Blanco se enfrenta a su primer desaf¨ªo: el Ventoux

No todo es como parece y Santi Blanco es m¨¢s ciclista que cul¨¦, no hay duda posible: hoy, subiendo el Mont Ventoux, dar¨¢ que hablar. El joven ciclista salmantino del Banesto durmi¨® poco la noche del mi¨¦rcoles. De nueve y media a once y media, pegado a la radio en su hotel de Clermont Ferrand que cog¨ªa RNE). Sufriendo con los los goles atl¨¦ticos y luego gozando con la remontada de su Bar?a hasta olvidar sus propios hechos, como hab¨ªa sido protagonista de etapa, arrancando para hacer con Jalabert una escapada de siete que aclar¨® un poco la Par¨ªs-Niza. Se puso d¨¦cimo en la general -posici¨®n que ha aguantado tras etapa de ayer, en la que el belga Steels (Mapei) gan¨® su tercera etapa al sprint- a 54, segundos de Jalabert (ONCE). Y hoy le toca Mont Ventoux, el m¨ªtico gigante del Tour, aunque s¨®lo escalado hasta la mitad. Su primer desaf¨ªo serio. Conoce el Ventoux de la pasada Dauphin¨¦, cuando se vaci¨® para Indur¨¢in. Pero ¨¦ste ser¨¢ su primer trabajo de l¨ªder para el Banesto. Tiene 22 a?os."Nadie se lo esperaba", dice Blanco. Pero no se refiere a su actuaci¨®n en la Par¨ªs-Niza que le ha convertido en el ¨²nico espa?ol con posibilidades de triunfo, sino a la remontada del Barga. Pero podr¨ªa aplicarse a su caso. Blanco, la perla por la que muchos directores espa?oles vender¨ªan su alma, comenz¨® a sorprender en febrero y no s¨®lo porque hab¨ªa crecido un par de cent¨ªmetros, acerc¨¢ndose al 1,80. Se hab¨ªa lesionado a finales de diciembre jugando al f¨²tbol y apenas hab¨ªa podido entrenarse. Aun as¨ª-, fue el corredor del Banesto que mejor se port¨® en las pruebas de esfuerzo: lleg¨® hasta los 600 watios. Y no se qued¨® ah¨ª. Apartado para la segunda parte de la temporada -debutar¨¢ en el Tour- lleg¨® a la Par¨ªs-Niza simplemente para seguir conociendo las carreteras francesas y como escudero de Armand de las Cuevas. Sin apenas entrenamiento invernal y con menos d¨ªas de competici¨®n (s¨®lo cuatro), ha logrado colocarse entre los buenos.

"Tengo ilusi¨®n y no tengo miedo a nadie, ni al Ventoux y sus 11 kil¨®metros de ascensi¨®n, aunque es muy duro", dice. "Pero todo debe darse muy bien. Los festina tienen que endurecer la carrera y aislar a Jalabert. Entonces coronar¨ªamos cuatro o cinco el Ventoux destacados. Pero despu¨¦s hay m¨¢s de 80. kil¨®metros hasta meta y a ver c¨®mo mantenemos la distancia". Seguro que lo har¨¢. Se ha especializado en lo que distingue a los grandes, en estar por encima de las expectativas.