La virgen de la urna

En algo est¨¢ de acuerdo la mayor¨ªa de los 3.000 vecinos de Guadalix de la Sierra: todos quieren una ermita definitiva para su patrona, la Virgen del Espinar. El problema est¨¢ en que unos quieren que se construya una nueva edificaci¨®n en un solar de 4.000 metros cuadrados cedidos altruistamente por un vecino junto al embalse de El Vell¨®n, y otros prefieren que se rehabilite el viejo santuario en ruinas ubicado en La Cabeza, al otro lado de la carretera de circunvalaci¨®n."Y como la Virgen es de todos, pues que entre todos decidan d¨®nde se ubicar¨¢", dice el p¨¢rroco del municipio, Jorge Gonz¨¢lez, el precursor del refer¨¦ndum que entre el fin de semana pasado -en las que participaron 600 personas- y el que viene dilucidar¨¢ la cuesti¨®n.

Las urnas para las votaciones est¨¢n colocadas en la sala de plenos del Ayuntamiento y son atendidas por voluntarios que adem¨¢s apuntan, padr¨®n en mano, los nombres de los electores residentes en la localidad y de los que no lo son, porque seg¨²n las normas, tambi¨¦n pueden votar los oriundos de Guadalix, los hijos del pueblo que por circunstancias personales o laborales no puedan vivir en su municipio, y los residentes de fin de semana y de verano. El p¨¢rroco tampoco quiere dejar fuera de juego a los que est¨¦n lejos temporalmente de su localidad, as¨ª que tambi¨¦n se aceptan los votos por correo. El 30 de marzo, en escrutinio p¨²blico, los vecinos y visitantes de Guadalix de la Sierra sabr¨¢n si su patrona habitar¨¢ en una ermita nueva o en la vieja rehabilitada.La historia de la ermita de Guadalix viene de lejos. Seg¨²n recuerda el p¨¢rroco, la primitiva ermita, ya desaparecida, estaba ubicada en lo que hoy es el coraz¨®n del embalse, pero en la d¨¦cada de los sesenta se anegaron los terrenos para construir el pantano y el pueblo tuvo que improvisar un nuevo santuario en el paraje de La Cabeza. Aqu¨ª ha morado la patrona local hasta hace 10 a?os, cuando tuvo que ser trasladada a la iglesia parroquial de la localidad ante el estado de ruina que presentaba el edificio.Y hace unos meses, el cl¨¦rigo, despu¨¦s de tratarlo con todos los estamentos del pueblo y ante la disparidad de criterio de sus feligreses, propuso la idea: hacer una consulta popular en regla para que cada uno vote, como Dios manda, lo, que prefiere.