Bruguera sucumbe de nuevo ante Muster

La brillante imagen que Sergi Bruguera dej¨® grabada en la pista dura de la central de Cayo Vizca¨ªno tras su partido ante el n¨²mero uno del mundo, Pete Sampras qued¨® algo desfigurada ayer tras la final. Bruguera perdi¨® frente al austriaco Thomas Muster y elev¨® a 12 el n¨²mero de derrotas sufridas ante este jugador, al que s¨®lo ha ganado tres veces. Sergi, de 26 a?os, demostr¨® su fogosidad y su calidad ten¨ªstica en la primera manga, pero tras ceder un desempate que tuvo en la mano se hundi¨® mentalmente y no sali¨® del bache. Acab¨® perdiendo en tres mangas por 7-6 (8-6), 6-3, 6-1 en menos de dos horas.Fue a otro Bruguera al que vieron los aficionados que volvieron a llenar la central. No parece l¨®gico que el n¨²mero dos del mundo, Muster, creara m¨¢s tensi¨®n al campe¨®n espa?ol que el n¨²mero uno. Sin embargo, ¨¦sa fue la sensaci¨®n que todo el mundo se llev¨® tras el encuentro. Ante Sampras, Bruguera jug¨® mucho m¨¢s suelto, m¨¢s seguro de s¨ª mismo y con mucha m¨¢s confianza. Muster acept¨® mejor los peloteos y no permiti¨® que Sergi cambiara su juego y le atacara en la red. Cuando lo hizo, le retrat¨®. El austriaco exigi¨® de Bruguera m¨¢s sacrificio, m¨¢s desgaste f¨ªsico, mayor mentalizaci¨®n. Y en esos aspectos volvi¨® a ganarle la batalla.

El partido, en realidad, se resolvi¨® en la primera manga. All¨ª, los dos tenistas, especialistas en tierra batida, ofrecieron un recital de potencia y calidad. Y en alrededor de una hora constataron que son dos tenistas que se han adaptado a la perfecci¨®n a las superficies duras y acallaron algunas voces de desprecio que desde hace algunos anos ven¨ªan sonando hacia los especialistas en tierra batida. En realidad, tanto Bruguera como Muster ya hab¨ªan ganado en pistas duras. El espa?ol lo hiz¨® en Burdeos en 1993. Muster, entre otros, este mismo a?o en Dubai.

Ninguna bola de rotura

A lo largo de la primera manga, ni Sergi ni Muster concedieron una sola bola de break. Estuvieron, pues, tan s¨®lidos con su servicio que no dejaron otra alternativa que decidir la manga en el desempate. El tiebreak lo tuvo encarrilado Bruguera cuando lo domin¨® por 6-4 y dispuso de dos puntos de set. Sin embargo, ah¨ª se produjo una combinaci¨®n de mala suerte y de debilidad que permiti¨® a Muster levantar la cabeza e iniciar el camino definitivo hacia la victoria. Bruguera perdi¨® los dos setball con un resto directamente fuera y con una bola que toc¨® en la, red, y Muster remach¨®. Y en el punto siguiente, despu¨¦s de haber conectado dos smash que el austriaco logr¨® devolver, se vio con una bola de set en contra. Fue demasiado. Sergi perdi¨® por 8-6.

"Tras ceder estas oportunidades me sent¨ª muy cansado y deca¨ª mentalmente", reconoci¨® Bruguera. "Despu¨¦s intent¨¦ levantarme de nuevo y volv¨ª a luchar, pero ya no pude". Sus palabras tras el encuentro s¨®lo constataron lo que pudo verse en la pista. En el segundo y el tercer set Muster se fue disparado con ventajas de 3-0 y de 4-1. En el segundo, Sergi pidi¨® incluso asistencia del fisioterapeuta del ATP Tour para aliviar el dolor de las ampollas en ambos pies. De golpe, aquel Bruguera s¨®lido y capaz de sorprender a Muster desapareci¨® de la pista. Muster no hizo nada especial, se limit¨® a ir crucificando al espa?ol esperando sus errores. Al final, la estad¨ªstica indic¨® 48 errores no forzados de Sergi por 27 del austr¨ªaco.

Bruguera no puede con Muster. Es un jugador que le agobia, que le inquieta demasiado, y que le ha ganado nueve veces consecutivas, desde el torneo de Montecarlo de 1993. Muster se adjudic¨® un premio de unos 43 millones de pesetas por su victoria y permanecer¨¢ como s¨®lido n¨²mero dos del mundo. Bruguera tampoco se va de vac¨ªo. El torneo de Cayo Vizca¨ªno ha supuesto para ¨¦l una inyecci¨®n de moral y la recuperaci¨®n de una confianza en s¨ª mismo que hab¨ªa desaparecido en los dos ¨²ltimos a?os como consecuencia, b¨¢sicamente, de las lesiones sufridas en las rodillas y un tobillo y, como consecuencia, a su ca¨ªda al puesto 81 o del ATP Tour.

De Florida Bruguera sale tremendamente reforzado mentalmente y con una nueva situaci¨®n en la clasificaci¨®n mundial. A partir de hoy estar¨¢ ya entre los 20 primeros y pasar¨¢ a ser cabeza de serie en la mayor¨ªa de torneos. Adem¨¢s, esta circunstancia le llega cuando comienza la temporada de tierra batida. Y ser¨¢ ah¨ª, en su terreno, donde tendr¨¢ ocasi¨®n de recuperar la condici¨®n de top-ten -jugador de los 10 primeros del mundo- que abandon¨® en 1995.