Irresponsable violencia
LA VIOLENCIA, en el campo y en las gradas de los estadios de f¨²tbol, es hoy, por desgracia, muy frecuente. Los factores sociales que explican los brotes violentos entre los aficionados son m¨²ltiples y de importancia variable, pero pueden citarse la p¨¦rdida de respeto c¨ªvico y deportivo, la excesiva masificaci¨®n del p¨²blico espectador y, cada vez m¨¢s, la identificaci¨®n fan¨¢tica de algunas ideolog¨ªas radicales con el seguidismo a clubes con simbolog¨ªa pol¨ªtica, una secuela indeseable de la manipulaci¨®n del f¨²tbol durante las d¨¦cadas franquistas. Estos factores est¨¢n enraizados en la sociedad espa?ola, y, probablemente, su mejor tratamiento consista en una mejora a medio plazo de la educaci¨®n ciudadana.Pero los desgraciados acontecimientos registrados el domingo pasado en el estadio bilba¨ªno de San Mam¨¦s demuestran que tambi¨¦n se dan otros factores de est¨ªmulo a la violencia que caen de Reno en la esfera de gesti¨®n de los dirigentes deportivos. En el partido Athletic-Zaragoza no menos de tres petardos estallaron en las gradas y una bengala explosion¨® cerca de la cara del portero del Zaragoza. Como es sabido, el vandalismo pirot¨¦cnico de un grupo de aficionados; aunque minoritario y repudiado por la gran mayor¨ªa de espectadores, resulta especialmente peligroso en un estadio de f¨²tbol repleto de espectadores.
Es evidente que la grav¨ªsima utilizaci¨®n de petardos y bengalas durante el partido pod¨ªa haberse evitado si los responsables del Athletic Club hubieran controlado eficazmente las entradas para evitar la introducci¨®n de artefactos explosivos e incendiarios. Hasta tal punto estamos ante accidentes predecibles que, en la presente temporada, San Mam¨¦s hab¨ªa recibido tres multas por defectos, en la vigilancia y control para impedir la introducci¨®n de bengalas en el estadio. La desidia en el cumplimiento de las normas antiviolencia es una grave responsabilidad de los clubes; ya no se puede hablar de hechos fortuitos o accidentes incontrolados.
Los dirigentes del Athletic Club de Bilbao han reaccionado con serenidad y una elegancia ins¨®lita entre los clubes espa?oles, proclives a evadir responsabilidades e iniciar estruendosos rifirrafes con terceros. El presidente del equipo bilba¨ªno, Jos¨¦ Mar¨ªa Arrate, no s¨®lo ha aceptado la responsabilidad del Athletic en los desdichados sucesos, sino que ha movilizado todos sus recursos para localizar y se?alar ante la justicia al autor de la tropel¨ªa explosiva, adem¨¢s de prometer reformas en las gradas que eviten la repetici¨®n de tales acontecimientos. Es un gesto que honra al club bilba¨ªno y deber¨ªa ser norma de conducta de todos los clubes para ejemplo de aficionados y jugadores. Pero, desgraciadamente, es una excepci¨®n en un marco de dirigentes vociferantes y la burla generalizada a las leyes del f¨²tbol.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.