El Consorcio de transportes divide a Rivas con dos tarifas

Alrededor de un millar de vecinos de Rivas-Vaciamadrid paga m¨¢s por usar los transportes p¨²blicos que los 22.000 restantes. La causa no es una nueva discriminaci¨®n de las minor¨ªas, sino los escasos siete kil¨®metros que separan el n¨²cleo del casco urbano y el de las urbanizaciones. Una distancia que sit¨²a a cada uno de ellos a ambos lados de la frontera que marca las tarifas oficiales del consorcio regional de transportes.Los mil vecinos que viven en el casco urbano necesitan utilizar la tarjeta B-2 que cuesta 5.660 pesetas, mientras, que los vecinos de las urbanizaciones, la gran mayor¨ªa, usan la B-1 cuyo precio es de 4.950 pesetas. La situaci¨®n puede agravarse para el pr¨®ximo a?o, cuando se entreguen m¨¢s de 2.000 viviendas en la parte segregada, la correspondiente a la tarjeta B-2.

Para el alcalde de Rivas, Fausto Fern¨¢ndez, se establece "un agravio comparativo" entre las dos zonas. Los tres grupos municipales del Ayuntamiento -lU, PP y PSOE, a trav¨¦s de un acuerdo del pleno, se han dirigido al consorcio para que todos los vecinos puedan utilizar una ¨²nica tarjeta. Naturalmente, la m¨¢s barata (casi 700 pesetas), la B-I.