Canci¨®n por una oveja cl¨®nica
Seg¨²n nos dicen los soci¨®logos, el p¨²blico europeo acepta la utilizaci¨®n de las nuevas biotecnolog¨ªas cuando se aplican al campo de la salud, pero est¨¢ en contra de sus aplicaciones agr¨ªcolas o alimentarias. Mucha gente presa del p¨¢nico hace colas para comprar preparados farmacol¨®gicos que van a inyectar a sus hijos, mientras que la llegada de un cargamento de soja provoca manifestaciones populares en contra de la manipulaci¨®n gen¨¦tica. En los medios de comunicaci¨®n abundan los comentarios alarmistas y catastrofistas, ya no s¨®lo con respecto a la biotecnologia, sino en l¨ªneas generales con respecto a muchos avances tecnol¨®gicos que reputados comentaristas, satanizan dentro de un con unto impreciso que incluye la ingenier¨ªa gen¨¦tica, la Internet, la reproducci¨®n asistida y otras obras para ellos diab¨®licas.Desde la ¨®ptica de un cient¨ªfico preocupa la corriente de pensamiento anticient¨ªfico con la que cada ma?ana desayuna el ciudadano. Los descubrimientos cient¨ªficos se reciben, fuera de la prensa especializada ? como plagas b¨ªblicas que nos aproximan a una hecatombe. Todo esto resulta todav¨ªa m¨¢s preocupante porque muchos de esos comentarios proceden de personas cuyos conocimientos cient¨ªficos, juzgando simplemente el defectuoso l¨¦xico que utilizan, no pasan m¨¢s all¨¢ de haber le¨ªdo en su ni?ez los Inventos del TBO, pero cuya audiencia entre el gran p¨²blico es dif¨ªcilmente alcanzable ni siquiera por el divulgador m¨¢s avezado.
?Pobre oveja Dolly! M¨¢s bien pareces un chivo expiatorio al que, junto con los cient¨ªficos que te han obtenido, se puede culpar de todo lo que en esta sociedad nos disgusta, ya sean dictaduras pasadas o venideras, reales o de ficci¨®n. Pero, Dolly, puedes estar tranquila si alg¨²n d¨ªa, quiz¨¢ no muy lejano, una compa?era tuya consigue, por obra y mi lagro de unos cient¨ªficos que le inserten un par de genes, segregar en su leche una cura contra la plaga, todos esos que ahora te denostan ir¨¢n veloces reclamando su medio litro, exigiendo a los cient¨ªficos la seguridad de una cura ci¨®n autom¨¢tica, y olvidando que antes te tildaron de bes tia apocal¨ªptica. Te pedir¨¢n adem¨¢s una respuesta clara y sin matices, que su incultura cient¨ªfica (porque... es que ?acaso la ciencia es cultura?) pueda entender. ?Ir¨¢ por la puerta falsa alg¨²n pol¨ªtico olvid¨¢ndose por una vez de que lo realmente importante es el f¨²tbol? Y detr¨¢s de ellos puede ir alg¨²n ecologista enemigo d¨¦ la soja transg¨¦nica, cosa que algunos no saben muy bien lo que es, pero que les suena a engendro de una multinacional.La ciencia, como conocimiento, como m¨¦todo riguroso, para estudiar lo que nos rodea, no es sujeto de la ¨¦tica. La aplicaci¨®n de la ciencia a las tecnolog¨ªas s¨ª que puede serlo, pero su uso o su abuso ya no depende del cient¨ªfico, depende de la sociedad.
El cient¨ªfico, sin embargo, s¨ª es responsable de otras dos cosas; la primera es su obligaci¨®n de transmitir sus conocimientos a los dem¨¢s ciudadanos explic¨¢ndolos con un lenguaje asequible; la otra es asegurarse de que los usos en principio beneficiosos de la ciencia no esconden peligros ignorados, y eso s¨®lo puede conseguirse investigando m¨¢s para conocer el mundo coja m¨¢s detalle y mayor precisi¨®n: Para que no se aplique a la ciencia la canci¨®n "ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio; contigo porque me matas...
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.