Aire fresco en el fallo de Argentia
El 'establishment' apostaba el jueves por la ma?ana por la absoluci¨®n de Conde
Una noticia recorri¨® a partir de las once de la ma?ana del jueves 20 los principales c¨ªrculos del establishment espa?ol: la sentencia del caso Argentia Trust era absolutoria para Mario Conde. El foco infeccioso estaba localizado en la Audiencia Nacional.All¨ª trascendi¨® que el d¨ªa anterior, el mi¨¦rcoles 19, los magistrados Siro Garc¨ªa, presidente del tribunal; Ventura P¨¦rez Mari?o y ?ngela Murillo hab¨ªan dictado una providencia en la que anunciaban que la sentencia ser¨ªa le¨ªda en audiencia p¨²blica el mismo jueves 20, a las 13.30 horas.
Algunos partidos pol¨ªticos como el PSOE, por ejemplo, prepararon un discurso sobre la sentencia absolutoria. En el Congreso de los Diputados todos daban por hecho, sobre las 13.30 horas, que Conde hab¨ªa ganado la partida.
No hab¨ªa, ninguna base seria para el rumor. El fiscal Ignacio Gordillo recibi¨® el mi¨¦rcoles 19 una llamada de la sala de lo Penal, secci¨®n primera. Se le dio cuenta de la providencia. Al d¨ªa siguiente se leer¨ªa la sentencia. Gordillo no pod¨ªa sospechar que se trataba de la del caso Argentia Trust. Pens¨® en otra en la cual tambi¨¦n participa.
-?La sentencia de Rumasa?, pregunt¨®.
-No,la del caso Argentia Trust, le respondieron.
Una sentencia r¨¢pida. Si es r¨¢pida, es absolutoria. Y si, incluso, es por unanimidad, verde y con asas. El abogado penalista Horacio Oliva, por ejemplo, al saber en la planta baja de la Audiencia Nacional que el mismo jueves ser¨ªa le¨ªda la sentencia y de que era por unanimidad, dijo:
-Ni duda. Con esta rapidez, es absolutoria. Y si es por unanimidad, estoy seguro. Porque si hubiera alg¨²n voto particular se podr¨ªa pensar en una condena.Oliva, desde luego,no fue el ¨²nico. Los periodistas radiof¨®nicos, por ejemplo, obligados a dar noticias, comenzaron a transmitir el "ambiente" de la Audiencia Nacional. Todos hablaban de absoluci¨®n. Las ¨¦lites de este pa¨ªs no cre¨ªan capaz al sistema judicial de dictar una sentencia condenatoria.
La rapidez de la sentencia estuvo determinada por el trabajo sistem¨¢tico de los tres magistrados, pero tambi¨¦n por otros tres hechos: se trataba del pago de una factura de 600 millones; hab¨ªa un solo acusado, el ex banquero Conde; y una sola parte, el Ministerio P¨²blico, representado por el fiscal Gordillo. Es normal, en cambio, que los juicios de la Audiencia Nacional tengan decenas de acusados (casos Ucifa, mafia de Algeciras, Charlines, N¨¦cora y otros) y muchas partes personadas. Esta estructura de proceso alarga y dificulta notablemente el trabajo de los magistrados. El simple cambio de uno a dos acusados supone un ritmo completamente distinto en la elaboraci¨®n de las sentencias.
Pero, ?fue la sentencia un giro sorpresivo respecto a las intervenciones de los magistrados en el juicio oral? Cualquiera que siguiese con atenci¨®n las precisiones apuntadas por Siro Garc¨ªa y Ventura P¨¦rez Mari?o sobre los trabajos de Antonio Naval¨®n y Diego Selva, por un lado, o las preguntas que se le hicieron, a Mario Conde y a los otros ejecutivos de Banesto, podr¨¢ ver reflejadas esas impresiones en la sentencia. Hasta discusiones sobre porcentajes entre P¨¦rez Mari?o y Naval¨®n y Selva,para tomar otro ejemplo, est¨¢n reflejadas en la resoluci¨®n. ?sta, estrictamente, no fue m¨¢s que poner negro sobre blanco, eso s¨ª, con un lenguaje fresco absolutamente novedoso, los hechos y conclusiones que iban emergiendo de la sala de juicio.
El lenguaje y la experiencia extrajudicial fueron una aportaci¨®n del ponente, Ventura P¨¦rez Mari?o. La manera suelta, exenta de barroquismo, con que se referiere a la ingenier¨ªa financiera como a?agaza para disfrazar una operaci¨®n de llevarse dinero de la caja de una entidad financiera porque se dispone de la llave para abrirla; la afirmaci¨®n de que pensar que un banco paga, sin saber qu¨¦, porque se lo indiquen sus asesores, no es que sea absurdo, es que no es verdad, o el subrayar que de ser ciertas las versiones dadas estar¨ªamos en el caso de un banco que paga algo que no existe; todas estas expresiones, que pueden producir escozor en algunas cabezas del Derecho, porque intentan refrescar una tradici¨®n algo anquilosada, movilizar¨¢n sin duda estados de ¨¢nimo.
Sin embargo, un magistrado de una generaci¨®n anterior a la de P¨¦rez Mari?o, como Siro Garc¨ªa, ha decidido aceptar el reto y aceptar el lenguaje, una vez afinados los fundamentos jur¨ªdicos de la apropiaci¨®n indebida.
Todos los elementos fueron sometidos a discusi¨®n. La unanimidad fue alcanzada desde un consenso progresivo. El apartado "pol¨ªtico", esto es, el apunte seg¨²n el cual subliminalmente Conde desliz¨®, en la instrucci¨®n del caso, la posibilidad de pagos a partidos y/ o pol¨ªticos, nunca concretados, para conseguir las exenciones fiscales, requiri¨® m¨¢s de un intercambio de opiniones, hasta alcanzar el acuerdo.
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