Liberaci¨®n mental
Se anularon. Las reducidas dimensiones del campo, junto a su mal estado y la acumulaci¨®n de jugadores vallecanos en zonas defensivas anularon el potencial ofensivo del Atl¨¦tico en la primera mitad. Sirva de ejemplo que Kiko no pudo controlar ni una sola vez. Concentraci¨®n. Mientras que el Atl¨¦tico intentaba rasear m¨¢s el bal¨®n, el Rayo se limit¨® a efectuar lanzamientos en largo sobre su ¨²nico hombre en punta aprovechando su velocidad. La falta de concentraci¨®n en los minutos finales y su bondad para no materializar en algo efectivo las contras de las que dispuso le costaron el partido.Ausencia. El Atl¨¦tico es evidente que echa en falta la imaginaci¨®n y los goles de Pantic y Caminero. Cuando el juego colectivo est¨¢ atascado o no muestra seguridad defensiva, la ausencia reiterada de estas virtudes es la diferencia entre ganar o perder, o sea, entre el Atl¨¦tico del pasado a?o y ¨¦ste.
Herido y cansado. En contra de lo que se pod¨ªa esperar de un equipo herido y cansado, el Atl¨¦tico intensific¨® su esfuerzo en busca de algo positivo. El penalti riguroso compens¨® el gol del Rayo, que parti¨® de una posici¨®n m¨¢s que dudosa. La desgracia que les ha acompa?ado en las ¨²ltimas semanas la dejaron ayer en Vallecas.
El futuro. Con esta victoria el Atl¨¦tico corta la racha de los continuos descalabros. Liberarse mentalmente de los fracasos le dar¨¢ confianza y equilibrio de cara al futuro. En un equipo con tanta tendencia a la inestabilidad era necesario salir cuanto antes de la angustiosa din¨¢mica en la que hab¨ªa entrado.
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