La venganza del Racing al Celta se consum¨® en el ¨²ltimo minuto
Herido en su orgullo por el Celta, su verdugo en la Copa del Rey, el Racing sali¨® decidido desde el primer minuto de juego a vengar la afrenta sufrida. Sin embargo, la venganza no se consum¨® hasta el minuto 90, merced a un remate de cabeza del capit¨¢n racinguista Merino.?Por qu¨¦ se demor¨® tanto el ajuste de cuentas racinguista? Porque el voluntarismo a palo seco es un arma ineficaz cuando soslaya la cabeza, el ¨²nico lazarillo que puede conducir a la ceguera por el buen camino.
El camino bueno, en el f¨²tbol es el que conduce a los dominios del gol. Durante 90 minutos, el cuadro que entrena Marcos Alonso no fue capaz de derribar la muralla china montada por Fernando Castro. Y es que las cabezas pensantes del Racing de Santander andan a estas alturas con las ideas poco claras. En Madrid, ocho d¨ªas antes, el Racing tuvo oportunidades de marcar en el Bernab¨¦u pero en esa ocasi¨®n tampoco hubo abierto rematador.
Jaime, el l¨ªder natural del equipo, es hoy un cerebro oscurecido que ejerce su mando sobre el territorio que le corresponde, pero hu¨¦rfano de creatividad y de talento.
Por su parte, el internacional ruso Bestchasnykh, el mayor patrimonio ofensivo del Racing con ocho goles, era ayer la triste imagen de un delantero carente de duende y de inspiraci¨®n. Su cambio por Faizulin no sirvi¨® para potenciar la capacidad goleadora del Racing.
Sin cambios
Las cosas no cambiaron de signo hasta que entr¨® en la cancha un modesto, el canterano Munitis, un jugador h¨¢bil y r¨¢pido que rompi¨® en una jugada el entramado defensivo del Celta y propici¨® la falta que culmin¨® el capit¨¢n Merino con el gol de la victoria.De esta forma, el pundonor de los jugadores no fue un esfuerzo in¨²til y adquiri¨® el sentido que hubiera perdido si el partido termina sin goles como parec¨ªa que era su destino. El gol fue recibido de forma clamorosa por el p¨²blico, que puesto en pie en el estadio El Sardinero despidi¨® a su equipo. La venganza estaba consumada.
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