Una plaza ofrece a los ni?os una zona de juegos con suelo de goma

Los vecinos le llaman el "corralito" y disfrutan de ¨¦l desde hace un par de meses. Es una zona de juegos infantiles que la Junta Municipal de Arganzuela ha instalado en la plaza Luca de Tena. La novedad es que est¨¢ preparada para los ni?os m¨¢s peque?os, hasta seis a?os, por el suelo blando sobre el que est¨¢n los aparatos, apropiado para amortiguar las inevitables ca¨ªdas. La zona est¨¢ vallada con un llamativo cerco de madera de fuertes colores y es una experiencia piloto en parques infantiles.

La plaza ha sido remozada en parte con un presupuesto en torno a los nueve millones de pesetas. En una zona se ha colocado el "corralito" de los peque?os y en otra, el espacio de juegos para los chavales de seis a 12 a?os. Ambos est¨¢n equipados con este tipo de suelo, que, al no arena, resulta menos atractivo para los perros. Los carteles advirtiendo que "el contacto directo con excrementos puede causar enfermedades en los ni?os" no son, a juicio de varios t¨¦cnicos municipales consultados, suficientes. Desde que se acabaron las obras de remodelaci¨®n, la plaza Luca de Tena atrae a un p¨²blico muy diverso en funci¨®n de la hora del d¨ªa. Si es laborable y por la ma?ana, sus ocupantes son mayoritariamente abuelos en compa?¨ªa de ni?os muy peque?os. Gregorio, jubilado anticipadamente a sus 63 a?os, recorre bastantes ma?anas un trecho de unos 20 minutos para llevar a su nieto Daniel, de 19 meses, a jugar."Es agradable", dice, "porque han puesto muchos bancos para sentarse a leer mientras el ni?o juega en un lugar seguro".

A media tarde, comienza la llegada de los colegiales. Los columpios se llenan de uniformes escolares. Raquel y Ruth, hermanas de 10 y ocho a?os, viven al ladito mismo de estas zonas que califican de "guachis". Sus padres creen que la mejor¨ªa del entorno ha sido notable, aunque se quejan del vandalismo. "Los domingos y s¨¢bados por la ma?ana temprano", dicen "antes de que hayan pasado los equipos de limpieza, la zona est¨¢ muy sucia de botellas". Seg¨²n Gerardo Cabarga, responsable del ¨¢rea de Mobiliario Urbano, el mayor gasto de conservaci¨®n de estas instalaciones se destina a reparar los destrozos intencionados.

Nada de todo eso parece preocuparle a Lorena, a punto de cumplir los ocho a?os. Ajena a toboganes, columpios y dem¨¢s estructuras, su inter¨¦s se centra en hacer, una tras otra, volteretas laterales. Para ella, lo mejor de la instalaci¨®n es que le permite practicar "igual que sobre las colchonetas del gimnasio del cole". "Si lo hago en el suelo, me ara?o".