"Nuestra Semana Santa carece de procesiones"
Han cambiado los tiempos, para su suerte y desgracia de sus antepasados. Su padre, sin ir m¨¢s lejos, fue desterrado del clan familiar, desheredado incluso, cuando decidi¨® convertirse al Evangelio. Federico Aparisi naci¨® en Madrid hace 59 a?os, y a los 15 recibi¨® su "bautismo". La opci¨®n religiosa que comparte con otros treinta mil vecinos de nuestra comunidad no le ha cobrado impuesto alguno por sentirse diferente. Reparte su jornada entre la dedicaci¨®n que exige la familia, esposa y tres hijos lo que con precisi¨®n denomina "labor pastoral intensa", y un empleo de horario flexible, resignado, como todo ser humano, ya que, en definitiva, es de pan de lo que vive el hombre. Y la religi¨®n, al menos la evang¨¦lica, no permite vivir sin trabajar. Los evang¨¦licos estudian la Palabra, se re¨²nen en templos escasamente adornados, y evitan los rituales mayoritarios, donde los fieles son ciudadanos an¨®nimos. Aunque decir "pastor" equivale a pensar en el cura casado del cine anglosaj¨®n, Federico Aparisi, habituado al comentario, s¨®lo comenta que esa imagen nada tiene que ver con la real.Pregunta. ?Opt¨® por la Iglesia evang¨¦lica con 15 a?os cumplidos?
Respuesta. Es la edad normal, aunque hay j¨®venes mucho m¨¢s precoces. Yo fui educado en el conocimiento de la Biblia, pero no eres aceptado en la Iglesia hasta que no tomas tu opci¨®n personal y demuestras tu espiritualidad interna.
P. ?C¨®mo y ante qui¨¦n?
R. Ante los amigos, en el trabajo, en tu forma de reaccionar ante las equivocaciones y las mil tentaciones que tiene la vida. Cuando ven que hay algo especial en ti, te bautizan y pasas a ser miembro de la Iglesia.
P. ?Hay alg¨²n barrio o zona de Madrid donde se concentren m¨¢s fieles?
R. Nosotros estamos muy dispersos. Luchamos contra el robo, la mentira, el abuso de poder, siempre predicando con el ejemplo.
P. ?Quiz¨¢ se cuentan m¨¢s gitanos en su Iglesia?
R. No especialmente. Los gitanos son muy especiales, un pueblo aparte, un mundo diferente. Pero se puede decir que estamos influyendo en sus costumbres. Nos reunimos muy a menudo con ellos.
P. ?Proselitismo?
R. Nosotros explicamos nuestra forma de vida predicando con el ejemplo.
P. ?C¨®mo viven los d¨ªas de Semana Santa?
R. Por desgracia, no como m¨¢s nos gustar¨ªa, que ser¨ªa reunirnos a diario para hablar de la muerte de Cristo y sus consecuencias. Pero vivimos inmersos en una sociedad tan dispersa que cada cual aprovecha estos d¨ªas para dejar a un lado su trabajo, el estr¨¦s, y marcharse a la playa. Solemos llevamos nuestras propias actividades all¨¢ donde vamos, pero si se refiere a procesiones y rituales semejantes, no. Esta semana celebramos un congreso en M¨¢laga y otro de juventudes en Zaragoza.
P. ?Les regala Madrid un ambiente f¨¢cil?
R. Quiero a Madrid porque es mi cuna, pero me apena que sea una ciudad a la que casi nadie quiere.
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