Discrepancias en el PP y entre sus 'barones' sobre la reforma del Senado

El PP prepar¨® mucho, con reuniones y documentos pol¨ªticos, la posici¨®n "com¨²n" a defender por el Gobierno y sus presidentes auton¨®micos en el debate sobre las autonom¨ªas del Senado para evitar divergencias internas y contradicciones, porque era consciente de que ¨¦stas existen. Del contenido inicial de los discursos de sus barones territoriales, premeditadamente planos, emergen posturas casi irreconciliables. Sucede as¨ª, abiertamente, entre l¨ªderes como Manuel Fraga, Alberto Ruiz-Gallard¨®n o Juan Jos¨¦ Lucas. Las discrepancias fundamentales son sobre el nuevo modelo de elecci¨®n de senadores.

Los responsables del Ministerio de Administraciones P¨²blicas y del PP, que construyeron el gui¨®n del debate, lo ten¨ªan muy claro: "Parece fuera de toda duda que hay que conceder la m¨¢xima atenci¨®n a las funciones del Senado y al car¨¢cter del mismo, sin extenderse demasiado en lo referente al sistema de elecci¨®n". Y apostillaban la siguiente sugerencia: "Debe ahondarse poco en lo relativo a la composici¨®n de la C¨¢mara, ya que ¨¦ste es el punto m¨¢s conflictivo".El PP, en realidad, no quiere cambiar el sistema actual de elecci¨®n de miembros de la C¨¢mara alta: "Se ha mostrado, d¨ªgase lo que se quiera, eficaz y, sobre todo, no ha creado ning¨²n problema". Muchos barones, la mayor¨ªa, s¨ª defienden modificaciones.

El Gobierno no ve justificado variar la elecci¨®n de senadores concediendo un mayor protagonismo a los parlamentos regionales, como reclaman muchos de sus presidentes auton¨®micos. La posici¨®n del Ejecutivo es que "hay que tener muy en cuenta que la opini¨®n p¨²blica no aceptar¨ªa de buen grado en estos momentos un aumento del actual n¨²mero de senadores". Se piensa, incluso, que esa alteraci¨®n desencadenar¨ªa "agravios y tensiones" entre comunidades aut¨®nomas.

El Gobierno y el PP prefieren, para elegir a los senadores, el sistema mixto actual, es decir la mayor¨ªa por sufragio directo y universal y un cupo por elecci¨®n indirecta, a trav¨¦s de los parlamentos auton¨®micos, de un senador por cada mill¨®n de habitantes.

Otra recomendaci¨®n del Gobierno, para evitar asuntos "delicados" en el debate del Senado, era no pronunciarse todav¨ªa sobre la circunscripci¨®n electoral.

El Ejecutivo entiende que "conviene pol¨ªticamente obviar definirse sobre si la elecci¨®n directa de senadores por sufragio universal debe coincidir, como ocurre hoy, con las elecciones generales, que es lo que realmente conviene a los grandes partidos, o si, por el contrario, debe coincidir con los comicios auton¨®micos, lo que beneficiar¨ªa a los partidos regionales" o nacionalistas.

Muchos presidentes auton¨®micos del PP, sin embargo, tienen sus propias y diferentes ideas sobre el "conflictivo" asunto de la elecci¨®n de senadores y sobre el mejor tipo de circunscripci¨®n electoral. Algunos lo que s¨ª le concedieron en esa ocasi¨®n al partido fue censurar de sus discursos esos p¨¢rrafos.

Eduardo Zaplana. El presidente de la Generalitat Valenciana fue uno de los dirigentes territoriales del PP que cumpli¨® escrupulosamente con ese patr¨®n marcado por el Gobierno y su partido. Zaplana fue tan fiel que se permiti¨® incluso especificar: "Sin desear entrar hoy en el sistema de elecci¨®n". Adem¨¢s, recurri¨® a hacer propia una de las ideas fuerza del PP en ese debate, expresada por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en su discurso. El argumentario popular suger¨ªa que hubiera "el m¨¢ximo n¨²mero de intervenciones tendentes a subrayar la conveniencia de que el futuro Senado act¨²e como C¨¢mara de primera lectura en materias de naturaleza, ¨ªndole o contenido auton¨®mico". Aznar lanz¨® primero ese mensaje y luego le siguieron pr¨¢cticamente todos los dem¨¢s.

Pedro Sanz. El presidente de La Rioja no se resisti¨® tampoco a la tentaci¨®n de mencionar como propia la reivindicaci¨®n de convertir el Senado en C¨¢mara de primera lectura para normativas auton¨®micas. Pero Sanz introdujo uno de los asuntos sin soluci¨®n a¨²n en el PP. El presidente riojano s¨ª quiere que aumente el n¨²mero de senadores por designaci¨®n auton¨®mica.

Juan Jos¨¦ Lucas. El presidente de Castilla y Le¨®n empez¨® por apuntar que en la reforma que se haga de la Constituci¨®n para introducir los fundamentos del nuevo Senado se especifiquen ¨²nicamente los criterios m¨¢s b¨¢sicos dejando la regulaci¨®n del resto a los estatutos de esas comunidades. Lucas, en cualquier caso, ya se manifiesta contrario a determinadas alternativas: "No podr¨ªamos admitir, sin embargo, en ning¨²n caso, propuestas basadas en estrictos criterios de tipo federalista o en consideraciones puramente demogr¨¢ficas a la hora de fijar las nuevas representaciones senatoriales". Lucas record¨®, por contra, sus ya conocidas preferencias por primar la "dimensi¨®n territorial y pluriprovincial", que remach¨® al subrayar que Castilla y Le¨®n es la regi¨®n m¨¢s extensa de Europa.

Manuel Fraga. Al presidente de la Xunta de Galicia no le gustar¨ªa, como plantearon algunos de sus compa?eros, que las autonom¨ªas tengan la posibilidad de determinar m¨¢s senadores. Le parece una idea "democr¨¢tica" pero "incompatible" con el trabajo "serio y especializado" que deber¨ªan ejercer en el nuevo Senado esos parlamentarios, que tambi¨¦n ser¨ªan diputados auton¨®micos. Fraga propugna una f¨®rmula de elecci¨®n de senadores por sufragio -a¨²n por concretar- que no se ci?a ¨²nicamente a la circunscripci¨®n provincial en favor de un mayor peso auton¨®mico. Fraga opta porque las elecciones directas de senadores coincidan, como hasta ahora, con las generales.

Alberto Ruiz-Gallard¨®n. Las teor¨ªas, eliminadas en este debate de su oratoria, del presidente de Madrid son totalmente contrarias a las de Fraga. Ruiz-Gallard¨®n s¨ª pretende una reflexi¨®n sobre la posible coincidencia de las elecciones de senadores con los comicios auton¨®micos: "Este mecanismo supondr¨ªa introducir criterios de una mayor racionalidad, al acceder a un tiempo los senadores por elecci¨®n y por designaci¨®n de las c¨¢maras legislativas auton¨®micas a sus labores parlamentarias en la C¨¢mara alta". Ruiz-Gallard¨®n tambi¨¦n aboga, en contra entre otros de Juan Jos¨¦ Lucas, por considerar el criterio de poblaci¨®n en los repartos de esos esca?os.