Cien expertos examinan a 25 enanas marrones

Unos nuevos cuerpos celestes, peque?os, tenues, dif¨ªciles de ver en el cielo aun con los mejores telescopios, convocaron la semana pasada a un centenar de especialistas mundiales en un congreso organizado por el Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias (IAC) en el Puerto de la Cruz, Tenerife. Son los planetas extrasolares y las enanas marrones, unas estrellas frustradas que nunca llegaron a brillar como tales. Unos y otras han entrado en la astronom¨ªa hace muy poco.Un total de 25 enanas marrones detectadas hasta ahora fueron sometidas a votaci¨®n de los expertos en el congreso para conocer la opini¨®n general sobre el grado de fiabilidad de los datos obtenidos de cada una de ellas. El resultado: cuatro fueron aprobadas y son Teide 1, Calar 3 y Roque 4, descubiertas por el espa?ol Rafael Rebolo; la cuarta fue Gliese 229B, descubierta por un grupo de Caltech, California (EE UU).

Pero bastantes candidatas est¨¢n llamando a la puerta del examen de aceptaci¨®n. Rebolo tiene una docena m¨¢s de enanas marrones localizadas en la regi¨®n de las Pl¨¦yades (a una distancia de unos 400 a?os luz de la Tierra), donde ha encontrado las tres aprobadas, y otras en la regi¨®n del Pesebre.

En cuanto a los planetas fuera del sistema solar, han sido ya publicados siete por los equipos del europeo Michel Mayor y del estadounidense Geoff Marcy. Mayor anunci¨® en el congreso de Tenerife que tiene otros seis posibles planetas, y Marcy, uno.

?Por qu¨¦ enanas marrones y planetas extrasolares juntos en un mismo congreso? "Porque estas dos clases de objetos tienen mucho en com¨²n, presentan condiciones fisicas similares", explic¨® Rebolo, del IAC. En principio, se podr¨ªan distinguir por los mecanismos de formaci¨®n: mientras las enanas marrones se originar¨ªan igual que las estrellas -por colapso gravitatorio en una nube de hidr¨®geno, pero no juntar¨ªan suficiente masa para desencadenar y mantener en su interior las reacciones de fusi¨®n nuclear del hidr¨®geno que hacen brillar a las estrellas-, los planetas se formar¨ªan, como los nueve del sistema solar, a partir de un disco de polvo alrededor de un astro reci¨¦n nacido. As¨ª, los planetas estar¨ªan siempre en ¨®rbita de una estrella y las enanas marrones podr¨ªan estar "flotando" libremente en el espacio.

Diferencias

Pero los astr¨®nomos reunidos en Tenerife han propuesto esperar un poco para delimitar las fronteras clasificatorias, investigar m¨¢s para poder determinar las diferencias. De momento, explica Rebolo, se considera que los cuerpos de masa entre 10 y 13 veces la de J¨²piter ser¨ªan superplanetas, y las enanas marrones, desde esa masa hasta 75 veces la de J¨²piter."Tenemos tecnolog¨ªa capaz de llegar a descubrir en las Pl¨¦yades cuerpos de un tama?o diez veces mayor que J¨²piter con los telescopios del Roque de los Muchachos (La Palma) y Calar Alto (Almer¨ªa)", afirma Rebolo. "Estamos convencidos de que las enanas marrones tienen que ser muy abundantes en el universo", contin¨²a.

Muy abundantes, pero. no suficientes para constituir ellas solas la. materia oscura del universo, es decir, la misteriosa masa invisible cuya presencia se hace sentir por su efecto gravitatorio en las galaxias y que no se sabe de qu¨¦ puede estar constituida. "Las enanas marrones podr¨ªan suponer, como mucho, un 10% de la materia total de la. galaxia", concluye Rebolo.

A pesar de ser extremadamente tenues, de las enanas marrones se han obtenido im¨¢genes. No as¨ª de los planetas extrasolares, cuya presencia al rededor de otras estrellas, algunas en condiciones muy. extra?as, se ha deducido del comportamiento de los mismos astros. En una fuerte pol¨¦mica (v¨¦ase El PA?S del 5 de marzo) se ha sugerido que dicho comportamiento puede ser debido a propiedades intr¨ªnsecas de esas estrellas y no a la presencia de cuerpo alguno a su alrededor. Aunque Mayor, Marcy y la mayor¨ªa de los asistentes al Congreso sobre Enanas marrones y planetas extrasolares han rechazado ese argumento, muchos astr¨®nomos mantienen dudas sobre la consistencia de estos descubrimientos y preferir¨ªan denominarlos, con rigor, "candidatos a planetas".