La UE env¨ªa hoy una misi¨®n diplom¨¢tica a Tirana

La Uni¨®n Europea (UE) decidi¨® ayer enviar esta misma ma?ana a Tirana, v¨ªa Roma y Br¨ªndisi, una misi¨®n diplom¨¢tica de alto nivel para discutir con el Gobierno alban¨¦s su futura ayuda. Esta misi¨®n calibrar¨¢ tambi¨¦n las "necesidades de protecci¨®n" del equipo de consejeros civiles, policiales y militares que se enviar¨¢ posteriormente. Es menos de lo que ped¨ªan los intervencionistas, pero m¨¢s de lo que asum¨ªan los inhibicionistas.

ENVIADO ESPECIALEuropa ha respondido a la petici¨®n de enviar tropas lanzada tanto por el Gobierno alban¨¦s como por los rebeldes y apoyada por el delegado de la Organizaci¨®n para la Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (OSCE), Franz Vranitzky, y al consejo contrario, inhibicionista, de Washington, optando por el camino de en medio. Se enviar¨¢n asesores, y tambi¨¦n polic¨ªas y soldados, pero s¨®lo con el objetivo de proteger a los primeros.Los m¨¢s intervencionistas no ocultaron su decepci¨®n en el Consejo de Ministros de Exteriores de la UE finalizado ayer. "Querr¨ªa haber ido m¨¢s lejos, porque apoyaba a Vranitzky", dijo decepcionado el dan¨¦s Niels Helveg Petersen. "Lo que pretend¨ªamos era dif¨ªcil, y se ha limitado la intervenci¨®n a lo indispensable", se resign¨® el presidente holand¨¦s de turno de la UE, Hans van Mierlo. En la orilla inhibicionista, el brit¨¢nico Malcolm Rificind minimizaba las decisiones a mera diplomacia. Y el alem¨¢n Klaus Kinkel destacaba: "No vamos a Albania con la fuerza, sino para abrir ruta" a la pacificaci¨®n, tras anunciar que Bonn no enviar¨¢ tropas, sino s¨®lo civiles.

Pese a la conciencia de que la decisi¨®n era de m¨ªnimo com¨²n denominador, y no de m¨¢ximo com¨²n m¨²ltiplo, el propio Van Mierlo quiso mostrarse "satisfecho" de haberla alcanzado. Y el siempre optimista presidente de la Comisi¨®n, Jacques Santer, resalt¨®: "La Uni¨®n responde de manera concreta, empieza a desarrollar su pol¨ªtica exterior, de lo que me felicito".

Y es que para evaluar el papel europeo en esta crisis -acuerdos modestos, pero bastante r¨¢pidos- planeaba la comparaci¨®n con el desorden con que la UE afront¨® la crisis yugoslava a principios de la d¨¦cada. Quiz¨¢ porque en Albania no est¨¢n marcadas ¨¢reas de influencia hist¨®rica contradictorias o porque los Quince han aprendido la lecci¨®n. Para mejor comparaci¨®n, la aportaci¨®n de EE UU ha brillado en esta ocasi¨®n por su ausencia.

A la misi¨®n diplom¨¢tica que sale hoy, presidida por el embajador holand¨¦s Jan d'Assembourg, se integrar¨¢n delegados de la OSCE, de Grecia y de Italia. Sus tareas ser¨¢n tres. Primera, "discutir con el Gobierno alban¨¦s" los t¨¦rminos de la contribuci¨®n europea a la pacificaci¨®n y recuperaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs. Segunda, hacer un balance de la situaci¨®n y elevar recomendaciones a la presidencia de la UE. Tercera, "evaluar las necesidades de protecci¨®n" de la futura misi¨®n asesora.

La segunda y posterior misi¨®n asesora sobre asuntos "civiles, policiales y militares" pretende ofrecer a los albaneses "la asistencia [t¨¦cnica] requerida inmediatamente para restaurar la seguridad", sobre todo en Tirana y sus alrededores. Se ofrecer¨¢ a rusos y norteamericanos participar en ella.

A¨²n no se ha decidido su composici¨®n, pero mientras el italiano Lamberto Dini la cuantificaba en un m¨ªnimo de 150 funcionarios con 1.500 soldados para garantizar su seguridad, el brit¨¢nico Malcolm Rifkind prefer¨ªa "contarlos por docenas m¨¢s que por centenares". Y recordaba que "la UE no tiene un papel militar, no puede enviar soldados", por lo que ser¨¢n los Estados miembros los que lo har¨¢n. "Podemos ir con armas, pero s¨®lo para nuestra propia protecci¨®n", insisti¨®.