¦ Manuel Romay Beccar¨ªa, se encarg¨® personalmente de bendecir esta nueva unidad de cirug¨ªa mayor ambulatoria en el hospital de la Cruz Roja, pero las instalaciones permanecen cerradas desde el primer d¨ªa.
El director provincial del Insalud, Albino Navarro, ha atribuido lo sucedido a una "disfunci¨®n transitoria", que dijo asumir, y confi¨® en que la sala pueda entrar en servicio a la vuelta de las vacaciones de Semana Santa. El Insalud no concret¨® cu¨¢nto cost¨® este quir¨®fano.El hospital madrile?o de la Cruz Roja, sito en los n¨²meros 22, 24 y 26 de la avenida de la Reina Victoria, cuenta con cerca de 500 profesionales entre los que el des¨¢nimo ha hecho presa en los ¨²ltimos meses. De diciembre a esta parte, la actividad "es tan reducida que al personal m¨¦dico s¨®lo le falta ponerse a hacer calceta", ironiza Teresa Sim¨®n, secretaria de acci¨®n sindical del sindicato de enfermer¨ªa Satse.
Los n¨²meros, seg¨²n este sindicato, cantan. El centro dispone de 260 camas, pero 125 de ellas han permanecido vac¨ªas en el ¨²ltimo trimestre. Por otro lado, en cirug¨ªa se han realizado entre enero y febrero 130 intervenciones de poca monta _f¨ªstulas, cataratas y nebus [lunares y verrugas], fundamentalmente-, mientras en id¨¦ntico periodo de 1995 la cifra ascend¨ªa a 630. La no entrada en funcionamiento de las instalaciones inauguradas por el ministro de Sanidad, Jos¨¦ Manuel Romay Beccar¨ªa, ha sido la gota que colma el vaso. "Mientras el Insalud gasta 3.000 millones de pesetas, casi todo en la sanidad privada, para reducir las listas de espera, un hospital p¨²blico en el centro de la ciudad permanece lastimosamente vac¨ªo", se lamenta Teresa Sim¨®n.
El director provincial del Insalud, Albino Navarro, asegura que el problema de la falta de enfermos es coyuntural y, proviene del cambio de sistema para citar a los pacientes. Explica Navarro: "Con el plan de choque contra las listas de espera hay dos personas en la direcci¨®n provincial destinadas monogr¨¢ficamente a llenar las agendas de citaci¨®n de la Cruz Roja. Antes, cuando el hospital ten¨ªa que apa?¨¢rselas por su cuenta, siempre surg¨ªan huecos en la agenda. Lo que pasa es que, como sucede casi siempre que se cambia un sistema, han surgido disfunciones transitorias que, evidentemente, asumo
Navarro s¨®lo pide un poco de tiempo para acabar de regularizar la situaci¨®n; tambi¨¦n en lo referente al nuevo quir¨®fano, del que, seg¨²n confiesa, "se hizo la inauguraci¨®n formal cuando a¨²n no se hab¨ªa trasladado todo el material a las nuevas instalaciones". Su entrada en funcionamiento deber¨ªa servir, a partir de abril, para reactivar de forma significativa el papel del hospital de Reina Victoria en la sanidad p¨²blica madrile?a: de las 310 operaciones de cirug¨ªa mayor realizadas durante 1996 debe pasarse a m¨¢s de mil al a?o.
Mientras llegan estas mejoras, los m¨¦dicos y enfermeros de Cruz Roja siguen intranquilos. Albino Navarro ha tenido que recibir ya en dos ocasiones al comit¨¦ de empresa y a la junta de personal del centro para templar los ¨¢nimos. Rosa Huici, delegada de Satse en el hospital, no lo acaba de ver claro. "Los profesionales est¨¢n tan ap¨¢ticos que en muchos casos ya han empezado a pedir traslados. Eso s¨ª que es una pena. Si a este centro le volvieran a mandar enfermos y abrieran el servicio de urgencias, como hasta 1991, recobrar¨ªa mucha vida", recapacita. Desde esa fecha, el de la Cruz Roja es uno de los cuatro hospitales de apoyo de la capital. Los tres edificios del complejo hospitalario quedaron a partir de entonces infrautilizados e inconexos.
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