De los fusiles a los votos

En noviembre de 1989, el Frente Farabundo Mart¨ª para la Liberaci¨®n Nacional (FMLN) intent¨® tomar San Salvador a punta de fusil. El Ej¨¦rcito frustr¨® la ofensiva despu¨¦s de dos semanas de enfrentamientos y bombardeos. El pasado domingo, la antigua guerrilla logr¨® por fin el control de la capital salvadore?a. Esta vez sus armas fueron los votos.Un ciclo se cierra y otro se abre para El Salvador, pero tambi¨¦n para los viejos revolucionarios. Las elecciones legislativas y municipales del pasado domingo, los segundos comicios que se celebran tras la firma de la paz, en 1992, han dado al FMLN un poder real. El escrutinio, a¨²n en marcha, le otorga un virtual empate en el Parlamento con la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), que gobierna desde 1989, y la cuarta parte de las alcald¨ªas del pa¨ªs: toda una magn¨ªfica plataforma para las elecciones presidenciales de 1999.

El alborozo en las filas del Frente est¨¢ m¨¢s que justificado. Cinco a?os de vida legal han consolidado a la organizaci¨®n, a pesar de las dram¨¢ticas rupturas internas que se han producido en el camino. Al mismo tiempo, los buenos resultados electorales han enfrentado a la antigua guerrilla con su propio pasado. La hora de las definiciones ha llegado, y el FMLN se ha visto obligado a hacer malabarismos para guardar en el armario el tradicional discurso marxista-leninista y presentar a la sociedad salvadore?a el rostro amable de una izquierda progresista, m¨¢s acorde con los nuevos tiempos.

En estos comicios, el FMLN ha combinado sus tradicionales boinas rojas con trajes y corbatas. Los mensajes han evitado las definiciones ideol¨®gicas para destacar "la eficacia", "la honradez" y "el consenso", en un intento por llegar a las clases medias. Ya no son, dicen, "el partido de los pobres", sino la opci¨®n de todos". Las alianzas con sectores moderados han ayudado a completar el cuadro.

Los recelos, sin embargo, han brotado por doquier, sobre todo entre la clase empresarial, que escucha con espanto las proclamas contra el "gran capital" y las privatizaciones. "En las filas del FMLN hay gente valiosa, pero el problema es que la estructura de mando es la misma que en tiempos de la guerrilla", reconoce un simpatizante. "Los jefes son los comandantes duros, las caras no han cambiado".Tres de las cinco organizaciones que crearon la guerrilla en 1980 se han fundido en el actual Frente: las Fuerzas Populares de Liberaci¨®n (FPL), fundadas en 1970; el Partido Comunista, que data de 1930, y el peque?o Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC). Sus principales dirigentes, Schafik Handal, Leonel Gonz¨¢lez y Facundo Guardado, son ahora las cabezas del nuevo partido. En el camino queda de la guerrilla: el Ej¨¦rcito Revolucionario del Pueblo (ERP) y Resistencia Nacional (RN), que encabezaban Joaqu¨ªn Villalobos y Eduardo Sancho. Ambos grupos marcharon por la senda de la socialdemocracia y formaron en 1995 el Partido Dem¨®crata, que el pasado a?o entr¨® como observador en la Internacional Socialista. En las elecciones se coligaron con la democracia cristiana para evitar la desaparici¨®n."Es parad¨®jico", dice Joaqu¨ªn Villalobos. "El elemento de nuestra ruptura fue que ¨¦ramos socialdem¨®cratas, y por tanto traidores. Y ahora el FMLN gana la alcald¨ªa de San Salvador presentando a H¨¦ctor Silva, que es socialdem¨®crata".

Los disidentes aseguran que el FMLN lleva un juego de doble cara. Nunca podr¨¢ ser una izquierda moderna, dicen, porque nunca superar¨¢ la mentalidad de la guerra. "Los dirigentes son m¨¢s realistas que antes, pero no pragm¨¢ticos en el sentido de Villalobos", contraataca Salvador Samayoa, que fue miembro de la comisi¨®n diplom¨¢tica del FMLN y que se ha retirado ya de la vida pol¨ªtica. "La clase pudiente no tiene ninguna angustia por los resultados electorales, porque sabe que el Frente no tiene poder de cambiar las cosas y que, en cambio, s¨ª puede controlar los disturbios sociales. Ya no hay agresividad de clase".

Frente a "un aparato org¨¢nico sin imaginaci¨®n, enredado en un radicalismo in¨²til", el PD de Villalobos se presenta como parte del proyecto del gran centro democr¨¢tico a largo plazo. "El FMLN nunca podr¨¢ disputar el poder a Arena. El resultado del domingo es su techo electoral: no han obtenido muchos m¨¢s votos que en l994".

Facundo Guardado, coordinador de campa?a, no entra en debates y se remite a los resultados del domingo. "Ya somos la primera fuerza del pa¨ªs".